A tres días de Ni Una Menos: renunció la subsecretaria de Protección contra la Violencia de Género y reveló que se disolvería el área
Claudia Barcia se alejó del cargo, luego de que la dependencia fuera transferida desde Capital Humano hacia Justicia
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A apenas tres días de un nuevo aniversario de Ni Una Menos, presentó hoy su renuncia Claudia Barcia, titular de la Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género, que desde hace apenas dos semanas depende del Ministerio de Justicia de la Nación. Así lo confirmó a LA NACION Barcia, que en el texto de su dimisión advierte que el Gobierno disolverá la dependencia que tenía a su cargo.
“Me dirijo a Uds. a fin de hacerles saber que en el día de ayer he recibido un llamado de Whatsapp a las 19.57 por parte del secretario de Derechos Humanos, Alberto Baños, mediante el cual me comunicó que la Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género, que se encuentra bajo la órbita jerárquica de la Secretaría de Justicia del Ministerio de Justicia conforme los decretos N°450 y 451/24, dejará de existir”, dice el texto de la renuncia, al cual accedió LA NACION.
Recién el 19 de febrero se había oficializado con carácter “ad honorem” a Barcia, quien hasta ese momento se desempeñaba como fiscal especializada en Violencia de Género de la Ciudad de Buenos Aires, cargo al que volverá tras su fugaz paso por la administración nacional.
La Secretaría de Derechos Humanos después confirmó a través de un comunicado que Argentina ya no tendrá un organismo responsable de políticas públicas de género. “Luego de un riguroso estudio se detectó que existe una clara superposición de funciones entre distintas agencias gubernamentales. Ello implica mantenimiento de edificios, estructuras y empleados. Del área de la Subsecretaria se traspasaron más de 800 empleados. Por este motivo se decidió ordenar y eficientizar el servicio y se le quitó la jerarquía de Subsecretaría con el objetivo de optimizar recursos y superposiciones. Se busca así que el servicio sea efectivo, ordenado y cumpla los objetivos para los que fue concebido”, indicaron.
En ese sentido, afirmaron que “las misiones fijadas por la Ley y las Convenciones Internacionales seguirán cumpliéndose en el seno de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y otras en el ámbito de la Secretaría de Justicia, ambas Dependientes del Ministerio de Justicia”.
En tanto, desde el ministerio que dirige Mariano Cúneo Libarona contestaron a LA NACION que el área se encuentra en “reestructuración”.
“En la actualidad, el ministerio se encuentra en la etapa de evaluación de los programas y la estructura de dicha subsecretaría, para el normal desarrollo de las acciones tendientes al cumplimiento de la normativa vigente bajo los criterios de eficacia y eficiencia de las políticas públicas a desarrollar. Las misiones y programas van a continuar conforme las disposiciones legales y los mandatos convencionales”, apuntaron.
La Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género vino a reemplazar, tras la asunción de Javier Milei, al Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, creado durante la administración de Alberto Fernández. En agosto, tras imponerse en las PASO, Milei había adelantado que eliminaría el Ministerio de las Mujeres en una entrevista en LN+. “Afuera”, dijo y tachó en un pizarrón el área, dentro de un boceto del organigrama general de la administración pública. La decisión se oficializó luego a fines de diciembre, mediante el Boletín Oficial.
Con el nuevo organigrama del Estado fue otra de las tantas áreas que quedó bajo la orbita del Ministerio de Capital Humano, presidido por Sandra Pettovello. Hace dos semanas, la dependencia pasó a la órbita de Justicia, se oficializó a través de los decretos 450 y 451/2024, publicados en el Boletín Oficial el 24 de mayo.
Personal de la subsecretaría ya habían denunciado el martes pasado que a fin de mes, según les informaron directivos de la subsecretaría, despedirán al 80% de la planta. “Más de 500 personas quedarán sin trabajo y el único área que ha quedado después de la disolución del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, quedaría en funcionamiento con unos 100 trabajadores”, informaron.
Ahora, se encuentran a la espera de respuestas. “Las trabajadoras nos estamos enterando por los medios también. Entiendo que somos o éramos de Justicia. Mucha angustia y desesperación todo”, dijo una de ellas que prefirió resguardar su nombre.
“Este hecho representa un enorme retroceso no solo para el movimiento feminista y de la diversidad, sino en la institucionalidad de género en nuestro país, dejando por primera vez desde 1992, fecha de creación del entonces Consejo Nacional de la Mujer, sin organismo responsable de la ejecución de políticas públicas que promuevan una vida libre de violencias, sin discriminación y en pos de la igualdad”, comunicaron ahora, luego de que se conociera la renuncia de Barcia. Y convocaron a participar de una asamblea abierta el próximo martes a las 15.30 en el Congreso.
Recortes
El grupo de empleados ya había denunciado el “vaciamiento total” de las políticas de prevención de las violencia por motivos de género. Desde principio de año que las organizaciones feministas reclaman que no se cuenta con información clara sobre qué programas se mantendrán y de qué manera se asegurará su desarrollo en todo el territorio nacional en medio de estadísticas que no descienden: en lo que va del año hubo un femicidio cada 28 horas, según datos del último informe del Observatorio de Femicidios en la Argentina “Adriana Marisel Zambrano” que dirige La Casa del Encuentro.
En lo que va del 2024, el gasto en las políticas públicas que, según el propio Estado apuntan a reducir la desigualdad de género fue un 26,8% más bajo que el año pasado, según un informe de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) y el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) que indica a su vez, que es un ajuste es similar al que sufrió el presupuesto nacional total, que fue del 28,9%.
Además, ya se ejecutó casi la mitad del presupuesto disponible para todo el año que es, en términos reales, un 62% más bajo que el de 2023.
El Programa Acompañar, cuyo objetivo es bridar un apoyo económico para que personas en situación de violencia tengan autonomía que les permita romper con el ciclo en el que se encuentran inmersas, sufrió un ajuste en términos reales del 79% respecto a la ejecución del mismo periodo del año anterior.
En el caso de la Línea 144 el ajuste real fue de un 25,5%. Además, se advierte que el presupuesto ejecutado alcanza casi el 60% del presupuesto disponible para todo el año, lo cual da cuenta de la insuficiencia de los fondos vigentes.
En otros programas, como acciones de ayuda urgentes para familiares de víctimas de femicidios, transfemicidios y travesticidios, no se ejecutó $1 en lo que va del año.
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