A Qatar por tierra: la odisea de dos hinchas argentinos para llegar al Mundial
Justina Aguirre Saravia y Federico Guevara son una pareja de ingenieros que renunciaron a sus trabajos para lograr llegar al campeonato en noviembre próximo
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Llegar al Mundial como sea es la máxima que hoy motoriza a muchos de los hinchas argentinos que viajan por el planeta con la esperanza de llegar a Qatar y alentar al seleccionado. La Argentina disputa su primer partido contra Arabia Saudita el 22 de noviembre próximo lo que significa que serán dos meses a contrarreloj para los que quieran dar el presente en el campeonato. No será un torneo tradicional, la exclusividad del destino volvió la posibilidad de asistir en un lujo asiático. A diferencia de otros mundiales, la FIFA concentró rigurosamente los cupos de hospedaje, y el país anfitrión limitó las opciones de entrada al turismo mochilero de viajeros que buscan acampar, dormir en los autos, la calle, y otros rebusques para estar en el evento de cualquier forma.
El panorama no desalienta a una pareja de ingenieros que inició su travesía al Mundial por tierra, en abril pasado, y ya recorrieron todo Europa en un motorhome que refaccionaron. Renunciaron a sus profesiones y viajan con un presupuesto ajustado que refuerzan con trabajos golondrina en diferentes ciudades que recorren. Ahora se encuentran cerca de ingresar al continente asiático y viendo cómo sortear las fronteras que se presentan más adversas. Cada cruce fronterizo es un nuevo desafío de burocracia estatal, intercambio de comunicaciones con embajadas y hasta conflictos bélicos que estallan en un mundo convulsionado. Los viajeros lidian también con la incertidumbre por los cambios en las condiciones de ingreso a Qatar que se actualizan día a día.
“Nos conocemos hace 10 años y siempre fue un sueño ir a un Mundial juntos. Nunca tuve pasaporte y lo saqué por primera vez para venirme acá”, dice a LA NACIÓN Justina Aguirre Saravia. La ingeniera civil de 32 años dejó su trabajo en la Dirección de Tránsito del gobierno de la Ciudad con la ilusión de seguir a la selección. Federico Guevara, su pareja, también renunció como ingeniero industrial y juntos volaron a España. Allí compraron una combi que modificaron para aventurarse en las rutas europeas hasta llegar a Albania, donde se encuentran ahora. El próximo paso es conseguir la autorización que les permita ingresar al continente asiático.
Experiencia
“Somos hinchas de River y muy fanáticos de Messi desde siempre. Llegamos a un momento de la vida de pareja con ganas de viajar. Tenemos en claro que queremos vivir en la Argentina, pero queríamos hacer esta experiencia, un paréntesis vocacional para ver con qué nos encontramos al regreso. Qatar fue una excusa y motivación inmensa para animarnos a desprendernos por un rato de todo. Estar con la adrenalina de soltar y quemar ahorros. Estamos en una linda edad para disfrutarlo y es espectacular hacerlo juntos, siguiendo a Messi y a la Scaloneta”, dice Federico.
Y agrega: “El motorhome es una opción muy económica y evitás gastar en hospedaje durante toda la travesía”. La pareja compró el vehículo en España y partió de Barcelona rumbo a Nantes, en Francia, donde se instalaron por dos semanas para arreglarlo. El vehículo tiene baño, que se descubre retirando una tabla de madera, un anafe, una pequeña cocina con un lavatorio y una cama plegable. La principal reforma que hicieron fue instalarle un panel solar que se carga con dos horas de luz lo que les da autonomía eléctrica para el resto del día para conectar sus celulares, la heladera y la bomba del agua.
Hechas las reformas cruzaron toda la campiña francesa y fueron a los Alpes. El siguiente destino fue la costa Amalfitana, en Italia. Cuando abandonaron el espacio Schengen, los ahorros empezaron a menguar y una vez en Croacia salieron a tocar las puertas de los restaurantes pidiendo trabajo. Por un mes trabajaron como mozos allí.
“Fuimos a un montón de restaurantes antes de que nos contrataran. No teníamos papeles ni experiencia como mozos. Los croatas no entendían cuando les decíamos que éramos ingenieros y queríamos trabajar en el restaurante. Por suerte, nos contrataron y trabajamos full time, 14 horas al día, sin franco, de lunes a lunes. Fue la inyección económica que necesitábamos para seguir viajando”, cuenta Justina.
Otra prohibición
Luego de recolectar el jornal en Croacia, se dirigieron a Montenegro y, en medio del camino, se enteraron del comunicado oficial que emitió la organización del Mundial donde informaba sobre una nueva prohibición de ingresar a Qatar con vehículos extranjeros, mientras dure el campeonato. “Nos coartó la felicidad de llegar por tierra, y enseguida enviamos un mail a los organizadores y nos comunicamos con la embajada argentina en Qatar. Todavía no nos contestaron, pero vamos a seguir intentando. Avanzaremos hasta donde podamos y estacionaremos donde sea. Sabemos que vamos a llegar”, se entusiasma Federico.
El enfrentamiento fronterizo entre Armenia y Azerbaiyán, con bombardeos y muertes, por el control de la región de Nagorno-Karabaj obligó a la pareja a recalcular su ruta. “El plan original era cruzar de Turquía a Georgia y después a Armenia porque allá nos podíamos hospedar con amigos. La guerra entre Azerbaiyán y Armenia y toda la situación peligrosa nos hizo desistir y de un momento a otro tuvimos que cambiar la ruta”, dice Justina. Georgia se volvió otro foco de conflicto para los viajeros que buscan cruzar la frontera después de que el mandatario Vladimir Putin convocó a pelear en la guerra entre Rusia y Ucrania a los ciudadanos que hubieran prestado servicio militar en los últimos años. El anuncio generó un éxodo de rusos que colapsó el paso fronterizo con aquel país.
“Se nos ocurrió cruzar a Irán por Turquía. La otro opción que evaluamos fue Kuwait. Desde la embajada nos respondieron que no estaban entregando visas para entrar. Les pedimos una excepción y estamos esperando la respuesta. Con la prohibición de entrar con auto a Qatar estamos tratando de llegar antes de la fecha en la que empiece a regir. Lo particular de este Mundial es que las reglas cambian constantemente, que, a dos meses de que empiece, nos digan que no podés entrar con el auto es frustrante porque hace casi un año que organizamos el viaje. Estamos todo el tiempo tanteando el panorama con la esperanza de llegar”, agrega la ingeniera.
Entrar a Irán tiene otras dificultades. Como argentinos con un auto de matrícula española las autoridades iraníes les exigen contar con un aval bancario de 3500 euros de una cuenta en un banco español a nombre del titular del vehículo. “Un monto imposible, además nos piden tener un recibo de sueldo de una empresa española que obviamente no tenemos”, cuenta Federico. Según dice, en abril pasado el gobierno iraní emitió un comunicado en el que sostenía que iba a promover la libre circulación a través de aquel país para facilitar la llegada de los fanáticos al Mundial. También se iban a habilitar ferrys para embarcar directo hacia Qatar. Sin embargo, no hubo mayor novedad sobre ello y los ingenieros decidieron escribirle a la embajada argentina en Irán y la de Irán en la Argentina, para encontrar alternativas para ingresar pese a los estrictos requisitos. A partir de ese intercambio lograron avanzar con los trámites y les resta solo un papel para poder acceder.
El itinerario
Si logran entrar a Irán, los viajeros cruzarán el motorhome por ferry a los Emiratos Árabes y, de ahí, por tierra a Arabia Saudita que los dejará en las puertas de Qatar. ”La otra opción es pasar de Irán a Irak para hacer el recorrido completo por tierra a Qatar, pero tenemos que investigar más porque es una zona más complicada”, dice Federico.
La expectativa de los viajeros es que una vez que ingresen a Qatar puedan dormir en la combi. A diferencia de otros mundiales, en este evento se exige que además de las entradas para los partidos los fanáticos cuenten con el alojamiento. ”Sacamos una noche en un hotel para que nos expidan la Hayya Card [un documento obligatorio para ingresar a Qatar] y nos dejen pasar. Pero no tenemos más que eso. Si no pasamos con el auto estamos viendo de compartir la habitación con otros argentinos para abaratar costos y poder estar”, agrega Federico. Las opciones más baratas de la fase de grupos se encuentran agotadas y el precio de las habitaciones más accesibles se estiman entre 144 y 250 dólares por noche.
“Sabemos que llegar al Mundial, al lado de los problemas económicos y sociales de la Argentina, es algo superficial. Pero la selección argentina tiene una mística espectacular de unión tan importante para un país tan dividido como el nuestro. Ese espíritu sumado a Messi es lo que nos motiva a querer llegar”, relata Federico.
La próximas reformas que proyectan los ingenieros en la combi es pintarla de los colores de la bandera argentina y plotearla con la imagen de Maradona y Messi para que las autoridades fronterizas los identifiquen rápidamente como hinchas argentinos. Esperan que la idea les facilite el cruce de fronteras en Turquía e Irán.
“Llegar a Qatar sería en realidad la frutilla del postre de este viaje que venimos haciendo hace meses. Nos sorprende todos los días conocer gente en el camino que nos hace pensar que es posible. Se dio la magia de conectarnos con personas de tantos países diferentes, que fue conociendo nuestra historia y nos empuja y ayuda a seguir en la ruta”, cierra Justina.