A pedido de su nieta, fabricó un mini colectivo 109 y hoy pasea niños por Villa Real

Mecánico de colectivos desde los 21 años, Jorge "Bocha" Ignacio, que hoy tiene 60, se convirtió en un especialista en solucionar todos los problemas de los bondis porteños. Con esta profesión, Ignacio pasó por las líneas 106, 124 y 34, y hace tres años trabaja en la línea 109.

Más allá de su larga trayectoria entre motores y carrocerías de bondis, sin dudas, el trabajo que más enorgullece a este abuelo porteño del barrio de Villa Real es el mini colectivo de la línea 109, con motor gilera, asientos de kárting y capacidad para siete pequeños pasajeros, que fabricó para su nieta Candela. Así lo informa el portal Autoblog.com.

Según consigna este portal, hace algunos años, Jorge observaba que su nieta jugaba con un karting a pedal bastante pesado de mover. Para aliviar los esfuerzos de Candela, Ignacio colocó al vehículo un pequeño motor eléctrico, con el que su nieta paseaba por la plaza Terán, del barrio de Villa Real. Pero la queja de su nieta no tardó en llegar, y logró conmover al mecánico: "Abuelo, todos los chicos me piden subirse, pero no tengo lugar. Fabricame un colectivo".

Entonces, Ignació pasó cuatro años y medio fabricando el colectivo más chiquito de la Línea 109, y quizás de la Argentina. Tiene capacidad para siete pasajeros, motor de Gilera, frenos de Fiat Duna y asientos de karting. El chasis y la carrocería fueron creados por el abuelo de Candela. El colectivo fue pintado y fileteado tal como el original.

Para el viaje de bautismo, Jorge completó el recorrido original del 109, de Liniers hasta el Correo Central. En el trayecto, lo acompañó la policía: "No paraban de filmarme y sacarme fotos", dijo Ignacio a Autoblog.

Pasaron los años. Candela creció y no conduce más su colectivo. Pero su abuelo se niega a venderlo, a pesar de haber recibido varias ofertas. Desde hace algunos meses, Ignacio lo lleva todos los fines de semana a la Plaza Terán. "Siempre y cuando el día esté lindo", aclara.

El chofer del mini 109 es el propio Ignacio. Y acepta propinas por llevar a pasear a sus pequeños pasajeros: "No tengo Sube, pero es más barato que una vuelta en calesita. Y, algunos chicos, dicen que es más divertido también", asegura el abuelo Ignacio.

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