A dos años del crimen de Fernando Báez Sosa: cómo cambió la noche de Villa Gesell y qué pasó con el boliche Le Brique
Los jóvenes que vacacionan en la ciudad coinciden en que hubo un antes y un después del brutal asesinato del adolescente; qué se modificó y la triste reflexión de la madre de Fernando
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Villa Gesell (Enviado especial). Son las 2 de la madrugada del domingo y la lluvia es torrencial en Villa Gesell. Hay un apagón que abarca varias cuadras y tanto la avenida 3 como las calles aledañas empiezan a inundarse. Aún así, centenares de jóvenes caminan en una misma dirección: avanzan bajo la tormenta hacia el boliche Dixit, ubicado en el centro de la ciudad, con la esperanza de conseguir una entrada.
Hasta este punto del relato, podría dar la impresión de que se trata de una noche más en una ciudad balnearia de la costa atlántica, pero lejos está de serlo. Tanto los turistas como las autoridades locales coinciden en este punto: hubo un antes y un después del brutal asesinado de Fernando Báez Sosa en 2020 a manos de una patota.
A solo horas de que se cumplan dos años del crimen del adolescente, a la postal descrita al comienzo de esta nota hay que agregarle algunos datos. Por ejemplo, llama la atención de quienes ya habían visitado el centro gesellino la masiva presencia de efectivos policiales. A pie o en cuatriciclos, en motos, autos y camionetas, montan guardias y recorren la zona de punta a punta. Nada parece quedar fuera de su radar.
La situación no pasa desapercibida para los jóvenes y adolescentes que transitan las calles, que en diálogo con LA NACION describen mejor que nadie el cuadro de situación. “Hubo muchos cambios desde que ocurrió lo de Fernando. Lo que pasó fue terrible y por eso hoy hay controles por todas partes, lo cual está buenísimo”, afirman frente a Dixit Raiquen (23) y Ezequiel (19), dos jóvenes que visitan Gesell desde hace años. Y agregan: “Con los controles estamos bien y ya no se ven peleas: boliche al que vas está lleno de policías”.
Por su parte, Julieta (21) se queja porque la discoteca alcanzó su capacidad de aforo y ya no podrá entrar con sus amigas. “Se re pusieron la gorra. Además hay controles por todos lados, hasta en los after beach que se hacen en la playa. Anoche ya fuimos a Pueblo Límite -el boliche ubicado en la entrada de Villa Gesell- y si no podemos entrar acá ya no hay otro lugar a dónde ir”, reclama.
El enojo de la joven revela otro cambio importante en la ciudad balnearia: Dixit se convirtió en el único boliche disponible en la zona del centro. Es que Le Brique, la discoteca en cuyas inmediaciones fue golpeado hasta la muerte Fernando Báez Sosa, no volvió a abrir sus puertas desde el verano de 2020.
Según pudo reconstruir este medio, el local ubicado en avenida 3 y calle 102 cerró una semana después del crimen del adolescente y luego volvió a abrir en febrero durante 15 días en un clima de fuerte conmoción social. Luego cerró para siempre.
En 2021, producto de la pandemia de Covid, los boliches no pudieron abrir. No obstante, este año se los autorizó y Le Brique, a diferencia de Dixit y de Pueblo Límite, sigue sin hacerlo. Los motivos se desconocen. En la cuenta de Facebook del local, que todavía se encuentra abierta, no figura un comunicado alusivo y fuentes cercanas a los dueños aseguran que estos no desean hacer declaraciones al respecto.
Frente a la discoteca, a metros del lugar donde Fernando fue asesinado a golpes, fotografías del adolescente rodean un árbol que oficia de recordatorio de lo ocurrido aquel 18 de enero. “Justicia es perpetua”, exige uno de los letreros ubicados junto a las imágenes. Del otro lado de la avenida yace un Le Brique abandonado en medio de la oscuridad.
Menos jóvenes y más seguridad
En diálogo con este medio, Emiliano Felice, secretario de Turismo de Villa Gesell, destaca un cambio adicional en la noche de la ciudad: hay menos jóvenes que hace dos años.
“Estamos viendo menos grupos de jóvenes e indudablemente la familia ganó terreno. Se ven familias con nenes chiquitos y también con adolescentes”, apunta y aclara: “Pero nosotros no creemos que sea un efecto directo de lo que sucedió con Fernando, sino que con el tema de la pandemia las familias se pusieron de acuerdo y vacacionan más juntas”. Asimismo, reconoce que “la oferta de boliches también es menor y ya no hay presencia de tarjeteros, lo que hace que en la noche se vea menos movida joven”.
Por otra parte, el secretario de Seguridad gesellino, Mauricio Anderson, subraya el incremento de policías y de agentes de control que hubo esta temporada.
“Este año contamos con muchísimo personal policial. Hay 60 motos del Grupo de Prevención Motorizado (GPM) que recorren toda la ciudad y lo que es la playa. Tuvimos un refuerzo de 900 efectivos policiales de las distintas especialidades”, detalla y agrega: “La verdad es que es un número muy importante con el que buscamos acompañar a los jóvenes y que no vuelva a ocurrir algo como lo que pasó”.
En línea con las quejas de los jóvenes en el ingreso a los boliches, Anderson remarca los controles que también se llevan a cabo en materia de aforo. “En el complejo Pueblo Límite la capacidad es de 4800 personas y en Dixit, que está en el centro de la ciudad, de 639. El ingreso de personas es hasta las 4 y el aforo es fiscalizado tanto de manera electrónica como por inspectores del municipio”, asegura.
Por último, cuenta sobre el protocolo antidisturbios que se implementa hoy en Gesell: “En caso de que haya alguna pelea dentro de las confiterías bailables, se saca a una de las partes y la otra queda en el interior del local. Luego, se coordina con la policía que está afuera para no dejar en la vía pública a estas personas. En tanto, cuando cierran los locales se hace un corredor policial para acompañar a los jóvenes y desalentar cualquier tipo de incidentes. Esto también se hace en la playa hasta las 8 de la mañana”.
La triste reflexión de Graciela, la mamá de Fernando Báez Sosa
En declaraciones a LA NACION, Graciela Sosa, la mamá de Fernando, evaluó positivo el aumento de controles en la noche gesellina, pero lamentó su irreparable costo.
“Desde que pasó lo de mi hijo aumentó mucho la seguridad y es muy triste eso. Tal vez si lo hubieran hecho antes se podría haber evitado una desgracia tan grande como la nuestra. Perdimos lo mejor que teníamos en nuestra vida, a nuestro hijo”, expresó.
Junto al papá de Fernando, Silvino, Graciela se trasladará este martes a la ciudad costera, donde habrá un acto con motivo del nuevo aniversario del crimen. “Es la segunda vez que vamos, pero la primera que voy a estar en el lugar donde asesinaron a mi hijo. Pisarlo será muy fuerte y espero estar preparada para ese día”, concluyó.
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