8 edificios con valor cultural y arquitectónico en Buenos Aires
Particularidades edilicias, paredes funcionales o valor histórico son parte de este recorrido virtual para concretar personalmente en cualquier momento
Los secretos de grandes o pequeños edificios de la Ciudad que destacan por su arquitectura, valor histórico y/o cultural, son como tesoros a descubrir. Acá una selección imperdible que mezcla lo antiguo con lo contemporáneo.
1- Galería y Mirador Güemes
El edificio Galería Güemes, junto a su mirador, es considerado uno de los primeros rascacielos de Buenos Aires, con sus 87 metros de altura, medida que para la fecha de su inauguración, en 1915, era superior a la permitida por la legislación. Su estilo italiano y sobriedad resalta junto a su abundante iluminación natural. Un dato muy particular es que este lugar no posee piso 13. Al subir en ascensor, no está contemplado, y si se recorren las escaleras tampoco figura el número en sus pasillos. Desde su mirador se puede apreciar con clara precisión la curvatura del Río de La Plata.
Dónde: Florida 165.
2- Edificio Bencich
Los hermanos Bencich, de origen austrohúngaro, realizaron esta obra, en 1927, con sus ahorros. La característica más particular es que es un solo edificio con dos cúpulas, lo que rompe con los códigos de construcción. En la cúpula que está desvinculada funcionaban las oficinas de los hermanos, quienes buscaron mantenerse independientes del edificio. Más interesante es que ahora, en ese mismo lugar existen salas decoradas, cada una distinta de la otra, en donde la obra humana se completa con la de la naturaleza. Esto porque se mantiene la cúpula en pie pero no se hacen grandes refacciones, creando una perfecta conjunción entre el pasado y el presente. Dichos espacios son empleados para realizar producciones audiovisuales. En uno de ellos se filmó una escena de la recientemente estrenada película Sin Hijos.
Dónde: Diagonal Roque Sáenz Peña 616.
3- Edificio de Viviendas Sucre 4444
Un lugar que deja a sus propietarios la libertad y dinamismo de hacer cada uno lo que desea. Ese es el origen de la neutralidad de su arquitectura. Además, está construido tres metros retirado de la línea municipal para que los vecinos no sufran un alto impacto, ya que conviven en un área en donde predominan las casas. No menos interesante es que su interior está constituido por paredes que, desde su diseño, tienen contemplado lo que es el orden y la espacialidad interior; muchas de las paredes cumplen doble función de separar espacios y al mismo tiempo son alacenas y/o placares.
Dónde: Antonio José de Sucre 4444.
4- Edificio Maure
Se trata de un edificio que busca generar un impacto positivo en el paisaje urbano. Esto lo logra al albergar un jardín vertical. La inclusión de un arco metálico cultivado con vegetación y el uso de la madera equilibran lo mineral de la arquitectura y la vuelven más orgánica. En su interior hay libre albedrío de jugar con los espacios, ya que no posee vigas ni columnas interiores. Lo singular es que el baño es cilíndrico y constituye el espacio a partir del que todo gira. Este volumen tubular es intervenido lúdicamente en cada unidad, dotándolo de colores y revestimientos diferentes. Cada habitante lo personaliza y proyecta el interior de su morada en función de él.
Dónde: Maure 3320.
Edificios destacados de Buenos Aires en el mapa
5- Viviendas Acha
Pensar que todo está escrito cuando de arquitectura se trata, es una cuestión que se desdibuja si se tiene en cuenta un frente que no es fachada. Lo que sucede con esta edificación es que su fachada real está en el eje de la profundidad; su frente está en el lateral para hacerlo coincidir con las mejores orientaciones y vistas. Esta disposición significa un nuevo aporte a la problemática de los edificios de vivienda contemporáneos en las ciudades cada vez más pobladas. Todos los apartamentos de este edificio de hormigón visto, tienen ambientes al aire libre y con pasto.
Dónde: Mariano Acha 1973.
6- Pasaje Olleros
Un pasaje, de autor desconocido, precedido por las antiguas caballerizas de la Comisaría 29ª. Una inusual estructura metálica que la distingue de las otras obras de su tiempo, puesto que antes se empleaba con mayor frecuencia el mampuesto. El pasillo de acceso es al mismo tiempo el eje del edificio que, de esquina a esquina, está conectado por puentes. Por sus escaleras y pisos anduvo, en su infancia, Carlitos Balá. Su casa era la número 28.
Dónde: Olleros 3951.
7- Pasaje Cabrer
Para nada es lo mismo una avenida que una calle, y mucho menos un pasaje. Es por ello que no es difícil de entender la escala de esta obra en la Ciudad. Más, siendo un pasaje donde el vecino de enfrente está a sólo cuatro metros de separación. Esta pieza de hormigón autoportante es un lugar creado con la finalidad de aprovechar al máximo el poco espacio de recorrido. El empleo de madera se hace recurrente para compensar tanto cemento. Asimismo, una reja de metal revestida con enredaderas aporta frescor e interiormente permite la formación de un jardín que sirve de lugar para distensión y esparcimiento.
Dónde: Coronel Cabrer 4986.
8- ATV14
Este edificio se basa en la estructura como elemento determinador del espacio. Sus unidades no están pensadas como departamentos sino como casas. Además, estudia al máximo las oportunidades de optimización de espacios e iluminación del lugar. Para los usuarios que necesitan mantener todo en su lugar y que no se note en dónde está cada cosa, es excelente. Una biblioteca de piso a techo para llenar con infinidad de libros y escalera incluida es el sueño de cualquier ávido lector.
Dónde: Emilio Ravagnani 2170.