Zona de riesgo. Es una ciudad castigada por los narcos, pero solo crecen las causas por tenencia para consumo personal
El 55 por ciento de los expedientes que la Justicia Federal inició en Rosario durante 2022 en la ciudad más golpeada por clanes narco apuntó más a compradores que a vendedores de sustancias psicoactivas ilegales
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El 55 por ciento de las causas que se iniciaron por drogas en la Justicia Federal de Rosario en 2022 fueron por tenencia simple y para consumo personal. Son 1434 expedientes judiciales que no tendrán ningún destino en el fuero penal, pero que sirven para alimentar las estadísticas de los operativos de seguridad. De las 2604 causas que se abrieron por sustancias psicoactivas ilegales, el 41 por ciento es por el artículo 5 de la ley 23.337 que penaliza “el comercio o la tenencia para la comercialización”.
El 62 por ciento de esas causas se abrieron por intervención de las fuerzas federales en Rosario, donde desde abril de 2014 en ocho oportunidades se reforzó el accionar con agentes de Gendarmería. Solo el 15 por ciento de esos expedientes se originó por operativos de la policía santafesina. El 63 por ciento de las causas que engloba la tenencia se gestó a partir de “operativos de prevención”. Es decir, en la calle.
Como en la provincia de Santa Fe no está desfederalizada la lucha contra el narcomenudeo, algo que ocurre en ambos distritos de la región metropolitana, la Justicia Federal de Rosario absorbe en su mayoría causas menores, donde no hay un futuro en la investigación criminal si no se profundiza en la cadena de comercialización. Ocurrió que en causas que comenzaron con un operativo contra un búnker de venta de cocaína, luego se avanzó hacia arriba en la cadena de comercialización y esa investigación terminó con la detención de Delfín Zacarías en 2013, con una de las mayores cocinas de cocaína del país. Pero son excepciones a la regla.
La contracara de esta situación es que en la Justicia Federal de Rosario no hay una sola condena por lavado de dinero proveniente del narcotráfico. Recién esta semana comenzará el primer juicio, que será, justamente, contra el narco Delfín Zacarías, condenado en 2018 a 16 años de prisión. Hasta esta semana, cuando se designaron 27 cargos para fiscales auxiliares en Santa Fe, de los cuales 15 estarán destinados a Rosario, el panorama era desolador en la Justicia Federal. Solo existen tres fiscalías para investigar una cantidad de causas que aumentan en promedio por año un 16 por ciento, según datos de la Procuración General de la Nación.
Según se desprende de la información oficial publicada por el Consejo de la Magistratura, de los 28 cargos de jueces federales de la jurisdicción actualmente hay dos jueces federales cuyo nombramiento depende de que el Presidente envíe a su candidato al Senado, para que la Cámara alta analice darle acuerdo, y otros cuatro jueces federales cuyos pliegos fueron enviados al Senado y nunca fueron tratados. Además, hay otras tres vacantes, cuyos concursos se están tramitando en el Consejo de la Magistratura.
La tendencia de 2022, último dato estadístico del Ministerio Público, es probable que se revierta en 2023, porque la acción de las fuerzas federales a partir de ese año fue más intensa con respecto al secuestro de volúmenes más importantes de droga. Según datos del Ministerio de Seguridad de la Nación, entre enero y abril de este año se secuestraron en Rosario 470 kilos de cocaína.
Esa cantidad de estupefaciente incautado en cuatro meses supera a lo que se secuestró en todo 2021, cuando la cantidad de droga confiscada llegó a 416 kilos. Rosario, de acuerdo a los datos aportados por la cartera de Seguridad de la Nación, absorbe el 97 por ciento de los del total de sustancias prohibidas incautadas en la provincia de Santa Fe, lo que marca que el foco de las investigaciones se puso en esta ciudad, atravesada por una violencia endémica.
Los datos sirven para mostrar cómo se mueve este mercado clandestino, que está regido por una violencia endémica que provocó que en el 2022 la cifra de homicidios batiera un récord y alcanzara los 288 asesinatos. La mayoría de la droga secuestrada, por el relevamiento que hizo LA NACION, pertenece a distintos eslabones de la banda de Los Monos.
El 18 de marzo se secuestraron 22 kilos de cocaína a un miembro de la banda de Los Monos, que operaba en la provincia de Buenos Aires. La investigación, iniciada ocho meses antes, se precipitó al advertir los pesquisas que la banda tenía planeado transportar un cargamento de droga desde Buenos Aires a Rosario, a través de dos autos. Los vehículos, un Ford Focus y un Toyota Etios, fueron interceptados en la autopista Buenos Aires-Rosario a la altura de la localidad de Ramallo con 22 kilos de cocaína y sus cuatro ocupantes quedaron detenidos.
De acuerdo a la investigación, la banda era conducida por “Leo Rey” quien “ejercía la regencia de distribución de estupefacientes en el barrio de Vía Honda, dominado por Máximo Cantero, alias El Viejo, padre del líder de Los Monos.
La estadística de los últimos tres años tiene una particularidad para realizar la comparación entre los distintos periodos. El año en que más droga se secuestró fue 2022. Ese año la estadística “se rompe” con el secuestro el 26 de agosto de ese año de casi 1600 kilos de cocaína que estaban acopiados en un galpón en Empalme Graneros, camuflados en bolsones de soja procesada que iba a ser embarcada en Terminal Puerto Rosario y tenía como destino final Dubai.
En la investigación se detectó que la organización que operaba ese cargamento era internacional, con sede en Colombia. A fines de mayo pasado fue detenido en España Álvaro Antonio Ramírez Duque, un hombre de 56 años de nacionalidad colombiana, acusado de ser el líder de una organización narco que quiso enviar ese cargamento de 1600 kilos de cocaína desde Rosario a Dubai en agosto de 2022. Antes había sido apresado en Dubai Gabriel Jaime Londoño Rojas, otro miembro de esta banda que usaba a Rosario como plataforma de salida de la cocaína, que se desconoce su origen.
La tendencia que aportan las estadísticas sobre el tipo de persecución penal en el fuero federal cambió a lo largo de la última década. Por ejemplo, en 2013, año que podría establecerse como un mojón en lo que se denomina la guerra narco en Rosario –ese año se cometieron 264 homicidios, que fueron superados por los 288 de 2022- se abrieron en Rosario 1437 causas por estupefacientes. El 23 por ciento fue por el artículo 14. Es decir, por tenencia para consumo personal, mientras que un 78 por ciento fue por comercialización.
La tenencia de drogas para consumo personal fue despenalizada por la Corte Suprema en el llamado fallo Arriola, causa que se inició en enero de 2016 en esta ciudad, con el arresto de consumidores de drogas, que portaban pocos cigarrillos caseros armados con marihuana.
A pesar de que en 2014 desembarcaron en Rosario 3400 gendarmes en el marco del operativo liderado por Sergio Berni la cantidad de causas no subió. Se abrieron entre enero de ese año y 2015 1411 expedientes por drogas, de las cuales el 78 por ciento fue por comercio o tenencia. Y el 18 por ciento fue sólo por tenencia.
Durante la gestión de Patricia Bullrich, cuando se produjo el arribo de un nuevo contingente de fuerzas federales, tras las masivas marchas de lo que se denominó Rosario Sangra, tampoco se aprecia en las estadísticas un incremento de las causas judiciales por drogas. Entre enero de 2017 y 2018, cuando se produjo una pequeña baja de los homicidios en Rosario de 180 en 2015 a 162 al año siguiente, se originaron en el fuero federal 1397 causas por drogas. De ese total el mayor número fue por comercio y tenencia: el 83 por ciento.
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