“Ya no se soporta”. Los maestros rosarinos marcharon para repudiar los ataques narcos contra las escuelas
Un chico de seis años fue herido de bala este martes. El gremio docente dijo “basta” y declaró una huelga para pedir mejores condiciones de seguridad. El gobernador Perotti señaló que los atentados son a causa de que se incrementarán los controles en las cárceles
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ROSARIO.- Miles de docentes se manifestaron este miércoles en Rosario, luego de que el gremio de Amsafe dispusiera un paro en demanda de mayor seguridad. Durante la tarde de ayer un nene de seis años fue herido de un balazo en el tobillo, cuando se encontraba en la puerta del establecimiento educativo con su padre. Durante las últimas cuatro semanas se produjeron diez ataques a balazos contra escuelas y también empezaron a extenderse las amenazas.
El gobernador de Santa Fe Omar Perotti señaló que los atentados contra los colegios se multiplicaron por los mayores controles que se impondrán en las cárceles de Rosario, donde se pondrá en marcha el mes que viene un sistema de inhibidores de señales que impedirá que los presos puedan comunicarse con teléfonos móviles.
“Estamos muy cerca de que lleguen los inhibidores. Esto genera reacciones de quienes están detenidos, no se juntan a aplaudir, sus manifestaciones sin duda que son estas, son con violencia”, apuntó el gobernador santafesino.
Amsafe Rosario, gremio que agrupa a los maestros estatales, volvió a convocar a un paro este miércoles, de 10 a 15, en reclamo por mayor seguridad ante la ola de hechos delictivos y violentos que afectaron en los últimos tiempos a la comunidad educativa.
“La situación no para de agravarse. La balacera que hirió a un niño de primer grado de la escuela Nº1319 es un salto en una realidad que ya no se soporta”, indicó la delegación local de Amsafe en un comunicado, al referirse al ataque a balazos en inmediaciones de la escuela José Ortolani, de Empalme Graneros, donde un nene de seis años resultó herido en un tobillo.
La secretaria adjunta de Amsafé Rosario, Paula Nardini, señaló que “el acto fue muy masivo porque hay hartazgo muy grande entre los docentes. La situación de violencia ha llegado a un límite, que fue la balacera a la hora de salida de los chicos de una escuela (en Empalme Graneros) donde resultó herido un alumno. Hoy venimos a exigir respuestas a la sede del Ministerio, la semana pasada fuimos a la Casa de Gobierno, en Santa Fe. La violencia tiene una profunda vinculación con la venta de droga. Y nosotros decimos basta y queremos respuestas inmediatas”.
El menor de edad recibió un balazo en una pierna, y tras el ataque fue trasladado por la policía hasta el hospital de Niños Zona Norte, donde se encontraba estable, según los médicos. Los disparos los habría realizado un hombre en moto, que tras realizar las detonaciones intentó huir. En ese momento la puerta de la escuela estaba repleta de gente, ya que había muchos familiares que habían ido a buscar a sus hijos.
La policía persiguió al supuesto atacante, que logró interceptar en el barrio La Cerámica, que está ubicado en la zona norte de Rosario. Quedó detenido y será imputado en las próximas 48 horas.
El padre del niño baleado pidió que “no se metan con los chicos, que no tienen nada que ver”, y aseguró que el ataque que sufrió su hijo de 6 años, por el que hay dos detenidos, fue “al voleo”. Diego, el papá del alumno de primer grado de la escuela “José Ortolani” del barrio Empalme Graneros, expuso que siente “bronca, impotencia y lástima” por lo ocurrido este martes con su hijo, que sufrió el impacto de una bala en un tobillo y está fuera de peligro.
“Le pasó a mi hijo, pero le pudo pasar a otra criatura, porque salíamos varios padres con nuestros hijos”, sostuvo Diego, para insistir con que “dejen de meterse con las criaturas”.
El lunes fue baleada otra escuela en la zona noroeste de Rosario, en el barrio 7 de Septiembre. Son lugares que están en disputa entre los dos principales grupos narco de Rosario, como son Los Monos y la organización que dirige desde el penal de Ezeiza Esteban Lindor Alvarado. La balacera en el colegio de ese barrio se produjo el pasado lunes a la tarde, minutos después de que los padres y familiares retiraran a sus hijos.
Un balazo rompió una de las ventanas de la escuela, que está situada a unas pocas cuadras de una comisaría. Los directivos de la Primaria Nº1346 “Francisco Netri” y del Jardín Nº79 “Pedacito de Patria decidieron suspender las clases. Lo mismo ocurrió con el colegio José Ortolani, donde resultó herido el chico de seis años este martes a la tarde.
En el barrio Empalme Graneros, donde el jueves pasado dispararon desde una moto contra la parroquia Santa Rita, en la que la comunidad religiosa salesiana realiza tareas sociales, con el foco puesto en tratar de sacar a los chicos de las adicciones.
El ataque a esa iglesia conmocionó el barrio. Porque allí no solo funciona un espacio de oración, sino que además es un comedor comunitario. En la Iglesia lo llaman “centro de vida”, un espacio de contención donde buscan que los chicos con problemas de adicciones tengan un lugar que les abra una salida.
La capilla Santa Rita cerró sus puertas el viernes pasado, porque sería un peligro si se repite un ataque cuando las familias van a buscar su comida y realizar tareas con los chicos. “Es muy preocupante la situación, porque el ataque a la capilla es atentar contra un lugar de resistencia a esta situación. Es un lugar donde se busca darle una oportunidad a los chicos que quieren salir del problema de las adicciones”, explicó el padre Daniel Siñeriz.
Durante las últimas tres semanas una decena de colegios dejaron de dictar clases por amenazas y ataques a balazos. Algunos, como las tres escuelas que están ubicadas en Paraguay al 1200, en pleno centro de Rosario, reabrieron este miércoles.
El gremio que agrupa a los docentes privados también expresó su malestar. “Nos encontramos con miedo y angustia, no solo por la inseguridad de la comunidad educativa, sino de toda la comunidad barrial”, señaló un comunicado del gremio de Sadop, tras los reiterados hechos de violencia que se vivieron en barrio Ludueña y Empalme Graneros, donde tres balaceras ocurrieron en cercanías de establecimientos educativos, “llevando temor y poniendo en riesgo a toda la comunidad”.
Los ataques a balazos ahora también se suman atentados con bombas molotov. Como ocurrió este viernes a la madrugada en una casa ubicada en Centeno 2583, en el barrio Itatí, en la zona sur de Rosario. La vivienda fue arrasada por el fuego; se trata de la casa de la cuñada de Ariel Lisandro Leguizamón, de 25 años, militante del Movimiento Evita que fue asesinado el domingo 28 de mayo en Centeno y Rodríguez.
Otro lugar que fue atacado con estos explosivos incendiarios fue una agencia de loterías de Jujuy al 2300, en pleno barrio de Pichincha, en el centro de la ciudad. Es el cuarto ataque que se realiza contra una agencia de lotería. La sospecha es que la banda de Los Monos maneja parte del juego ilegal.
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