Violencia: en solo 21 días se registraron al menos 42 homicidios en Buenos Aires
El aislamiento social sigue por prevención sanitaria, pero la cuarentena del delito terminó en Buenos Aires. Este mes se notificaron 40 homicidios en territorio bonaerense, con 26 de esos episodios registrados en el conurbano.
Moreno y Merlo son dos distritos particularmente afectados por la epidemia de mortal violencia que surgió nuevamente en las últimas semanas.
Esta ola de asesinatos se produjo en momentos en que se hizo visible el enfrentamiento entre las autoridades provinciales y nacionales en las áreas de seguridad pública. El ministro bonaerense Sergio Berni criticó con dureza a la ministra Sabina Frederic y esta contestó con la distribución de gendarmes y policías federales en los municipios cuyos jefes comunales firmen convenios directos con el ministerio nacional. Berni y Frederic no mantienen un diálogo desde marzo pasado.
La mecánica de los homicidios conocidos en los últimos 20 días expone, además, una emergente situación de violencia callejera, ya que en varios casos se trató de conflictos entre vecinos que fueron resueltos con una muerte.
Eso ocurrió esta madrugada en José León Suárez, donde una pelea entre dos grupos terminó con un mortal disparo, en el segundo episodio con esas características que trascendió este mes en esa localidad del partido de San Martín. Y, en otro peculiar suceso, el miércoles pasado dos hombres murieron en Capilla del Señor luego de batirse a duelo con cuchillos.
Otra muestra de la extrema violencia con la que se resuelven los conflictos en estos días quedó en evidencia nuevamente hoy, cuando una mujer fue asesinada en Florencio Varela por una turba que buscaba linchar a su esposo, señalado como supuesto atacante sexual. Al menos seis hombres golpearon a la pareja y prendieron fuego la casa. El presunto violador logró escaparse, pero su esposa, identificada como Carina Souco, de 47 años, no pudo abandonar la vivienda en llamas. Otra mujer fue asesinada ayer en Castelar, aunque por ese crimen fue arrestado su hijo.
Una situación al menos llamativa es la cantidad de delincuentes que fueron abatidos este mes. Doce de los fallecidos fueron señalados como ladrones mortalmente baleados en enfrentamientos con policías -en todos los casos el agente fue la víctima del intento de robo- en Merlo, Tres de Febrero, Berazategui (se registraron allí dos muertes), José León Suárez, La Matanza (dos casos), La Plata, Los Polvorines, San Pedro y Mar del Plata, donde también otro delincuente cayó muerto al ser baleado por el hijo de un contador que defendió a su amenazado padre. Hoy se produjo el último de esos enfrentamientos, al ser abatido un ladrón que portaba la réplica de un arma y que intentó robar a un policía que esperaba un colectivo en La Matanza.
Apenas por un día no ingresa en el recuento mensual de homicidios el caso de un policía que mató de 18 balazos a un joven en Avellaneda, cuando este presuntamente intentó asaltarlo luego de pactar la compra de un juego electrónico. Por el momento, la causa fue caratulada como "homicidio agravado".
En Moreno se visualizó este mes la continuidad de los asesinatos vinculados con la venta de drogas, guerra narco que se mantiene hace años y pone a ese distrito como uno de los lugares como mayor tasa de homicidios en el país. En 2018 -último año con registro oficial de asesinatos- se verificaron 88 crímenes en Moreno, cifra que lleva la tasa a 19,4 asesinatos cada 100.000 habitantes. Allí se duplica prácticamente la tasa con relación al resto de la provincia.
Este mes se abrieron expedientes por cinco homicidios en Moreno, con cuatro de esas muertes vinculadas directamente a ejecuciones narco. El otro crimen tuvo como víctima a Débora Ríos, madre de un adolescente y empleada de una estación de servicio que fue mortalmente atacada por ladrones cuando se dirigía a su trabajo.
Uno de los acuerdos para el patrullaje especial de gendarmes fue firmado la semana pasada por la ministra Frederic con la intendenta de Moreno, Mariel Fernández.
La imagen más contundente del crecimiento de la violencia en Buenos Aires quizá se encuentre en el homicidio del jefe del Escuadrón Zárate de la Gendarmería. El comandante Marco Antonio Castillo recibió dos disparos en la cara efectuados por delincuentes que buscaban robar su bicicleta. Nunca había sido asesinado un gendarme de ese rango en actividad. Uno de los presuntos homicidas es un menor de 16 años que había sido detenido en febrero pasado por balear a un hombre y que, pese a esa grave delito, estaba en libertad.
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