Violencia de género: se multiplicaron por diez los pedidos de ayuda en Córdoba durante la cuarentena
CÓRDOBA. "Mi nombre es Nayla, soy de Córdoba y estoy en cuarentena esperando que mi expareja no me lastime hasta que pueda ir a una fiscalía para que ratifiquen mi denuncia por violencia de género. Como yo, hay muchas mujeres en todo el país, encerradas con un violento, esperando que la Justicia actúe y le aplique una orden de restricción o lo detenga. Por eso necesitamos que el Ministerio de Justicia disponga acelerar las investigaciones vinculadas a la violencia de género y que se pueda ratificar denuncias desde cualquier comisaría durante la cuarentena".
Nayla Rivero hizo este pedido a través de la plataforma Change.org; allí mismo contó que la semana pasada su ex ingresó "sin consentimiento" a su casa; ella llamó a la policía para que hicieran que se fuera, y le "sugirieron que lo arreglemos entre nosotros, por los chicos". El hombre se quedó y, cuando se fue a trabajar a la mañana siguiente ella trató de llamar al 144 (el número para denuncias de violencia de género). "Lo hice en tres oportunidades, finalmente me respondieron y me sugirieron que hiciera la denuncia en la comisaría para que fuera ratificada por la fiscalía".
En esta provincia, desde que comenzó el aislamiento social preventivo y obligatorio para contener los efectos expansivos de la pandemia del coronavirus, se decuplicaron las denuncias por violencia de género. Hay diez veces más que antes de que empiece la cuarentena: de un promedio de 30 llamadas por día, se pasó a 300. Un tercio de esos hechos ocurren dentro del hogar. El caso de Nayla es uno de ellos. Y su desarrollo y solución son procesos de resolución incierta.
Para ella, después de que finalmente la atendieran en el 144 y le dijeran que fuera a una seccional a radicar la denuncia para motorizar la intervención necesaria de la Justicia comenzó otro trámite tortuoso: en la primera comisaría a la que fue no le tomaron la denuncia, ya que el juzgado no estaba habilitado en ese lugar, pues se concentra por zonas. "Me mandaron hasta otra comisaría, donde sí funciona la fiscalía, pero me queda muy lejos. Mañana, cuando mi ex se vaya, intentaré ratificar la denuncia allí, pero no puede ser que me hagan tan complicado este proceso cuando lo que necesito es que me ayuden", dijo Nayla.
Rivero repasa que la orden perimetral recién entrará en vigor cuando el juzgado ratifique la denuncia y su expareja sea notificada. La recomendación que le dieron, cuenta, fue: "Guardá la denuncia para que no la vea".
"Mientras tanto, mi ex puede ir y venir cuantas veces se le ocurra. ¿Se dan cuenta de por qué nos matan? No solo por la violencia machista sino por la inoperancia del Estado en este ámbito. Como mujer me duele ver diariamente las noticias de femicidios, que no han parado en esta situación, pues la mayoría de las veces, el femicida está en nuestras casas. El Estado debe protegernos, no pueden soltarnos la mano en estos días en los que debemos quedarnos encerradas en casa", agregó en su pedido de que la acompañen en la solicitud de que el Ministerio de Justicia disponga un proceso rápido para ratificar las denuncias por violencia de género durante la cuarentena.
Intervenciones
Ayer, en el Hospital de Niños de Córdoba, se confirmó el primer caso positivo de coronavirus de un niño de tres años que llegó con síntomas febriles y respiratorios junto a sus dos hermanitos y a su madre, que también tiene el Covid-19. Fueron derivados desde el Polo de la Mujer, donde la mamá llegó por una denuncia de violencia de género; la familia vive en situación de pobreza en el barrio Nuestro Hogar III, al que se le impuso un cerco sanitario por 14 días. En la zona viven unas 5000 personas y no está claro todavía el nexo epidemiológico del niño y su madre. Por la cantidad de tests realizados podrían confirmarse nuevos casos.
Solo en Córdoba, de donde es la mujer, desde que comenzó el confinamiento obligatorio, en el Ministerio de la Mujer se reciben un promedio de 300 llamadas diarias, de las cuales el 29,1% da cuenta de situaciones de violencia ocurridas en el hogar donde se hace la cuarentena. Antes esas llamadas eran entre 30 y 50.
El 36,1% son consultas, y el 34,8%, pedidos de asesoramiento y contención. Entre las denuncias, la mayoría (76,7%) es por situaciones de violencia de género, abuso sexual, maltrato infantil y violencia familiar; el 12,6% por situaciones de violencia de terceros, sean vecinos o conocidos; y el 10,7% por violaciones a las medidas de restricción. Los datos son oficiales.
Desde el Ministerio de la Mujer indican que la crisis del Covid-19 reveló otras problemáticas, como la violencia doméstica, especialmente entre quienes se ven obligados a convivir en un mismo hogar. Desde el 20 de marzo se instrumentó un esquema de atención telefónica para responder consultas y demandas, y concretar denuncias por violencia familiar y/o de género, y abuso sexual.
En el primer mes de confinamiento se produjeron 210 detenciones, de las cuales 42 se realizaron luego de la activación del botón antipánico. También hubo 11 traslados a otras provincias de víctimas con indicadores de trata de personas, ya sea laboral o sexual, y la Brigada de Protección Integral a la Mujer (atención profesional en emergencia) intervino en 319 ocasiones: 192 casos por activación del botón antipánico, 45 por demanda espontánea, ocho por situaciones en la vía pública, 21 en el refugio y 47 por derivaciones de denuncias al teléfono habilitado.
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