Villa Gesell: "Todos tenemos miedo", dijeron Cinalli, Thomsen, Comelli y Ciro Pertossi
Los acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa no solo manifestaron su descontento contra la fiscal Verónica Zamboni, sino que también se presentaron como víctimas de un proceso que dicen no entender y por el que se sienten inseguros en el penal de Dolores. "Todos tenemos miedo", dijo Blas Cinalli, el mismo imputado que había tomado la palabra, el jueves pasado, ante el juez de Garantías David Mancinelli para asegurar que "ninguno quiso que pase lo que pasó". Hoy la táctica de los sospechosos del crimen fue mantener un discurso único con tres ejes: cuestionar a la fiscal, protestar contra la cobertura mediática del homicidio y mostrarse asustados por potenciales venganzas que podrían sufrir en prisión.
"Nos dijeron nada más que a un chico se lo habían entregado en un cajón a la familia. Tenemos todos miedo, por el tema de la cárcel, por la ventana nos gritan cosas, nos dicen que nos esperan. Nosotros nos sentíamos vulnerables porque también en las rondas de reconocimiento se filtraron muchas cosas de nosotros", expresó Cinalli, según consta en el expediente judicial tal como relataron diversas fuentes a LA NACIÓN.
Las exposiciones realizadas por cuatro de los sospechosos, los señalados por la fiscalía como coautores del homicidio de Fernando Báez Sosa, fueron muy similares, con las mismas ideas- fuerza apuntadas en el caso de Cinalli.
"Primero quiero saber si todo eso es lo que se me tenía que leer desde el primer día, ya que a mí no me explicaron nada el primer día, nos tuvieron ahí parados a todos juntos sin explicarnos nada, no sabía por qué estábamos ahí, lo único que se nos explicó es que la noche anterior se le había entregado a una familia un pibe en un cajón", indicó Máximo Thomsen en el momento de presentarse ante la fiscal Zamboni, con el juez Mancinelli presente en la audiencia.
"Fue lo único que se nos explicó -agregó Thomsen-, nosotros no teníamos ni idea de lo que estaba pasando, no sabíamos nada y al no saber nada y nunca tener un antecedente penal, nosotros confiamos en la Justifica; después nos dimos cuenta de que la fiscal nos mintió en la cara, nos hizo pasar a firmar papeles en distintas oficinas, que esos papeles nos enteramos después que decían que nos habían mostrado las fotos, videos y que nos habían explicado el hecho, y en realidad no se nos había explicado nada".
"Nosotros nos sentimos muy defraudados por la Justicia porque no se nos explicó nada, nos dijeron cosas que no entendíamos y nunca se nos dio el espacio para que nos expliquen qué era lo que estaba pasando", indicó Thomsen.
Y agregó: "A nosotros nos condenó la sociedad antes que cualquier otro juez o fiscal, nos condenaron los medios diciendo todo lo que supuestamente había pasado, ellos tenían los videos y nosotros nos enteramos por nuestra familia el día de visitas, ya privados de la libertad, nos enteramos todo lo que había pasado ese día, porque nunca nos lo habían explicado".
Además de afirmar que viven "con miedo", Thomsen aseveró: "Quiero aclarar que en la cárcel no estamos como dicen los medios, que dicen que tenemos aire acondicionado, que tenemos ventiladores, que somos presos VIP. Estamos toda la noche escuchando lo que nos dicen los otros presos, que nos gritan que tienen precio nuestras cabezas, que Burlando los va a defender, que nos quieren violar, nos gritan de todo por la ventana".
Por su parte, Ciro Pertossi, otro de los señalados por testigos como autor directo de los golpes a Fernando Báez Sosa, expresó: "Yo declararía, pero no en frente de Zamboni, porque me genera cierta desconfianza, ya que no sé si lo que voy a decir acá va a salir en los medios, como ya estuvo pasando, que se filtraron cosas".
"Nosotros lo único que queremos es que todo esto termine -aseguró-. Tenemos ganas de declarar, porque ya no soportamos la presión de los medios, de los presos, que nos vienen amenazando cada día, nos enteramos que en otros penales también tenemos amenazas; o sea, no podemos ir a ningún lado".
Todos los acusados que hablaron lo hicieron para exponer la sensación de temor sentida por los días tras las rejas. "Por medio del teléfono que nos da el penal, nos enteramos de que hasta los propios guardias nos esperan en otros penales con amenazas", dijo Ciro Pertossi.
Incluso compartieron una línea temática de mostrarse amenazados por supuestas acciones del representante legal de la familia Báez Sosa. "Lo único que tenemos nosotros es miedo de que nos pueda llegar a pasar algo, porque los mismos internos nos dicen que a nosotros nos pueden lastimar y nos les va a pasar nada porque el propio Burlando les dijo que los defendería", dijo Ciro Pertossi.
"Imagínese -aseguró refiriéndose al juez Mancinelli- lo que me podrían hacer los internos, si un simple policía con las esposas me abre una herida de una operación que tengo en la muñeca izquierda".
Por la misma línea avanzó el relato de Enzo Comelli: "Nos acusaron de que se le tuvo que entregar a una familia un hijo en un cajón y nosotros nos quedamos anonadados por el hecho de que no entendíamos qué sucedía".
"Recibimos muchos insultos y amenazas de parte de otros internos por ventanas a la madrugada, a la tarde, a toda hora. Nos quieren asustar gritando nuestros apellidos reiteradamente, grabando videos, esperándonos en los pabellones", fue el mensaje de Comelli transmitido durante su indagatoria como acusado del homicidio de Fernando Báez Sosa agravado por la premeditada participación de dos o más personas y la alevosía.
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