Villa Gesell: siguen las ruedas de reconocimiento e inician los peritajes a los celulares
La investigación por el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell continúa hoy con la tercera jornada de ruedas de reconocimiento de los 11 acusadosy el inicio del peritaje a los teléfonos celulares secuestrados en la causa, informaron hoy fuentes judiciales.
En esta sede, que funciona en la Escollera Norte marplatense, los peritos de la División de Operaciones Técnicas de la Policía Federal Argentina analizarán los teléfonos de los 10 rugbiers que continúan detenidos por el crimen y del remero Pablo Ventura, de 21 años, quien está imputado pero excarcelado desde el martes último.
"Estoy bien por suerte, muchísimo mejor, más normal", expresó ayer a C5N el propio Ventura, quien se encuentra alojado en un hotel de Villa Gesell junto a su padre, José María, a disposición de las medidas que disponga la fiscal de la causa, Verónica Zamboni.
Jorge Santoro, abogado de Ventura, explicó ayer a Télam que su defendido participará hoy de la tercera jornada de rueda de reconocimientos y recordó que en las primeras dos, realizadas el jueves y viernes últimos, no fue señalado por ninguno de los cinco testigos que participaron de las diligencias.
Hoy prometió sumarse a esta rueda de reconocimiento el abogado Fernando Burlando, que se hizo cargo de la representación de la familia de la víctima. Hasta el momento, su lugar lo había ocupado aquí Fabián Améndola, colega de su estudio.
Con en las anteriores oportunidades, los convocados para hoy son amigos de la víctima que estuvieron aquella noche en la discoteca, cuando Báez Sosa primero tuvo un roce con alguno de sus asesinos.
Dos celulares, un desafío para los peritos
Dos teléfonos celulares, con sistema de encriptación casi inexpugnable, se convierten en el principal desafío para los peritos que a partir hoy comenzarán a revisar y analizar los equipos portátiles de los diez detenidos.
Los investigadores del caso esperan que la División de Operaciones Técnicas de la Policía Federal, con sede en Escollera Norte de Mar del Plata, pueda encontrar allí algún mensaje, imagen fotográfica, video o algún otro indicio que pueda ratificar su presencia y participación en este hecho que los mantiene detenidos desde la mañana del pasado sábado 21.
Los teléfonos cuyos contenidos podrían quedar en un enigma son marca iPhone. La Justicia ya tiene antecedentes de dificultades para ingresar a la memoria de los equipos de esta marca. Fuentes de la investigación confirmaron que ninguno de los diez detenidos aportó la clave de acceso a sus teléfonos. Sólo lo hizo Pablo Ventura, el remero que permaneció en un calabozo durante tres días y fue liberado porque se pudo comprobar que aquella noche no estuvo en Villa Gesell.
La fiscal Zamboni, a cargo del expediente, espera además que del peritaje telefónico surja también la ubicación de cada uno de los imputados. Para eso se buscará determinarán en la órbita de qué antenas de las empresas prestadoras del servicio se activaron esos equipos entre aquella madrugada y mañana del homicidio.
Estudios toxicológicos
Además se espera que esta semana avancen en la ciudad de Dolores los estudios toxicológicos sobre muestras de orina y sangre tomadas a los acusados apenas fueron detenidos y las manchas hemáticas que se advirtieron en prendas que les fueron secuestradas a los diez jóvenes. Entre ellas, una zapatilla cuya suela quedó literalmente estampada en el rostro de Báez Sosa. Ese rastro se derivó para la correspondiente scopometría que permitirá cotejar si es compatible con alguno de los calzados que tenían los jóvenes en su poder.
Los rugbiers ya reconocidos por testigos
Hasta el momento, en las ruedas cinco testigos ya reconocieron a siete de los rugbiers detenidos y señalaron a dos de los acusados, Máximo Thomsen, de 20 años, y Enzo Comelli, de 19, como quienes atacaron físicamente a Báez Sosa, de 19.
En el caso de Ciro Pertossi, de 19 años, un testigo dijo el jueves que creía haberlo visto dentro del boliche Le Brique, pero no fue contundente, y al menos uno el viernes indicó que había golpeado en la calle a otro joven.
Por su parte, Ayrton Viollaz, de 20, fue identificado en una de las ruedas del viernes como quien agredió a un amigo de la víctima en la calle, y le "impidió brindarle ayuda" mientras era atacado; mientras que a Matías Benicelli, de 20, dos testigos del viernes lo ubicaron como "arengador" durante el ataque.
En tanto, Lucas Pertossi, de 20, no fue identificado en la tanda del viernes, pero al menos uno de los testigos del jueves dijo que creía reconocerlo, aunque no pudo precisar en qué situación.
Y en el caso de Luciano Pertossi, de 18, fue ubicado como parte del grupo por un testigo, y al menos por otro, como uno de los agresores dentro del boliche.
Según las fuentes, los únicos tres detenidos que no fueron señalados en absoluto en ninguna de las dos jornadas fueron Alejo Milanesi, de 20, Blas Cinalli, de 18 y Juan Pedro Guarino, de 19.
Ruedas de reconocimiento, celulares, prendas y calzados
Además de las ruedas y la apertura de los celulares, esta semana también se llevará a cabo en Dolores el peritaje químico y de rastros para determinar si en las prendas y calzados incautados hay manchas de sangre.
En caso de arrojar resultado positivo se realizará luego un cotejo de ADN para establecer a quién pertenece esa sangre, explicó a Télam un vocero judicial.
La misma fuente añadió que aún no hay fecha para llevar a cabo el peritaje scopométrico que va a comparar la "impronta" que dejó en la piel de la víctima una zapatilla, cuyo "modelo y tipo" fue identificado por la Policía de Tierra del Fuego, con el calzado incautado.
Por su parte, los diez rugbiers continuaban detenidos en la comisaría 1° de Pinamar donde ayer recibieron visitas.
Los padres de Thomsen
"No hicieron ningún plan para matarlo (a Fernando), eso es una locura", dijo a la prensa el padre de Thomsen al retirarse de la seccional.
A su vez, ayer también se conoció que la madre de este detenido, Rosalía Zárate, renunció a su cargo como secretaria de Obras Públicas de Zárate.
El día del asesinato
El crimen de Báez Sosa ocurrió la madrugada del sábado 18 de enero, frente al boliche Le Brique, en avenida 3 y Paseo 102, del centro de Villa Gesell, en donde el joven fue atacado a golpes de puño y patadas en plena vía pública y murió.
Ese mismo día, los diez rugbiers fueron detenidos en una casa que alquilaban a pocas cuadras de la escena del crimen, mientras que a Ventura lo arrestaron en Zárate, de donde el joven afirma nunca haber salido durante la noche del crimen.
Todos están imputados del delito de "homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas", Thomsen y Ciro Pertossi como "coautores" y el resto como "partícipes necesarios".
Con la colaboración de Darío Palavecino.
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