Video: un repartidor no soportó la demora de un pedido de sushi y rompió una pared de un local de Caballito
La Policía de la Ciudad capturó a un repartidor de una aplicación luego de que rompiera una pared de durlock con una banqueta por la demora de un paquete; el hombre admitió haber “perdido la cordura”
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La Policía de la Ciudad detuvo a un repartidor de una aplicación de delivery que generó provocó destrozos en un local de sushi del barrio porteño Caballito. Si bien el hecho ocurrió durante la madrugada del miércoles pasado, cuando el hombre de 45 años rompió una pared de durlock con una banqueta luego de que se enojara porque el pedido que debía entregar se demorara, las imágenes se dieron conocer hoy.
Desde la Policía porteña informaron a LA NACION que el personal de la Comisaría Vecinal 6A arribó al comercio gastronómico ubicado en la avenida Acoyte al 100 donde un repartidor, que trabajaba con su moto, había adoptado una actitud violenta con los empleados porque el pedido que esperaba estaba demorado.
Una vez en el lugar, los uniformados constataron los incidentes y arrestaron al repartidor, quien en su declaración confesó “haber perdido la cordura” debido a la espera del pedido que tenía que entregar.
En la causa intervino la Unidad Fiscal de Flagrancia Oeste, a cargo del Dr. Federico Gotusso, que avaló la detención del delivery y dispuso “el labrado de las actuaciones por daños”.
Un hombre reconoció al ladrón que le robo en la casa y lo llevó a la comisaría
Tal como publicó LA NACION el 15 de junio, un hombre hizo justicia por mano propia cuando reconoció en una parada de colectivo de Tigre al hombre que le había desvalijado la casa. El ladrón, quien llevaba una mochila de repartidor, recibió una golpiza y fue entregado a las autoridades policiales. El episodio fue captado por las cámaras de del Centro de Operaciones Tigre (COP) donde se puede ver el momento exacto en el que la víctima aborda al delincuente, que estaba distraído, lo tira al piso y comienza a golpearlo.
Dentro de la mochila de delivery, el ladrón llevaba un revólver calibre 22, un pistolón, municiones y una cuchilla de más de 30 centímetros de largo, lo que sirvió como evidencia para constatar que había sido el partícipe del robo que el hombre denunció.
Inmediatamente, un vecino que fue testigo del hecho dio la alerta, por lo que los operadores del centro de monitoreo solicitaron móviles policiales. “¿Me podrías mandar un móvil acá a la terminal que se están cagando a piñas?”, dijo un hombre a los tótems de seguridad instalados en una de las zonas más transitadas del partido de la zona norte bonaerense.
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