Víctor Hortel, un militante con varias polémicas
Se definía como "orgullosamente K"; su perfil progresista le generó problemas dentro del SPF; quedó en medio del escándalo por las salidas del "Vatayón"
Víctor Hortel renunció a su cargo como director del Servicio Penitenciaro y desplazó a otros 19 funcionarios del penal de Ezeiza luego del cinematográfico escape de 13 internos de la cárcel de máxima seguridad del país.
Hortel, platense de nacimiento, duró en su cargo dos años y cuatro meses. En abril, el ministro de Justicia Julio Alak lo designó en reemplazo de Alejandro Marambio. Tenía el respaldo de Cristina Kirchner y buena llegada a La Cámpora. Además, el ministro se decidió a nombrarlo porque sentía un profundo respeto por Eduardo Carlos Hortel, el padre fallecido de Víctor, quien fue profesor de derecho procesal penal en la Universidad de La Plata y miembro de la Cámara Penal de esa ciudad.
Su ingreso al SPF generó divisiones internas desde un comienzo. Su perfil progresista tuvo fuerte resistencia en la línea dura del sistema penitenciario, donde soportó distintas presiones.Entre otras cosas, abrió muchos cargos jerárquicos en los penales para las mujeres.
"La postura doctrinaria de hacer una mejor cárcel es una trampa, porque eso es más encierro. Es funcional a la no abolición de la cárcel. Lo que tratamos es que no sea mejor, sino que sea menos cárcel", dijo el año pasado durante una conferencia. Su teoría carcelaria se sintetiza en que "sólo se debe restringir la libertad ambulatoria (no otras), y lo menos posible".
Militante
Hortel se define a sí mismo como un militante. "No soy estrictamente director nacional del SPF, sino además soy militante. Desde mucho tiempo antes", dijo durante esa misma conferencia, realizada ante miembros del Vatayón Militante, una agrupación circana al kirchnerismo que organiza salidas y eventos culturales para los reclusos.
Su cercanía con dicha agrupación le costó varias acusaciones al ahora ex director del SPF. En 2011 participó en una murga dentro del penal de Marcos Paz. Allí estuvo junto al detenido Pablo Díaz, condenado a cadena perpetua por violar y asesinar a Soledad Bargna, en 2009, durante una salida transitoria.
Hortel, además, se mostró orgulloso de su militancia peronista, progresista y kirchnerista. En su cuenta de Twitter, se presentaba como "Negro de Mierda. Peronista. Pincharrata. Abogado Penalista. Orgullosamente K".
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