Experiencia inédita: víctimas del delito participaron de una clase con alumnos de Derecho de la UBA
Estudiantes de Derecho que cursan en la Universidad de Buenos Aires (UBA) participaron, vía Zoom, de una clase especial: por primera vez, víctimas del delito y de la inseguridad vial hablaron ante alumnos de su experiencia con la Justicia y se hicieron escuchar ante futuros abogados.
"Para nosotros es un gran avance esta posibilidad. Tiempo atrás era impensado llegar a la UBA. Las víctimas, como pasa en los procesos judiciales, eran invisibles en las facultades de Derecho. Siempre se hablaba del victimario. Se hablaba muy poco o nada de la víctima. Creemos que esta posibilidad de que los alumnos escuchen nuestras experiencias y el dolor vivido en la Justicia es clave para su formación y pensamos que para lograr un cambio de paradigma verdadero en esta situación, poder llegar a los estudiantes de Derecho que van a ser los próximos jueces, fiscales y abogados es muy importante para que incorporen la visión de la víctima. Para nosotros es un gran avance, un logro", dijo a LA NACION Matías Bagnato, sobreviviente de la denominada Masacre de Flores, ocurrida en febrero de 1994 y donde murieron en un incendio intencional sus padres, sus hermanos y un amigo de la familia.
Bagnato fue uno de los expositores de la clase especial de la materia Derechos de las Víctimas, que se dicta en la carrera de Derecho de la UBA. El docente a cargo es el abogado y funcionario judicial Pablo Flores. También participaron Viviam Perrone, una de las fundadoras de la asociación Madres del Dolor; Jimena Aduriz, la madre de Ángeles Rawson, la adolescente que asesinada por el encargado del edificio de Palermo donde vivía; Alberto Lebbos, padre de Paulina, una joven que mataron en Tucumán; Guillermo Bargna, cuya hija, Soledad, murió a manos de un violador, y Luciana Carrasco, subdirectora del Observatorio de Víctimas del Delito del Congreso de la Nación.
Cuando terminó la clase, los alumnos le enviaron a Flores mensajes de WhatsApp donde expresaron su satisfacción por la experiencia. "La clase fue muy movilizante e inspiradora", "excelente experiencia y muy linda materia", "debería ser obligatoria", fueron algunos de los chats que le llegaron al docente.
La materia Derechos de las Víctimas no es obligatoria, sino optativa. "Me parece importante que por primera vez, y sobre todo en este contexto de aumento de la delincuencia, las víctimas tengan la oportunidad de transmitirles a los futuros jueces y profesionales del Derecho sus experiencias, inquietudes y necesidades", afirmó Flores a LA NACION.
La iniciativa nació después de que Flores viajara para estudiar a la Escuela Judicial de España, después de obtener una beca del Consejo de la Magistratura español. El letrado, según explicó, hizo un trabajo en el que investigó el grado de avance en el reconocimiento de los derechos de las víctimas en Europa y América, en particular, en la Argentina.
Flores aprobó con un diez y a su regreso a la Argentina propuso que la Escuela Judicial Argentina, que depende del Consejo de la Magistratura de la Nación, incorpore en su currícula una materia sobre Derechos de las Víctimas, con la intención de formar a los magistrados, funcionarios y empleados del Poder Judicial en atención a las necesidades y derechos de las víctimas.
"La realidad es que ni los jueces ni ningún empleado judicial recibe formación al respecto", recordó Flores.
Así, a finales de 2017, la materia comenzó a dictarse en la Escuela Judicial Argentina y las víctimas comenzaron a hablar sobre sus experiencias ante funcionarios judiciales.
El buen recibimiento de la experiencia entre los funcionarios judiciales hizo que el interés llegara a la UBA, donde Flores y la jueza federal Sandra Arroyo Salgado se propusieron dictar la materia.
"Ahora, la Facultad de Derecho de la UBA es una de las pocas facultades de América Latina que tiene incorporada en su currícula una materia para formar a los futuros profesionales en los derechos y las necesidades de las víctimas de delitos y he tenido el honor de ser designado docente a cargo de la materia", explicó Flores.
Carrasco coincidió con Bagnato en que la palabra "víctima" no existía en la UBA. "Hubo una oleada 'zaffaronista' que eliminó la palabra víctima de la educación. Fue muy difícil hacerles entender a los jueces que debían escuchar a las víctimas en los procesos judiciales. No tenemos dudas de que el gran cambio debe darse en las universidades".
Perrone, madre de Kevin Sedano, el chico de 14 años que murió en 2002 después de ser arrollado y abandonado por un automovilista en Olivos, Vicente López, está orgullosa de que en una universidad pública haya un espacio para las víctimas. "Es la primera vez que se dicta una clase sobre el derecho a las víctimas. Siempre escuchamos sobre los derechos de quiénes nos ponen en este lugar, los derechos del imputado. Me parece bien que se trate sobre el derecho de los presos y el de los imputados, pero también estamos las víctimas. La balanza de la Justicia debería ser equitativa. Tenemos muchas esperanzas de que esto siga y pensamos que debería ser una materia obligatoria en la carrera de abogacía".
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