Viajes a los EE.UU., alquiler en Puerto Madero y camionetas 4x4, los lujos de la banda que robaba en Núñez y Belgrano
Tras una investigación de cinco meses, detectives de la Policía de la Ciudad detuvieron a ocho delincuentes acusados de haber participado en varios asaltos; buscan a dos prófugos
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“Elevado grado de planificación”. Así, el fiscal José María Campagnoli definió a una banda delictiva que entre el 29 de marzo y el 29 de junio pasados protagonizó una serie de robos en casas de los barrios de Belgrano, Núñez, Colegiales, Coghlan, Villa Ortuzar, Villa Devoto y Villa del Parque. Entre las víctimas de los ladrones estuvieron los reconocidos actores Arturo Puig y Selva Alemán. En los atracos, los delincuentes se hicieron de un botín de joyas, relojes de primera marca, monedas de oro, dólares y sumas millonarias en pesos. Hasta su desbaratamiento, tras la detención de ocho sospechosos, la “empresa criminal” hizo que sus integrantes llevaran un nivel de vida que les permitió viajar a los Estados Unidos, alquilar un departamento en Puerto Madero y adquirir camionetas 4x4 y autos de alta gama.
Así se desprende de un dictamen del fiscal Campagnoli donde pidió la detención de diez sospechosos y una serie de allanamientos que fueron ordenados por la jueza en lo criminal y correccional porteña Fabiana Galetti, magistrada que interviene en la causa.
Dos de los delincuentes están prófugos, según informaron a LA NACION fuentes judiciales. El representante del Ministerio Público elogió el trabajo hecho por los detectives de la Policía de la Ciudad que permitió identificar y atrapar a los ladrones.
“Las características reveladas en cada caso dan cuenta de que se trata de una banda que evidencia un elevado grado de planificación en la comisión de estos hechos, que se inicia mucho antes de que se motorice la ejecución del asalto final. En todos los casos, los delincuentes seleccionan casas suntuosas que presentan características comunes, pues en todos los casos lucen conformadas por dos o tres pisos, en su mayoría se encuentran protegidas por rejas que separan sus patios delanteros con la vía pública, y exhiben en su frente, en casi todos los casos, portones de garaje de grandes dimensiones que suelen elegir como primer acceso hacia el interior del domicilio. En todos los casos, esta organización criminal repite una específica metodología que se caracteriza por la ejecución de los hechos mediante el ejercicio de fuerza sobre los accesos a las casas que escogen, ya sea sobre las cerraduras de las puertas principales, los vidrios o los barrotes de las rejas que protegen las ventanas. Una vez dentro, en caso de dar con ocupantes, buscan sorprenderlos mientras se encuentran durmiendo en el interior de sus cuartos y, así, rápidamente se abalanzan sobre ellos y ejercen un elevado y peligroso grado de violencia física para neutralizar cualquier tipo de resistencia de su parte y garantizarse así el apoderamiento ilegítimo que pretenden”, sostuvo Campagnoli en el citado dictamen, al que tuvo acceso LA NACION.
El primer hecho que se le adjudica a la organización criminal ocurrió en la casa de los actores Puig y Alemán, en la calle Migueletes, en Belgrano. Los ladrones irrumpieron en la propiedad después de cortar las rejas de uno de los ventanales.
Los delincuentes aprovecharon que el inmueble estaba vacío. Puig, de 78 años, estaba internado en la Clínica Zabala porque había contraído dengue. Su esposa lo acompañaba. Se apoderaron de dos pares de aros ámbar con piedras plateadas marca Swarovski, un reloj Chronograph, dos relojes Victorinox, un reloj Emporio Armani negro, un reloj Tagheuer azul, 3000 dólares, un collar enchapado en oro, siete pulseras de plata, un collar de la casa de joyas Belgiorno y ropa, para después escapar en un automóvil Citroën C4 Cactus.
Casi un mes después, el 26 de abril pasado, la banda volvió a actuar. En esa oportunidad, el “blanco” elegido fue una casa situada en Cramer al 2900, en Núñez. Los ladrones sorprendieron al propietario cuando dormía. La víctima fue inmovilizada. “Le taparon tanto los ojos como la boca con almohadas, la maniataron colocándole precintos en las muñecas, le ubicaron sus manos sobre la espalda y la dejaron acostada boca abajo”, según se desprende del expediente judicial. Los ladrones se robaron 1200 dólares, 40.000 pesos, una mochila Adidas, un taladro rotopercutor industrial de 12v con sus accesorios, una campera para lluvia y un set de toallas.
Una madrugada, la banda protagonizó dos robos con diferencia de dos horas. Uno de los atracos ocurrió en La Pampa al 4100, en Villa Ortuzar, y en Delgado al 700, en Colegiales. De una de las casas, los delincuentes se llevaron, 6800 dólares, un reloj antiguo que la víctima había recibido en herencia, tres monedas mexicanas de oro y una cámara fotográfica modelo Eros Rebel T100, objetos valuados en 10.000 dólares.
“Es dable puntualizar que los perpetradores [sic] utilizan un mismo modus operandi para ejecutar los diversos eventos estudiados, pues arribaban en horas de la madrugada a las viviendas seleccionadas oportunamente y lo hacían a través de distintos vehículos, cuyas chapas patentes alteraban en cada uno de los sucesos (utilizarían placas clonadas o sustraídas de sus vehículos originales)”, explicó el fiscal Campagnoli.
En uno de los golpes, ocurrido la madrugada del 1 de junio pasado en una casa del barrio de Villa Devoto, la banda se hizo de un botín de 13 millones de pesos que las víctimas tenían en una caja fuerte.
En otro de los hechos investigados, ocurrido el 29 de junio pasado en Colegiales, después de reducir a las víctimas, que fueron sorprendidas, mientras dormían, los ladrones gritaron: “¿Dónde está la plata? Decinos, dale, sabemos que vendiste”. Tenían el dato de una operación inmobiliario que había ocurrido 48 horas antes. Se llevaron joyas y 70.000 dólares.
“Para llevar a cabo los 11 asaltos bajo estudio, los miembros de esta organización se valieron, al menos, de un Citroën C4 Cactus, Peugeot 208, Volkswagen Golf, Jeep Renegade y Peugeot 3008 a los cuales le fueron sustituyendo las chapas patentes a medida que transcurría el tiempo y perpetraban los ataques, con el claro propósito de evadir el accionar policial y no ser descubiertos”, según el expediente judicial.
Como se dijo, en su dictamen, el fiscal Campagnoli elogió el trabajo hecho por los detectives de la Policía de la Ciudad para identificar y detener a los sospechosos.
“El prolijo trabajo de investigación llevado adelante por la División Investigaciones Comunales 13, la Sección Apoyo Rápido a Intervenciones de Monitoreo, la División Extracción y Análisis de imágenes y, en definitiva, el Departamento de Monitoreo de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, ha permitido, más allá de que los vehículos exhibían placas diferentes, tener por acreditado que todos estos episodios son producto de una misma empresa criminal”, afirmó el representante del Ministerio Público.
Uno de los sospechosos atrapados, identificado en el expediente judicial como Cristian Gabriel Robledo, alquilaba un departamento en un edificio de Petrona Eyle al 300, en Puerto Madero, por el que pagó, 2040 dólares por 90 días.
“Por su parte, la empresa Autopistas Urbanas SA informó que Cristian Gabriel Robledo adhirió al sistema de Telepase una camioneta Volkswagen Amarok, un vehículo Mercedes Benz GLE, un Fiat 500, un auto BMW 135i, y una camioneta Jeep Renegade Sport”, según el expediente judicial.
Además, Robledo, en junio pasado, viajó a los Estados Unido juntos con su pareja. Cada pasaje en avión le salió 1053 dólares. La pareja se fue el 19 de junio pasado y regresó el 5 de julio último.
Después, la pareja viajó a Chile, según los registros migratorios consultados por los investigadores. La novia de Robledo, a mediados de julio, volvió a subirse a un avión para volar a los Estados Unidos.
No es la primera vez que a Robledo lo acusan de robar casas. En 2020 y 2021, LA NACION publicó una investigación del por entonces fiscal de Vicente López Alejandro Musso (hoy a cargo de Unidad Fiscal Especializada en Investigaciones de Ciberdelito del Departamento Judicial de San Isidro) sobre una banda que, después de hacer pasar por operarios de empresas de TV por cable, irrumpía en inmuebles. Esa organización criminal se había hecho de un botín de 100 millones de pesos en diez atracos.
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