Viajes a Europa: “¿Puedo ofrecerle U$S 100 por cada chica que convenza?”, la propuesta de un reclutador de “mulas” a un narco
Cristian Maceri, un estudiante de Ciencias Económicas detenido en Palermo, continuará detenido con prisión preventiva después de que la Justicia rechazara un pedido de excarcelación presentado por su defensa
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Fue la primera y la que más confió en el “proyecto”. Entonces, para Cristian Maceri, M. A. B. no solo se merecía un “premio extra”. Tenía planes ambiciosos para ella. A la joven de 19 años la veía como una suerte de “embajadora” para que contara que todo había salido bien. “Le dije que por cada chica que viaje te mereces 100 dólares. ¿Te parece justo?”, le preguntó a la joven de 19 años que había regresado de España después de entregar la mercadería que llevó ocultó en su cuerpo: 61 cápsulas con cocaína.
Era cierto, Maceri, de 33 años y estudiante de Ciencias Económicas, había hablado del tema con Luis Loza Quiroga, el proveedor de la cocaína. “¿Puedo ofrecerle 100 dólares por chica que convenza? Así empieza a decir que fue todo increíble. Está con mucho dolor de panza y no quiero que diga eso”, le propuso el universitario y vecino de Palermo al narco. La conversación ocurrió el 22 de julio pasado a las 10.51, cuando M. A. B. estaba arriba del avión de que la iba a llevar a Madrid, España.
Es decir, que Maceri pretendía que M. A. B. convenciera a otras jóvenes para que sean “mulas” (eufemismo que sirve para definir a las personas que introducen estupefacientes en su organismo para intentar burlar, así, los controles de las fuerzas de la seguridad y concretar el tráfico de drogas) de la organización.
“Esto demuestra el método ´celular´ que utilizan las organizaciones narco. Delegan en las ´mulas´ la convocatoria de otros postulantes. De esta forma, los líderes de la organización quedan lejos de los sospechosos que viajan con la droga. La gran mayoría de las veces, las ´mulas´ no tienen contacto con la ´cabeza´ de la banda”, explicó a LA NACION un experimentado detective judicial que tuvo a su cargo la investigación de numerosos casos de contrabando de cocaína.
Ahora, Maceri y M. A. B, ambos detenidos por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) están procesados por el contrabando de cocaína. Loza Quiroga, apodado Blas y de nacionalidad boliviana, tiene orden de captura nacional e internacional.
En las últimas horas, el juez Marcelo Aguinsky, a cargo de la investigación, rechazó el pedido de excarcelación presentado por la defensa de Maceri.
“Se encuentra acreditado en el marco de las actuaciones principales que era Maceri quien se ocupaba no solo de reclutar a las personas que se encargarían de los traslados, sino también que era el encargado de conocer el estado en el que se iban encontrando sus viajes y de que se coloquen la sustancia estupefaciente en las distintas partes de sus cuerpos, en pos de dificultar su detección por parte del personal preventor”, sostuvo el fiscal Emilio Guerberoff al fundamentar su dictamen donde se opuso a la excarcelación del sospechoso.
El representante del Ministerio Público Fiscal para emitir su opinión desfavorable a la excarcelación de Maceri también tuvo en cuenta la información obtenida a partir de las intervenciones telefónicas ordenadas por el juez Aguinsky.
“Dato no menor y que incluso resulta de vital importancia al momento de fundar el temperamento ya anticipado y que se emitirá mediante este pronunciamiento, es que de las transcripciones aludidas también se desprende que Maceri exteriorizó ´…tengo la próxima camada lista…´, lo cual evidencia su clara intención de continuar concretando las tareas ilícitas por las que se encuentra procesado”, recordó el fiscal Guerberoff en su dictamen, al que tuvo acceso LA NACION.
El representante del Ministerio Público se refería a una conversación entre Maceri y Loza Quiroga, el presunto proveedor de a cocaína: “Esta chica [por M. A. B.] es la puerta a las otras, tengo la próxima camada lista”, fue la frase textual del estudiante universitario. Para Guereroff, el diálogo es una prueba del “rol trascendental” que tuvo el estudiante de Ciencias Económicas, detenido por la PSA en su departamento de Palermo.
En la causa, además de Maceri y M. A. B., está procesada otra “mula”. Se trata de una joven de 20 años, solo identificada como A. S. F., de 20 años y vecina de Villa del Parque. Su detención, el 29 de julio pasado, en el aeropuerto internacional de Ezeiza cuando estaba por subir a un avión para volar a Barcelona, España, fue el puntapié de la investigación.
Cuando estaba por embarcar, la pasajera fue entrevistada por personal de la PSA y de la Aduana. Respondió de forma “incongruente” y “dubitativa”. Poco después quedaría internada y detenida: las imágenes del escáner de rayos X revelaron la “presencia de cuerpos extraños en el organismo”. Ella misma confesó que llevaba “un paquete introducido por vía vaginal”. Eran 78 cápsulas con cocaína.
La joven estuvo internada en el Hospital Zonal General de Agudos Doctor Alberto Antranik Eurnekian de Ezeiza hasta que pudo evacuar todas las cápsulas. Después fue indagada por el intento de contrabando.
“No solo respondió de forma dubitativa, también lo hizo de manera incongruente. Entonces, se decidió convocar a dos testigos y se le realizó un control corporal, no invasivo, mediante equipo de rayos x denominado Body Scan. El operador del equipo técnico visualizó una imagen dudosa en cuanto a la posible presencia de cuerpos extraños en el organismo”, explicó, en su momento, a LA NACION una fuente de la investigación.
Tras la “imagen dudosa” que arrojó el Body Scan, la PSA se comunicó con funcionarios del Juzgado en lo Penal Económico N° 6, a cargo del juez Aguinsky, que estaba de turno hasta el lunes pasado.
“El juez Aguinsky dispuso que se realice una requisa sobre la pasajera, detectándose que presentaba, en su zona genital interna [sic], elementos extraños, manifestando espontáneamente, que transportaba un paquete introducido vía vaginal”, sostuvo una fuente al tanto del expediente.
Tras la “confesión”, la pasajera fue trasladada al citado hospital, donde estuvo internada hasta que pudo evacuar todas las cápsulas.
Un día después de la detención de la “mula”, según pudieron reconstruir los investigadores, Maceri se comunicó con Blas. “Hola amigo. Todavía no tenemos noticias [de la joven]. Hay dos opciones: se escapó una vez que llegó a Ezeiza y se escondió o la agarraron cuando hacía migraciones. Para la primera [opción] te puedo pasar la dirección de la madre y de algunas de sus amigas/novios y ver si aparece. Para la segunda, habría que hablar con un abogado para que la defienda y otro distinto para mí. Porque el Uber lo tomó desde mi casa y a mí me vienen a buscar seguro. Yo estoy complicado porque conectarme a mí es muy fácil”, sostuvo el reclutador.
Maceri no equivocaba. No fue difícil llegar hasta él. A pesar de que A.S.F. se negó a declarar, los detectives de la PSA pudieron avanzar. Al analizar las imágenes de las cámaras de seguridad instaladas por Aeropuertos Argentina 2000 en la terminal internacional de Ezeiza se pudo identificar el auto en el que había llegado la “mula”.
“La muchacha había llegado al aeropuerto en un automóvil que hace viajes que se piden por medio de un app. Se logró identificar al chofer del vehículo y fue citado a prestar declaración testimonial”, relataron fuentes de la causa.
Bajo juramento de decir la verdad, el chofer recordó dónde había comenzado el viaje que finalizó en el aeropuerto internacional de Ezeiza. Si bien no pudo precisar de qué edificio había salido la pasajera, dio detalles de la zona.
Fue así que, tras tareas investigativas en la zona de La Imprenta, y con la información obtenida en el teléfono celular de la “mula”, los detectives de la PSA pudieron identificar el edificio y el departamento donde vivía Maceri, en Migueletes al 700, en Palermo, y, en consecuencia, el juez Aguinsky ordenó la detención.
En el operativo donde se detuvo al sospechoso, el personal de la PSA secuestró un teléfono celular y una computadora.
Tras 50 días desde que se inició la investigación, la causa tiene a tres sospechosos procesados: Maceri, detenido con prisión preventiva, y las dos mulas, ambas excarceladas. Además, el proveedor de la droga está identificado y con orden de captura (Loza Quiroga). Ahora resta ponerle nombre y apellido a otro integrante de la banda que por ahora solo se conoce por su apodo: Colombia.
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