La droga dispara otros delitos en la ciudad
Es la relación que establecen los vecinos que actúan en los foros de seguridad
El avance de la droga en la ciudad de Buenos Aires es la principal preocupación que comparten vecinos de las 15 comunas. Le siguen varios delitos: las entraderas, los robos en casas y departamentos, los asaltos a los chicos a la salida de los colegios y los arrebatos a manos de motochorros.
Esa preocupación, y a la vez diagnóstico, fue expresada en la ronda de reuniones de los Foros de Seguridad Pública (Fosep) de este año, realizadas en las últimas semanas, en las que LA NACION escuchó el malestar de los vecinos.
La venta y el consumo de sustancias prohibidas no solamente aparecieron como el problema más expandido en los barrios de Buenos Aires, sino que, en muchas ocasiones, fueron señalados como el disparador de distintos delitos.
Otra inquietud coincidente en las comunas fueron los hechos de inseguridad a la salida de los colegios, pues los chicos son blancos fáciles. Además, en muchos casos, también se denunció la oferta de droga en las cercanías de los establecimientos educativos.
Tanto el consumo y venta de drogas y los distintos delitos que aquejan a los porteños surgen de los reportes de los vecinos. Estas situaciones se dan en varias ocasiones, por ejemplo, durante noche en el parque Las Heras, en Palermo; en el pasaje Esparza al 100, en Balvanera; en las inmediaciones del asentamiento El Playón, sobre Fraga, en Chacarita; un edificio de siete pisos usurpado en Campana y Yerbal, en Floresta; las inmediaciones de las vías del ferrocarril Sarmiento o distintos puntos sobre Ramón Falcón en Liniers, Floresta y Villa Luro.
También aparecieron como focos conflictivos los accesos a la villa 1-11-14, en la zona de Bajo Flores; las arterias que lindan con la avenida General Paz, en Núñez; las inmediaciones de la plaza Boedo; la plaza Mariano Unamuno, en Barracas, o el llamado barrio Espora, en Nueva Pompeya, y la plaza Vicente López y Planes, en Recoleta.
"La conflictividad primaria no es de jurisdicción local, sino federal", dijo a LA NACION Leandro Halperín, subsecretario de Vinculación Ciudadana del Ministerio de Seguridad porteño, en relación con que el narcotráfico es de jurisdicción federal y no de la Ciudad. No obstante, resaltó la intervención junto con el gobierno nacional en las villas 31 y 31 bis para frenar una escalada de violencia delictiva.
Los chicos, blancos del hampa
La inseguridad a la salida de los colegios fue otro de los temas que aparecieron como inquietud en casi todos los barrios, así como la venta de drogas. Justamente la Comuna 7, que comprende a Flores y parque Chacabuco, es una de las más calientes. Allí, padres que de chicos que conncurren al colegio Euskal Echea, en Sarandí al 700, denunciaron una ola de arrebatos.
Una situación parecida sufren los alumnos de las escuelas primarias N°23 Cañada y N° 10 Juan Agustín Maza, ambas sobre Cachimayo y Saraza; el Instituto Harislao, en la avenida San Pedrito al 1300, y las primarias N°4 y N° 11, sobre la avenida Varela. También hubo planteos similares de los barrios Caballito, Balvanera, Liniers, Chacarita, Villa Urquiza y Villa Santa Rita.
En algunos casos, los vecinos lograron que se reforzara al instante la seguridad. Así fue como, en Villa Urquiza, luego de plantearle al jefe de la comisaría 39» que desde que se había retirado al agente de consigna que vigilaba la plaza Echeverría debían cruzarla de a grupos para no ser asaltados, el comisario dio la orden para que volviera el vigilante. Eso no fue todo: el mismo jefe policial fue custodiar a los chicos a la plaza hasta que llegara el agente designado.
"Los foros de seguridad no estaban pensados como ámbitos de resolución. Se relevaba información como diagnóstico, pero con escasa capacidad de respuesta", afirmó Halperín, quien presidió la mayoría de las reuniones en representación del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño. Otras estuvieron encabezadas por Nelson Durisotti, presidente de la Asociación Barrio Recoleta y el director General de Contención Primaria de la Ciudadania ante Delitos, Rolando Macerata. Además, en los foros de las comunas 7 y 8 estuvo presente el secretario de Seguridad porteño, Marcelo D'Alessandro.
Los Fosep están contemplados por la ley 3267 y deben realizarse de forma obligatoria cada tres meses, aunque en este relanzamiento, la intención es convocarlos con una frecuencia mayor. "En este nuevo esquema, por directiva del ministro de Seguridad, Martín Ocampo, y el jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, se hace un abordaje sobre las causas de los problemas y no los efectos. No solo vemos qué pasa, sino por qué", afirmó el funcionario.
En los foros se hizo hincapié en fortalecer los canales de denuncia, tanto en las comisarías como en las fiscalías y se dio información sobre el papel de las comunas para centralizar todos los reclamos.
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