Vecinos denunciaron que los asaltaron en medio de la tragedia
Habitantes del barrio dijeron que perdieron sus casas y que, además, les robaron
La explosión de la planta química en el barrio Alta Córdoba dejó decenas de heridos, provocó caos y destrucción, y puso al descubierto miserias humanas. Varios vecinos denunciaron que fueron víctimas de robos perpetrados por una banda de delincuentes que aprovechó la confusión y la angustia causadas por la tragedia para asaltar a los habitantes que dejaban sus viviendas por temor a derrumbes y a nuevas explosiones.
"No me quedó nada. Todo lo que se puedan imaginar, todo quedó destruido. No entendía nada, salí corriendo, me asistió una doctora, le robaron a ella su celular. Entró gente a mi casa, saqueaban lo que podían. Venían carros de una villa", relató una vecina, identificada como Patricia, a Radio Mitre, de Córdoba.
Según detalló la mujer, que vive a dos cuadras de la fábrica: "Era un caos. Saqueaban. Colapsaron las cloacas, todo. Pasaban haciendo burla, diciendo que había bombas. No sé, no entiendo. Hay que tomar conciencia que esto no puede existir. A cuatro cuadras de aquí hay otra química. No sabemos qué va a pasar. Mis hijos se quieren ir de aquí", contó.
A pesar de los riesgos, algunos de los vecinos de la zona por temor a los saqueos se negaban a abandonar sus viviendas, que por la explosión quedaron sin puertas ni ventanas.
Hugo Garrido, director de Defensa Civil del municipio de Córdoba, afirmó que hubo vecinos que le manifestaron que fueron víctimas de robos en los momentos posteriores a la explosión.
Marcelo Fantoni, otro de los damnificados, dijo en declaraciones a Radio América: "En mi casa, voló todo. Tengo un negocio de quiniela a 50 metros de la explosión, sólo me quedó una pared. Fue impresionante la cantidad de daños materiales. Mi casa está a tres cuadras y se rompieron los vidrios. En las cuatro manzanas a los alrededores, hubo rotura de vidrios, puertas y portones de garajes".
"Estaba durmiendo, recostado en la cama, viendo televisión, cuando oí un ruido tremendo. Pensé que se había caído un avión frente a mi casa", graficó, en declaraciones a La Voz del Interior, Claudio Utrera, un vecino que vive frente al depósito de químicos siniestrado. Marcos, otro vecino que vive en las adyacencias de la planta química, recordó: "Primero hubo un incendio y a los pocos segundos se vio una bola blanca de humo, y ahí nomás una potente explosión. La onda expansiva nos tiró al piso. Éramos tres y nos tiró al suelo".
En tanto que el arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez, exhortó a movilizarse y solidarizarse con los afectados por la explosión, y convocó a unirse en oración por los damnificados.