“Vamos a matar periodistas”: la fuerte amenaza de un grupo narco que apareció en la puerta de un canal de Rosario
El cartel fue hallado este martes en el ingreso de la empresa del grupo Telefé; estaba firmado con el sello: “con la mafia no se jode”
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ROSARIO.- “A todos los medios de Rosario…dejen de ensuciar y condenar a los pibes con la lengua porque vamos a matar periodistas. Con la mafia no se jode”. El cartel con esta amenaza apareció en la mañana colgado de las rejas del frente de Canal 5 de Rosario. Las autoridades del canal que está dentro del grupo de Telefé Noticias tenían previsto presentar una denuncia en la fiscalía de Rosario para que se investigue esta amenaza de muerte, que generó conmoción entre los periodistas de esta ciudad.
Durante los últimos años los edificios públicos y judiciales fueron blanco de ataques a balazos de parte de grupos criminales, pero esta vez el objetivo fue un medio de comunicación, que está ubicado en Avenida Belgrano 1055, a dos cuadras del Monumento a la Bandera, en pleno centro de la ciudad. Este ataque a la libertad de expresión fue repudiado por el Foro de Periodismo Argentino (Fopea), la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) y la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), entre otros.
Según apuntaron fuentes de Canal 5 a LA NACION, las amenazas escritas con letras rojas, con pintura en aerosol, sobre una tela, apareció durante la mañana colgada en la reja del ingreso de la empresa. El texto advierte: “Vamos a matar a periodistas” y sus autores se permitieron una desgraciada alusión: “Si no, caravana con el Noba”, en referencia a Lautaro René Coronel, cantante de Cumbia que murió el 3 de junio pasado, diez días después de estrellarse con su moto en Florencio Varela, mientras hacía piruetas y conducía sin casco.
La firma “con la mafia no se jode” es un sello que empezó a utilizar a partir de 2018 la banda de Los Monos cuando comenzaron a atentar contra residencias de jueces y edificios judiciales. Pero luego esta especia de marca también la usaron otros grupos narcos, como el que lidera Esteban Alvarado, que buscaba que de esa manera incriminaran a Los Monos.
La referencia a “los pibes” no parece ociosa: en las últimas semanas, quienes protagonizaron las noticias sobre ataques, operativos y detenciones vinculadas a las sangrientas actividades del narcomenudeo, las extorsiones y el sicariato no fueron los líderes históricos de los Monos, sino la nueva generación: hijos y hasta nietos de los fundadores, que encabezan células que parecen estar tomando autonomía y que, incluso, desafían las órdenes impartidas por los jefes del clan desde la cárcel.
La amenaza no fue puntual contra el medio donde apareció el cartel ni contra un trabajador de prensa en particular, sino que apunta contra “todos los medios de Rosario”.
El lunes a la mañana circuló información de que durante la madrugada del feriado se había producido un ataque a balazos contra el canal. Después de verificar la información con fuentes oficiales, LA NACION confirmó que no había ocurrido ese día una balacera en Avenida Belgrano 1055. La misma fuente que suministró esa información después se retractó y dijo que la policía había detenido a uno de los supuestos sicarios y el otro había escapado antes de cometer el ataque.
De esta información se deduce que uno de los grupos narco de Rosario planeaba el fin de semana generar un hecho de alto impacto contra Canal 5. Un día después apareció esta amenaza contra los periodistas de Rosario en un cartel que quedó a la vista de todos. Se buscaba generar pánico.
Ante esta nueva amenaza, el Foro de Periodismo Argentino (Fopea) y el Sindicato de Prensa de Rosario expresaron su repudio y exigieron que se investigue este hecho para identificar a los autores de esta amenaza, que pone en riesgo la integridad de los periodistas.
También se pronunció la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa), en un comunicado que reza: “Alertamos por la grave amenaza a medios y periodistas rosarinos por parte de bandas de narcotraficantes que operan en esa ciudad”.
Alertamos por la grave amenaza a medios y periodistas rosarinos por parte de bandas de narcotraficantes que operan en esa ciudad.
— ADEPA (@Adepargentina) October 11, 2022
Esta nueva amenaza se produjo después de que el fiscal Damián Cimino desestimara una presentación del Sindicato de Prensa de Rosario contra el abogado Leopoldo Monteil, que llamó a que “todos los días se ejecute a un periodista”.
El fiscal Damián Cimino desestimó la denuncia con argumentos de la doctrina jurídica que parecían extirpados de otra geografía. “En el presente caso surge que los dichos que habrían sido vertidos mediante la red social Twiter, habrían constituido más bien una expresión de voluntad o de deseo, al manifestar en el mensaje ‘El mundo será un lugar vivible cuando…’, que una incitación a cometer delitos o empujar a actuar, brindando además el autor del mensaje una opinión sobre lo que él considera al periodismo como ' el cáncer de la humanidad’”, señala en la resolución el fiscal Cimino.
Monteil es abogado del clan Funes desde hace tiempo. Posiblemente, el fiscal lo desconocía. De lo contrario, no se entiende su postura. Porque Monteil no es un simple tuitero. Más allá de sus textos amenazantes en las redes sociales contra los periodistas, su mensaje podría haber alentado a engranajes del crimen organizado a dar un paso adelante y ser ellos los autores directos de las intimidaciones, como la que apareció este martes en Canal 5.
Una pista que investiga el fiscal Federico Rébola es que la amenaza podría haber sido planeada por miembros del clan Funes. Este martes el fiscal ordenó requisar el pabellón y la celda donde se encuentra I.G., un joven que está detenido en el penal de Piñero. Es la pareja de una de las hermanas de Alan. La inspección en Piñero no dio resultados concretos. Esperaban hallar un teléfono celular desde el cual se podría haber ordenado instalar el cartel de tela en la puerta del canal. Otro dato llamativo que surge de la investigación es que la tela con las amenazas fue dejada en un lugar que es considerado un punto ciego. No lo alcanzan a tomar las cámaras de seguridad de canal 5 ni las del municipio. El fiscal pidió las imágenes al club náutico MOP para ver si habían captado algo.
Según señaló una fuente calificada a LA NACION la idea original era atentar a balazos contra canal 5 el lunes a la madrugada. De acuerdo a esta información, había dos jóvenes ligados a la banda de Funes que tenían esa misión, pero uno de ellos fue detenido y el otro logró huir. El fiscal Rébola y la Agencia de Investigación Criminal (AIC) estaban tratando de identificar a esta persona que habría sido detenida, para confirmar si tenía un arma de fuego que podría haber usado para disparar el lunes contra el canal. Es complejo porque el atentado no se concretó.
Si esa hipótesis toma cuerpo marcaría que la amenaza colgada en la puerta de la emisora rosarina se habría gestado desde la cárcel de Piñero, en un pabellón donde estarían alojados miembros del clan Funes. Su líder, Alan Funes, está recluido actualmente en el penal federal de Ezeiza, pero cuadros medios de la banda están en la cárcel que está ubicada a 25 kilómetros de Rosario. El intendente Pablo Javkin pidió al gobierno que “controlen las cárceles de una vez. Es insoportable la facilidad con la que desde adentro de un penal se amenaza a una ciudad”, reclamó vía Twitter en referencia a la intimidación contra los periodistas.
Monteil es el abogado de este sector de la banda. Surge como interrogante, también para los investigadores, si su mensaje fue casual, una simple bravuconada o parte de una estrategia.
Lo que queda en claro es que sectores del crimen organizado pusieron en la mira a los medios y a los periodistas. Ya se habían encendido alertas hace unas semanas cuando en la seguidilla de amenazas contra los fiscales Matías Edery y Pablo Socca, que incluyeron atentados contra el distrito sur del municipio, dejaron una bolsa con papeles que contenían los textos intimidatorios en la playa de estacionamiento de Televisión Litoral.
El repudio de las autoridades políticas no parece alcanzar para llevar tranquilidad a los trabajadores de prensa, que desde hace tiempo y de manera silenciosa vienen desempeñando su labor en condiciones de extremo peligro, sobre todo aquellos que están en la calle, inmersos en una agenda informativa que está atravesada por la violencia. Por ejemplo, los movileros de las radios y los canales de TV tomaron la decisión de que en este contexto se terminaron las primicias, porque para ingresar a un barrio a cubrir un hecho de violencia deben hacerlo todos juntos para protegerse mutuamente. La policía muchas veces, según cuentan los colegas, prefiere abandonar el lugar y dejar a los cronistas en soledad, como si fuese una especie de desafío.
Desde hace varias semanas Fopea y el Sindicato de Prensa de Rosario comenzaron a reunirse con distintos actores políticos, judiciales y con periodistas para buscar estrategias en común de algo que parecía imposible de parar, como son las amenazas e intimidaciones contra los trabajadores de prensa.
En mayo pasado, los periodistas Germán de los Santos, corresponsal de LA NACION y de Aire de Santa Fe; Roberto Caferra, de Radio Mitre y de Radio Dos; y Hernán Lascano, del diario La Capital, entre otros, fueron amenazados desde el penal de Ezeiza por la narcotraficante Lorena Verdún, viuda del líder de Los Monos Claudio “Pájaro” Cantero.
Desde allí acusó a los periodistas de ser culpables de muchas de las muertes que ocurren en Rosario. “Los medios son la parte fundamental para fogonear todo lo que está pasando. Algunos medios de prensa son los culpables de tantas muertes, de tanta corrupción. Informan con cizaña, maldad y mientras tanto las cárceles se llenan de perejiles”, escribió en la carta viralizada a través de las redes sociales de una mujer cercana a “Los Monos”.
La carta de Verdún se publicó en el perfil de Facebook de Norma Acosta, quien estuvo detenida acusada de narcotráfico, donde se hacía referencia a un listado de periodistas que eran avalados por Verdún y los que eran denostados, con todo tipo de calificativos. Ese perfil de Facebook es mirado por miembros de las bandas criminales.
Lorena Verdún, junto a otros miembros de la banda de Los Monos, fue quien irrumpió el 11 de octubre de 2017 en el auditorio ECU, de la Universidad Nacional de Rosario, en la presentación del libro Los Monos. Ante las amenazas que lanzó a los autores, la presentación se tuvo que suspender, porque no había garantías mínimas de seguridad. El público quedó perplejo al tener enfrente a algunos de los protagonistas de la investigación que se presentaba. A partir de ese momento, cuando los Cantero se empezaron a ver acorralados por la justicia, comenzó una estrategia de atentados contra edificios judiciales y residencias de jueces que incluyó 14 ataques a balazos. Desde ese momento se empezaron a romper los límites en una ciudad donde las extorsiones y balaceras se transformaron en una postal cotidiana de un negocio criminal que se mantiene con la violencia.
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