Usurpación en Cariló: serán juzgados cinco acusados de haber ocupado una casa con pileta durante la cuarentena
Entre los imputados se encuentra un polémico empresario de Mar del Plata; si son encontrados culpables, podrían recibir una pena de hasta tres años de prisión
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LA NACIONDarío Palavecino
MAR DEL PLATA.- El Juzgado de Garantías de Villa Gesell dispuso que cinco de los seis procesados en la causa por usurpación de una casa en Cariló, en Pinamar, vayan a juicio. Si, en el debate, los imputados son encontrados culpables, pueden recibir penas de hasta tres años de prisión.
Llegarán a la instancia de juicio Paul Etcheverry, Luciano Martínez, Débora Bojanich, José Maria Espil y Mauricio Ríos, este último con reciente y amplia difusión pública después de que en los festejos de su cumpleaños, el pasado fin de semana en un parador de la zona sur de esta ciudad, un invitado protagonizara un homicidio.
El juez David Mancinelli atendió los argumentos del pedido de elevación a juicio presentado por el fiscal Walter Mércuri y consideró que hay elementos suficientes para considerar que los cinco imputados tomaron posesión e hicieron uso en forma ilegal de la casa de calle Leñatero 565, a poco más de 1500 metros al norte del centro comercial de Cariló y con salida directa al campo de golf de esa localidad balnearia.
Fuera de la acusación quedó Patricia Elguero, que durante el desarrollo de la investigación también había afrontado cargos por usurpación. Para el magistrado solo se pudo probar que ella estaba en esa vivienda el día que se realizó el allanamiento y en carácter de invitada. “No se la vio allí con anterioridad”, argumentó entre fundamentos para dejarla fuera de la causa en la que el resto de los procesados puede recibir penas de seis meses hasta tres años de prisión.
El escrito que lleva la firma de Mancinelli contempla la opción de suspensión de juicio a prueba o juicio abreviado, por lo que los acusados podrían acceder a alguna alternativa de probation o bien exponerse a una pena de ejecución condicional si es que no tienen alguna condena similar pendiente.
El caso de usurpación tomó gran difusión pública cuando los propietarios de esa vivienda se presentaron durante los primeros días de 2020 para alojarse durante unos días, en plena temporada, y no solo la encontraron con intrusos, sino remodelada.
Los usurpadores habían pintado la propiedad de tonos bordó, habían agregado decoración en el acceso, equipos de aire acondicionado, extendido el quincho que da al patio y hasta le habían puesto un cartel con nombre: Volver a vivir, la habían bautizado.
Toda la maniobra se desarrolló durante el primer período del Aislamiento Social, Preventivo y Obligarorio (ASPO) dispuesto por el gobierno nacional para evitar la propagación del Covid-19, cuando las posibilidades de movilizarse entre distintos destinos del país eran casi absolutas y para los propietarios de viviendas de veraneo era casi imposible ingresar a otras localidades si no contaban con permisos especiales para circular.
Viviana Villena, que justificó titularidad del inmueble que figura a nombre de una firma comercial de la que es parte, acudió a la justicia y logró que el mismo juez Mancinelli ordenara el lanzamiento o desalojo, concretado con apoyo policial el 4 de noviembre de 2020. Durante el operativo se encontraron automotores con documentación irregular, delitos por los que se abrió otra causa judicial.
También en el interior del inmueble se constataron enormes trasformaciones. Había una generosa bodega con etiquetas de vino y champagne de alta cotización y sobre una de las paredes lucía un enorme cuadro con una fotografía de Néstor y Cristina Kirchner.
Luego se confirmaría que Ríos, que tiene negocios en Mar del Plata, tenía vínculos de amistad con figuras políticas del justicialismo santacruceño. Según había publicado LA NACION, en esa provincia le había vendido un supermercado a Rudy Ulloa, ex chofer de Néstor Kirchner y ahora empresario supermercadista y de medios, entre otros rubros.
Esa relación se ratificó este último fin de semana, cuando celebraba su cumpleaños número 51 en el parador Horizonte del Sol y con más de 200 invitados. Ulloa era uno de ellos. Y su hija Romina también asistió, acompañada por su novio, Juan Jesús Piero Pinna, acusado de protagonizar una pelea dentro del salón y luego otra, en el sector de estacionamiento, donde mató de cuatro tiros a Maximiliano Rihl, vinculado a la industria de la carne y con domicilio en Ezeiza.
Piero Pinna permaneció prófugo durante casi 48 horas y se entregó en San Miguel de Tucumán, donde ya tenía un pedido de captura por robo a su ex pareja. García, su novia, se presentó a declarar esta semana en los tribunales en condición de testigo. Dio una versión de hechos que ubicaría a Piero Pinna no como agresor sino en situación de legítima defensa, hipótesis que sumó y evalúa la fiscal Florencia Salas, a cargo de la investigación.
El acusado de homicidio agravado y lesiones permanece detenido en San Miguel de Tucumán y se espera que durante este fin de semana o inicios de la semana próxima se concrete la extradición interprovincial para que sea indagado en Mar del Plata.
Por Darío Palavecino
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