Una joven murió atropellada por motochorros que huían de la policía

Una joven de 21 años que se hallaba junto a su novio en una moto murió al ser atropellada por dos delincuentes que escapaban de la policía en una persecución que había comenzado en la zona de Morón, se extendió por Ituzaingó y finalizó de forma trágica en Castelar.

Tras el letal incidente vial, los dos sospechosos fueron detenidos. Uno fue trasladado a un hospital y el otro, a una comisaría, donde se descompuso y, finalmente, también murió, por lo que se inició una segunda causa judicial para investigar si su deceso está vinculado con el choque o si le sucedió algo en la sede policial.

En tanto, fuentes judiciales afirmaron a la agencia de noticias Télam que la autopsia determinó que el fallecimiento de la chica, identificada como Milagros Silva, se produjo como consecuencia de un fuerte golpe provocado por la moto de los delincuentes. Se descartó que estuviera embarazada, como habían sugerido familiares de la joven.

Los padres de la víctima pidieron que se investiguen las circunstancias del hecho. Dijeron que vecinos les contaron que el patrullero iba sin sirenas ni balizas encendidas y  embistió la moto de los delincuentes, y que eso produjo el choque posterior con el rodado en el que iban Milagros y su pareja. En principio, las imágenes de las cámaras urbanas desmienten la versión de que el móvil iba con la baliza apagada.

“Mi hija salió diez minutos a comprar y no volvió más”, dijo Alejandra, su madre. La chica había ido en la moto de su padre, con su pareja, a comprar queso y una gaseosa para la cena.

El hecho ocurrió anteanoche a las 21, cuando un repartidor de la aplicación de delivery Rappi observó, sobre la avenida Yrigoyen, a la altura del cuartel de bomberos de Morón, que tres jóvenes en sendas  motos perseguían a una cuarta persona y que uno de los sospechosos estaba armado, secuencia de la que los investigadores ya poseen un video.

Al cruzarse con un patrullero, el repartidor denunció el hecho ante los policías y brindó una descripción de los sospechosos, por lo que se irradió un alerta en la zona. Efectivos de otro móvil, de la comisaría 1ª de Ituzaingó, vieron las tres motos en el cruce de Rivadavia y Pérez Quintana, de ese partido del oeste del Gran Buenos Aires.

Al ver a los policías, los ocupantes de las motos huyeron. El patrullero inició la persecución y fue tras una de esas motos, una de color blanca que era objeto de un pedido de secuestro activo ya que había sido robada en la zona norte del conurbano, detallaron las fuentes.

Los detectives consultados por Télam dijeron que en esa moto iban dos jóvenes que no llevaban casco puesto. Ya en Castelar, y con el patrullero pisándoles los talones, embistieron en el cruce de Pardo y Palmero a la moto de 110cc, también blanca, en la que viajaban Milagros Silva y Ariel Boracchia, de 23 años.

Como consecuencia del impacto, la joven, que aparentemente no llevaba colocado el casco, murió en el acto, mientras que su pareja sufrió heridas, al igual que uno de los tripulantes de la moto perseguida.

Si bien los familiares de Silva y los vecinos denunciaron que el móvil policial perseguía a los motochorros sin las balizas ni la sirena encendida, al menos tres cámaras de seguridad municipales de Ituzaingó captaron parte de la persecución y en las imágenes se observa que el patrullero llevaba sus luces policiales prendidas.

Además, los investigadores afirmaron que el móvil de la comisaría 1ª de Ituzaingó que participó de la persecución no tiene ningún rastro de un choque con la moto de los delincuentes, tal como denunciaron algunos vecinos.

Los dos detenidos en el lugar fueron identificados como Leonardo Díaz, de 27 años, y Martín Prada, de 19, ambos con antecedentes penales. Tras ser asistidos por personal médico, Prada –a quien le secuestraron un revólver calibre .22–, fue trasladado herido y con custodia a un hospital de la zona. Díaz, en tanto, fue llevado a los calabozos del Destacamento Castelar Sur.

En esa dependencia, más tarde, sufrió una descompensación y falleció, lo que originó otra investigación.

El caso que derivó en la muerte de la joven está a cargo del fiscal Oscar Marcos, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°4 de Morón, quien estuvo en el lugar del hecho hasta la madrugada dando directivas a los efectivos policiales.

Fuentes judiciales revelaron a Télam que el fiscal aguardaba que le enviaran el sumario de la comisaría para poder ver las declaraciones testimoniales tomadas hasta el momento, así como también algún adelanto del acta de los peritos que trabajaron en el lugar.

Un informe preliminar de la autopsia realizada al cadáver de Silva en la morgue de Ituzaingó determinó que la joven recibió un fuerte impacto en el cuerpo que le provocó politraumatismos que derivaron en su muerte. También confirmaron que no estaba embarazada, dijeron las fuentes judiciales.

Cerca de las 17 de ayer, el cuerpo de Silva fue entregado a sus familiares para que pudieran velarlo.

En tanto, por el momento no hay policías imputados y el único detenido será indagado hoy por “encubrimiento” (dado que la moto en la que circulaban era robada), “portación ilegal de arma de uso civil” (por el revólver secuestrado) y “homicidio” que podría ser “con dolo eventual”, por la muerte de Milagros.

Por otra parte, la muerte del detenido en la comisaría es investigada por la fiscal Marisa Monti, de la UFI N°5 de Morón, quien apartó a la policía bonaerense de la pesquisa y puso a trabajar a la Gendarmería. Espera recibir hoy el informe de la autopsia de Díaz, que se realizará esta mañana en la morgue judicial de Lomas de Zamora.

Monti intentará determinar si el deceso de Díaz fue consecuencia de alguna lesión propia del choque que no haya visto el médico que acudió al lugar o si algo le sucedió más tarde cuando estaba preso en la dependencia policial.

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