Una familia desesperada. Buscan desde hace un mes a un jubilado que desapareció cuando fue a cazar al monte entrerriano

SANTA FE.- Casi una semana antes de que el cuerpo de Loan Danilo Peña se desvaneciera en el monte del interior correntino, en un naranjal cercano a la casa de su abuela, Enrique Fabiani, un jubilado santafesino de 74 años desapareció cuando fue a cazar con su hijo y un amigo en un campo de la localidad de Alcaraz, cerca de Villaguay, en Entre Ríos. Eso fue el martes 4 de junio pasado. En los últimos días, Bomberos Voluntarios de Alcaraz, con la colaboración de las dotaciones de María Grande, Hasenkamp, Hernandarias, Seguí, Crespo, Ramírez, el Grupo K9 y personal especializado, lo buscaron en esa vasta zona lindera a la ruta nacional 127, 125 kilómetros al nordeste de Paraná. Pero, a punto de cumplirse un mes de la última vez que se lo vio, no hay un solo rastro de él. Y su familia está desesperada.

Fabiani mide poco más de 1,70, es de contextura física robusta, calvo, con barba y bigotes, vestía ropa y gorra sin visera camuflada, botas de goma y riñonera, y portaba una escopeta calibre 20 de un solo caño.

Según sus allegados, el hombre se habría desorientado en una zona de montes y desde ese momento no se sabe nada de él, a excepción del dueño de un campo lindero, quien reportó que habló con Fabiani y lo denunció por haber ingresado a su propiedad sin permiso. Sin embargo, otras versiones de amigos fueron coincidentes: “Él conocía perfectamente la zona”, dijeron.

En tanto, su yerno, Darío, no ocultó la sospecha de que algo grave pudo haberle pasado a su suegro.

Si bien agradeció que desde el gobierno nacional se lograra colocar la foto de la víctima en peajes, aeropuertos y pasos fronterizos, pidió intensificar el rastrillaje en la zona donde desapareció porque –dijo– ”no hay indicios para creer que se tomó un colectivo o un avión”.

Los mismos familiares señalaron que Fabiani se perdió a la altura del kilómetro 104 de la Ruta 127, en el Departamento Villaguay. Otros, aportaron que el hombre solía sufrir episodios de desorientación, por lo que creen que podría haberse perdido de esa forma.

De acuerdo con datos que corroboraron los investigadores, Fabiani se extravió cerca de las 21.30 del martes 4 de este mes que concluye. Los últimos que lo vieron fueron los trabajadores que se alistaban para abordar un grupo de máquinas cosechadoras para iniciar los trabajos en campos de la zona. “Sabemos, por lo que pudimos averiguar, que Fabiani saludó a esa gente, pero en ningún momento manifestó que estaba extraviado o que necesitaba alguna orientación”, según el relato de algunos testigos.

Monte “embrujado”

Según informaciones periodísticas difundidas en medios de prensa entrerrianos, uno de esos trabajadores que vio pasar a Fabiani “fue a la comisaría, declaró lo que sucedió e indicó hacia la dirección hacia donde se dirigía”, una zona “inhóspita, de mucho monte y algunos pantanos”, resaltó.

A partir de ese dato afloraron mensajes referidos a la existencia de historias de personas que ingresaron a dicho monte y nunca regresaron.

Marina, una de las hijas de Fabiani, admitió que “lo buscaron por todos lados, pero es como si se lo hubiese tragado la tierra. Los perros siguieron el rastro por algunos metros, pero después se esfuma, en el mismo camino. Estaba perdido y seguramente no se metió nuevamente al monte”, vaticinó.

Pedido de los familiares

La familia solicitó que, si alguien tiene algún dato de su paradero, se comunique con urgencia al teléfono 134 o a la dependencia policial más próxima.

Otros familiares insistieron en sostener que “no es la primera vez que Fabiani iba a cazar a ese lugar”, que además “no tenía ninguna enfermedad, pero sí episodios de desorientación y un deterioro cognitivo”, pero que en líneas generales “estaba bien”.

“Él se desorientó y lo perdieron. Estaba con dos amigos. Iban a hacer una pequeña cacería hasta que llegara mi hermano. Cuando debía volver al punto de encuentro, nunca llegó. Lo buscaron desde las cuatro de la tarde hasta la una de la mañana [del 4 de junio], tiraron tiros al aire, iban con la camioneta tocando bocina y otra gente lo buscaba a pie por el monte, pero no lo encontraron”, su hija Marina.

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