Una familia con más de treinta años en el corazón de Recoleta
El asesor financiero era, además, vicepresidente de la Federación Argentina de Pato
La cuadra más larga, apacible y elegante de Arenales -entre Montevideo y Rodríguez Peña- comenzó a alterarse al mediodía, cuando los vecinos se enteraron de que el rubio Mariano Benedit, quien había salido en la mañana del martes, no regresaba y... ya no regresaría.
Se fue como todos los días al centro, pero apareció muerto en un pastizal de la Costanera Sur. El asesor financiero era hijo de Jaime Benedit Nogués, quien fue agente de Bolsa, socio de Félix Cordeu y presidente del Banco de Valores.
Jaime, el padre de familia, siempre fue recordado por los dos triunfos en la Breeders' Cup norteamericana (carrera de campeonas) con la argentina Bayakoa, la sangre pura de carrera (SPC) criada en su haras Principal, e hija de Consultant's Bid y Arlucea.
Los Benedit viven en el 1652 de Arenales desde hace unos 30 años. Allí permanecieron por otro tiempo, además de Mariano, sus hermanos Miguel y Dolores, la hija mayor, quien se casó hace dos años con Huberto Roviralta.
Mariano, sin embargo, se quedó a vivir en el edificio de la calle Arenales, pero en el quinto piso, con su mujer, Ángeles Fornielles, y su hija recién nacida, a quien estaban a punto de bautizar.
Los dos varones no eran fanáticos de los pour sang, sino de esos caballos más rústicos, los del juego del pato, deporte nacional al que dedicaron con mayor o menor suerte su entusiasmo de jinetes. Mariano era vicepresidente de la Federación Argentina de Pato y en tal condición estuvo apenas el pasado fin de semana en la final del 73er. Campeonato Abierto de Pato. Era miembro, además, del Campo de Pato Barrancas del Salado, de General Belgrano.
Los chicos Benedit crecieron en el edificio de la calle Arenales, donde en el cuarto piso vivían los Bellocq. Hoy, en el mismo inmueble, pero un piso más arriba, vive Enrique "Coti" Nosiglia, ex ministro del Interior de Raúl Alfonsín. Enfrente está el emblemático edificio del 1655 de Arenales, que construyó el genial arquitecto Arturo Prins, en donde vivieron los Soto Acebal y aún viven el embajador Cortés Funes, los Barros Moss y los de Llano y Cortejarena.
Lo de Benedit supo tener al lado la embajada de Grecia; fue la única casa que trajo algo de ruido con varias molotov arrojadas por adolescentes grupúsculos de extrema que llegaron a Arenales para quejarse por un anarquista preso en la "isla de Onassis".
En la planta baja hoy está la sastrería Beretta, la que, extrañamente, lleva el mismo nombre que una afamada fábrica de armas italiana.
Casualidades al fin, el edificio se toca con aquel donde vivía, a la misma altura, pero por la avenida Santa Fe, el ex ministro del Interior de Carlos Menem José Luis Manzano.
Y antes de la sastrería, que ayer todos admiraban, el recuerdo del viejo mercadito, en donde el panadero era un hincha hasta la histeria de Racing. Justo debajo de lo de Benedit. También los tanos verduleros, que eran xeneizes, ¡qué otra cosa iban a ser! El quiosquero, don Santiago, que les fiaba cigarrillos a los pibes del barrio, y el joven carnicero, un boxeador al que le rompían la cara en Castro Barros (la FAB).
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