Un sicario torturado y 50 balas, qué se sabe del ataque a la profesora de danzas y su madre
Virginia Ferreyra sigue internada en grave estado
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ROSARIO.-Un ataque narco en el que se dispararon más 50 balas contra un edificio para vengar la muerte de un sicario aparece como la principal hipótesis de un hecho violento que provocó la muerte de una mujer de 58 años, y heridas gravísimas a su hija de 32 y a otro joven menor de edad, que no tenían nada que ver con esa trama, sino que simplemente esperaban el colectivo el sábado a las 19, frente al parque del Mercado en la zona sur de Rosario.
Este mediodía operaron por segunda vez a Virginia Ferreyra, una profesora de danzas árabes que pelea por su vida, tras quedar herida de varios balazos, que impactaron en el tórax, abdomen, ingle y sus piernas. Su madre Claudia Deldebbio, de 58 años, falleció en la parada de colectivo.
Este lunes el fiscal Patricio Saldutti dijo que los disparos que terminaron con la muerte de esta mujer de 58 años y con heridas graves a su hija partieron de dos autos que atacaron con gran cantidad de proyectiles la torre 11 de un complejo Fonavi. Varios departamentos terminaron perforados por las balas. Pero los atacantes también dispararon hacia el otro lado, hacia el este, donde se encontraba Deldebbio y su hija y un menor, que esperaban el colectivo.
Como las dos mujeres quedaron como testigos del ataque, junto a otro joven que también esperaba el colectivo, los sicarios comenzaron a disparar contra ellos. Uno, incluso, preguntó: “¿qué miran?”, antes de comenzar a disparar. Las tres personas que esperaban el colectivo no tuvieron ningún lugar donde resguardarse de la enorme cantidad de balas que dispararon, presumiblemente, con varias pistolas o una ametralladora. La policía secuestró unas 50 vainas.
Ferreyra, la hija de la mujer fallecida, es bailarina e instructora de danzas árabes y su estado era seguido con atención por miembros de la colectividad libanesa. El otro adolescente que estaba en la parada del colectivo Fabricio Uriel M., fue herido, pero leve, ya que fue alcanzado por los disparos en las piernas y estaba fuera de peligro.
La profesora de danzas había ido a visitar a sus padres el sábado y alrededor de las 19 se retiró de la casa, pero su mamá decidió acompañarla hasta la parada de colectivos por una cuestión de seguridad.
Luego de ser baleadas ambas mujeres, un conocido de la familia fue hasta el departamento de Carlos Ferreyra, esposo y padre de las víctimas. “La mujer estaba muy lastimada, con los brazos sobre el cuerpo y se notaba que ya estaba muerta”, contó un joven que estaba en el parque del Mercado. Carlos, al saber que su mujer había muerto, levantó como pudo a Virginia y con la ayuda de otros vecinos la trasladó al hospital Roque Sáenz Peña, de donde fue derivada al Heca. La joven fue ingresada a la guardia, donde los médicos observaron que presentaba siete orificios de bala. Decenas de amigos de la profesora de danzas se concentraron en ese centro de salud pública para acompañar a la familia.
Los vecinos del lugar llaman a la plaza Rodolfo Walsh, ubicada en Maestros Santafesinos e Isola, como la “plaza de la muerte”. “Está en una arteria que sale directo a avenida Circunvalación, por lo que es un lugar de escape tranquilo porque encima no hay cámaras ni iluminación. Esperar un colectivo ahí es el riesgo de que te roben o te peguen un tiro”, aseguró Fernanda, una vecina.
La versión de un enfrentamiento entre los ocupantes del vehículo y alguien que vive en una de las torres es la hipótesis que se maneja, ya que los efectivos de criminalística hallaron plomos en distintos departamentos de ese monoblock.
Las primeras hipótesis señalan que el ataque contra la torre 11 del Fonavi era para vengar la muerte de un joven sicario, que fue torturado por soldaditos vinculado al llamado clan Ungaro, conocido como El Brujo, que está preso actualmente en el penal de Ezeiza.
En abril pasado en el barrio La Tablada fue asesinado un joven, que fue encontrado en la calle amordazado y maniatado. El cadáver tenía dentro de su boca un papel que decía: “Que peleen, sino que corran”. El cuerpo fue identificado recién el 17 de mayo. Se trataba de Brian Leonel Pino, de 27 años,
En las horas previas al crimen del joven hubo una serie de balaceras en la zona sur de Rosario. Llamativamente, algunas fueron contra propiedades de familiares de Alan Funes, líder de un clan narco que se encuentra condenado a más de 50 años de prisión por causas por venta de droga, homicidios, extorsiones y ataques a tiros. Funes es aliado de Ungaro en ese sector de La Tablada, donde fue asesinada la mujer de 58 años y su hija herida de gravedad.
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