Un prófugo de la Justicia uruguaya, escuchas en guaraní y una celda que funcionaba como cuartel general de la banda
La organización, que operaba en La Matanza y había comenzado a ser investigada en febrero de 2021, fue desarticulada por la Policía de Seguridad Aeroportuaria; hay cinco detenidos
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El seguimiento de una camioneta blanca fue el primer paso de una investigación que, un año y dos meses después, permitió desarticular una banda que distribuía drogas desde una villa de La Matanza y cuyo líder dirigía las operaciones desde su celda de una cárcel bonaerense.
Hubo cinco detenidos, entre ellos, el narco que ya estaba preso y un dealer prófugo de la Justicia de Uruguay. La droga era transportada desde Paraguay, país del que son oriundos cuatro de los sospechosos, que entre hablaban en guaraní. Eso obligó a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), que tuvo a su cargo la pesquisa, a buscar entre sus filas a un intérprete que tradujo al castellano las conversaciones telefónicas grabadas en las escuchas realizadas por orden del juez en lo Penal Económico Pablo Yadarola.
Según informaron fuentes de la fuerza de seguridad federal, la pesquisa comenzó en febrero de 2021, tras una denuncia anónima que daba cuenta de “la existencia de un lugar que era frecuentado por una camioneta blanca, acondicionada para trasladar y descargar paquetes de droga”. Los detectives de la PSA pudieron determinar que en el sitio señalado, en la villa Palito, de San Justo, vivían una mujer y un hombre que estaba prófugo de la Justicia uruguaya por contrabando de estupefacientes.
El avance de las tareas de inteligencia criminal reveló la actividad de una banda dedicada al narcotráfico. Se determinó que la lideraban dos personas: uno estaba preso en la Unidad 30 de General Alvear, del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB); el otro transportaba la droga desde Paraguay hasta Villa Palito, desde donde era distribuida en varias zonas del conurbano para su venta al menudeo, según se informó.
El director nacional de la PSA, José Glinski, explicó: “El enfoque federal de la investigación logró afectar no solo la operatoria de la organización en su escala territorial más baja, sino, desde un plano más estructural, los canales de distribución de marihuana que alimentan las bocas de expendio”. También destacó “el profesionalismo del personal policial que pudo traducir del guaraní al español gran parte de las comunicaciones telefónicas de la banda, y superar una barrera idiomática que, de no concretarse, hubiese sido muy difícil alcanzar resultados sustantivos en la investigación”.
Por pedido de la fiscal en lo Penal Económico Alicia Sustaita, el juez Yadarola firmó 12 órdenes de allanamiento: nueve en domicilios de Villa Palito, uno en Rafael Castillo (La Matanza) y otro en El Palomar, partido de Morón. También fue allanada la celda de la U30 donde cumplía prisión uno de los cabecillas de la banda.
Los procedimientos dieron como resultado la detención de una mujer y cuatro hombres. Se incautaron tres kilos de marihuana fraccionada y lista para su distribución, dos balanzas, 221.474 pesos, cuatro autos y una moto, 11 celulares, un GPS, una tablet y cuatro pendrives.
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