Un piloto de Lanús, una avioneta paraguaya y el misterio de la droga que desapareció
ROSARIO. El piloto Juan Fleitas González aterrizó donde le indicaba su GPS, pero al bajar con el Piper Cherokee en un camino rural cerca de San Justo, en Santa Fe, tuvo un problema irresoluble: chocó con un alambrado. Fleitas González, que vive en Lanús, desapareció del campo luego de que un Fiat Palio lo pasara a buscar. Y con él también se esfumó la droga que, se sospecha, trasladaba hacia esa zona para que después fuera enviada a la ciudad de Santa Fe. "Hay 200 kilos de estupefacientes, se presume que es cocaína, que están escondidos en Santa Fe y que pertenecerían a una organización narco internacional", afirmó una alta fuente del Ministerio de Seguridad de Santa Fe.
Mientras Fleitas González iba en vuelo desde Asunción hacia Santa Fe, efectivos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de Santa Fe y la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) protagonizaron un raid para encontrar el lugar donde aterrizaría la avioneta.
En un primer momento se creía que se dirigía hacia el sur, a la zona de Venado Tuerto. Después, que podría aterrizar en Helvecia o en Cayastá, un paraje que se volvió famoso a nivel nacional cuando fueron atrapados allí los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci, tras la mítica triple fuga. Pero finalmente la avioneta bajó en un camino rural, muy angosto, ubicado entre las localidades de Naré y Marcelino Escalada, en el departamento San Justo.
El viento cruzado le jugó una mala pasada al piloto, que al tocar tierra chocó contra el alambrado de un campo. La aeronave iba a dejar el cargamento en ese lugar y luego regresar a la capital paraguaya. Llevaba tanques auxiliares de combustible para poder completar el trayecto, de unas dos horas.
Cuando los policías llegaron a ese lugar recóndito del centro-norte de Santa Fe encontraron la avioneta blanca con ploteado rojo averiada, y vestigios de sangre en la cabina. Pero ningún rastro del piloto ni de la carga de este vuelo ilegal que provenía de Paraguay, según señalaron a LA NACION fuentes de la investigación.
El sábado se hizo un operativo cerrojo en la zona de San Justo y también en Santa Fe capital, presunto destino de la droga. Debían encontrar al piloto.
Ese día a la tarde los efectivos demoraron a un joven paraguayo-argentino -nacido en Lanús, de padres paraguayos- que se dirigía en un remise, un Chevrolet Corsa Classic, hacia el norte del país. Lo pararon en la ruta 11, a la altura de Gobernador Crespo.
El piloto le había pagado 10.000 pesos a un remisero por el viaje, y llevaba otros 20.000 pesos en los bolsillos, junto a las llaves de un auto marca Renault. Lo extraño es que este joven de 25 años no cargaba ningún equipaje, y que se dirigía hacia el norte aunque tenía domicilio en Lomas Valentina al 1900, en Valentín Alsina, partido de Lanús, en Buenos Aires. Una casualidad: esa misma calle y esa misma numeración existen en Ciudad del Este y, también, en Pedro Juan Caballero, epicentro de la cosecha y de la logística de la producción de marihuana paraguaya.
Se presume que Fleitas González se dirigía hacia Resistencia o Corrientes, desde donde podía intentar cruzar de manera ilegal a Paraguay. Llamó la atención de los policías que lo aprehendieron dos tatuajes del piloto: sendas avionetas, una en cada antebrazo.
En un principio el juez federal Francisco Miño pidió que liberaran al joven de 25 años, dado que en ese momento no aparecía ningún vínculo entre él y el incidente de la avioneta en San Justo. Pero luego el fiscal federal Walter Rodríguez lo imputó por confabulación para el transporte de estupefacientes, un hecho preparatorio para el tráfico de drogas, y Fleitas González quedó detenido.
El piloto fue imputado, pero se negó a declarar, asesorado por sus abogados, que acudieron con rapidez aunque era justo el fin de semana de Carnaval. Son los mismos letrados que ejercen las defensas técnicas de Emanuel González, hijastro del narco Luis Paz, y de su socio, el policía Edgardo Baigoría, procesados por dirigir una megaorganización narco con base en Santa Fe y con lazos en el exterior, a los que el fiscal Rodríguez también les imputó el presunto lavado de activos.
Los investigadores sospechan que la carga del Piper Cherokee era droga, pero aún no hay certezas de qué tipo, si cocaína o marihuana. Aunque Paraguay, el lugar de donde salió este vuelo, es el principal productor de Cannabis sativa de Sudamérica, durante los últimos años se transformó en una zona de acopio de cocaína, manejada por organizaciones criminales brasileñas como Primer Comando Capital (PCC) y Comando Vermelho.
La policía de Santa Fe y también las fuerzas federales buscan en la ciudad de Santa Fe este cargamento que venía en la avioneta. Se presume, según testimonios de los lugareños, que un auto azul buscó el estupefaciente y sacó al piloto paraguayo argentino de esa zona rural. Fue llevado a la ciudad de Santa Fe y desde allí en un remise pretendió volver a Paraguay por la ruta 11, pero fue detenido a la altura de Gobernador Crespo.
Desde el Ministerio de Seguridad de Santa Fe señalaron que esta causa es clave para determinar el flujo de ingreso en grandes cantidades de la droga en la provincia de Santa Fe, quiénes son los que realizan todo este despliegue logístico, si hay organizaciones internacionales del crimen organizado detrás de estos movimientos, y sobre todo a quiénes proveen.
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