Un Mustang rojo y US$ 2.000.000 sacaron del juego a una red de logística narco

Fuera del radar de Los Monos y del clan Alvarado otros grupos criminales crecieron en el área de influencia de Rosario al aprovechar que la presión judicial busca arrinconar a las bandas que disputan territorios con un reparto indiscriminado de venganzas y muertes. Con perfil más bajo, sin entreverarse en la serie de ajustes de cuentas se movieron con más libertad. Hasta ahora. Uno de esos clanes que ancló su poder económico en una red logística para transportar drogas y contrabando de cigarrillos y que luego se reconvirtió en una cadena de lavado de dinero fue desmantelado en las últimas horas a partir de una investigación de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).

Fuentes vinculadas con la causa señalaron que el operativo de la fuerza de seguridad federal apuntó al clan Derminio, un grupo familiar que es dueño de una importante flota de vehículos utilizados, según los investigadores, para el movimiento de sustancias prohibidas. Las conexiones entre ese grupo y personas que viven en ciudades salteñas de frontera señalan la existencia de un eje de transporte de cocaína desde el Norte hacia la ciudad santafesina que tiene uno de los mayores problemas con el narcomenudeo, por el nivel de violencia expuesto por esas bandas. Los investigadores aseguran que, en esta etapa de la pelea narco en Rosario, el clan desbaratado por la PSA había optado por fortalecer su negocio relacionado con el movimiento ilegal de cigarrillos.

Al igual que ocurre con otras organizaciones criminales, el clan Derminio buscaba pasar inadvertido en la miniguerra narco que se observa en Rosario, pero, a la vez, ponían poco empeño en ocultar sus ganancias. Uno de sus principales integrantes se movía con un llamativo Mustang rojo y en el operativo de la PSA quedó al descubierto que acopiaba más de dos millones de dólares en efectivo.

“Mediante 36 allanamientos simultáneos -32 realizados en Rosario, Villa Gobernador Gálvez, Funes, Roldán, Álvarez, Acebal, Alvear y Piñero, provincia de Santa Fe; y cuatro en las localidades de Salvador Mazza y Las Lajitas, provincia de Salta-, los oficiales de la fuerza que conduce José Glinski detuvieron a cinco personas y secuestraron millonarias sumas de dinero en efectivo, 25 vehículos -la mayoría de alta gama- y otros elementos de prueba”, informó la PSA luego de llevar adelante el procedimiento.

El golpe al clan que operaba en Rosario y sus localidades satélites llega en un momento en que el Ministerio de Seguridad de la Nación prepara un nuevo plan para controlar la violencia narco que provocó este año 143 homicidios en esa ciudad. El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, se reunió el lunes pasado con el gobernador santafesino Omar Perotti, quien pidió colaboración adicional para detener la sucesión de asesinatos y balaceras. El jueves pasado Marcelo Saín, exministro de seguridad provincial y a cargo del Organismo de Investigaciones, que depende del Ministerio Público de la Acusación, visitó al ministro Fernández. Una de las propuestas que llegó al despacho de la calle Gelly y Obes es romper el circuito financiero que sostiene el poder de los jefes narco, pese a que estos están en prisión. En esa línea puede visualizarse el golpe dado por la PSA.

“Lo que intentamos y conseguimos fue encontrar el origen económico, cómo se trabajaba al interior de esta organización”, dijo José Glinski, director nacional de la PSA. Y agregó: “Los especialistas de la PSA en lavado de dinero empezaron a trazar los movimientos económicos que realizaban. Se pudo determinar que, además del contrabando, blanqueaban divisas a través de locales comerciales, muchos de ellos de ropa, y la existencia de gran cantidad de testaferros que cumplían con la misión de lavar el dinero. Muchos vehículos tienen distintos propietarios pero pertenecen a la misma organización”.

El jefe del señalado clan familiar, sus dos hijos y una hija, y su esposa y exesposa formaban -a criterio de los detectives del caso- el núcleo central de la organización criminal que utilizaba tres negocios de venta de ropa y calzado para el lavado de los bienes.

En un contacto con la prensa, el jefe de la PSA explicó: “Para la investigación criminal hay que tener en cuenta que siempre detrás de una organización hay un fin económico. Por tanto, no tenemos que caer en la tentación de cortar una investigación para poder mostrar a la prensa o a la sociedad algún tipo de acción efectiva, sino hay que tomarse el tiempo y estos son los resultados. Tuvimos claras instrucciones del ministro Aníbal Fernández; es una investigación que tiene su tiempo. Para nosotros y el gobierno nacional, lo que ocurre aquí en Rosario es un tema prioritario, tal como lo considera nuestro presidente Alberto Fernández”.

El blanco del operativo fue el eje económico de esta organización criminal. Eso quedó expuesto en el resultado de los allanamientos, en los que la droga encontrada podría ser considerada, incluso, como dosis para consumos personal, pero en cambio se incautó una gran cantidad de billetes: US$ 2.068.785 y $ 5.139.599.

El ministro de Seguridad santafesino, Jorge Lagna, expresó su satisfacción el operativo: “Estamos muy complacidos por el trabajo de la PSA. Es una investigación del juzgado del doctor Carlos Vera Barros, de la secretaría de Hernán Flores y la fiscal Adriana Saccone que data de varios años y hoy se concreta. Hay actuaciones que aún se están realizando. Es un ejemplo de intensificar el trabajo conjunto y considerar a Rosario y Santa Fe como prioritarios”.

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