Un hombre fue golpeado por dos patovicas en un boliche de Balcarce: “Me quisieron matar”
Un hombre que en la madrugada del 2 de febrero había sido agredido de manera brutal por patovicas en la puerta del boliche Proyecto Disco, de la ciudad de Balcarce, habló por primera vez tras haber recibido el alta médica, para contar qué fue lo que pasó.
José Felix Coronel, de 39 años, habló con el diario La Capital, en medio aún de los dolores de cabeza y los mareos que siente al moverse tras la brutal golpiza sufrida dentro y fuera del boliche, y que lo mantuvo internado durante cinco días en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), de Mar del Plata.
La agresión a Coronel ocurrió días después del asesinato de Fernando Báez Sosa, un joven de 19 años que fue golpeado hasta la muerte en la puerta del boliche Le Brique, en Villa Gesell, en la madrugada del sábado 18 de enero. Por el hecho, hay ocho jóvenes detenidos.
Lesiones y "un Dios aparte"
Un hematoma subdural, dos costillas fracturadas, el tímpano izquierdo roto, 17 puntos en la cabeza y una lesión en la mandíbula fueron las secuelas que le quedaron a Coronel, quien actualmente se recupera en casa de su hermana.
El médico que lo atendió en el HIGA le dijo a Coronel que tuvo "un Dios aparte" porque respondió bien a las tareas de reanimación que debieron practicarle al llegar casi sin síntomas vitales a la guardia. "Cuando me metieron para operarme ya estaba muerto. Fue todo muy rápido cómo actuaron y por eso hoy estoy vivo", señaló al diario el hombre agredido, quien realiza tareas rurales.
La víctima está convencida de que no fue una pelea, sino que fue un intento de homicidio: "Con la primera trompada que me aplicaron de atrás, me reventaron el tímpano y ya empecé a sangrar. Después no pararon de pegarme", contó.
Cuando me metieron para operarme, ya estaba muerto
El siguiente golpe le fracturó dos costillas. Luego fue arrastrado hacia afuera y le provocaron una fuerte contusión en la cara cuando golpearon su cabeza contra una mesa ubicada. Fuera del boliche, recibió la trompada de nocaut que lo dejaría tendido sobre la vereda, y que puede verse a partir de las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del boliche.
"Yo no quería pelear"
Coronel, que había sido llevado a la ciudad por su patrón aquel sábado por la tarde, aseguró al diario La Capital que nunca hizo algo para que el personal de seguridad lo agrediese. "Iba caminando y me rocé con un chico. El pibe se dio vuelta y me empezó a insultar, pero yo no quería pelear. Enseguida, un patovica me agarró de frente y después ya vino otro de atrás y me empezó a pegar trompadas", contó sobre el inicio de los hechos.
"Nunca intenté nada porque no tenía intenciones de pelear con nadie. Nunca levanté las manos para hacer nada, pero sin embargo me pegaron igual", indicó, y agregó: "Empezó uno a pegarme y después vinieron otros dos más. Es como que pega uno y después se prenden todos".
Coronel también contó que su patrón lo había llevado a la ciudad en la tarde del sábado y quiso salir a distraerse un poco después de haber pasado varios días en el campo.
Sin perdón
Luis Herrera, el patovica que lo golpeó en la vereda, se mostró arrepentido y le pidió disculpas a Coronel y a su familia. Sin embargo, no las aceptó porque entendió que nunca le hablaron y que solo se dedicaron a golpearlo brutalmente. "¿De qué me sirven las disculpas? Tuve un Dios aparte que me permite seguir viviendo", precisa.
Coronel espera que se haga Justicia para que lo que le pasó a él no le pase a nadie más. Y destacó: "Mirá si lo que me hicieron a mí se lo hacían a un chico flaquito, seguro lo mataban. Yo me salvé de casualidad".
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