Un escribano fue apresado cuando intentaba arrojar al río un cuerpo desmembrado
En la oficina del detenido se encontraron pruebas del homicidio
Un escribano fue sorprendido por una patrulla policial en el momento en que arrojaba una valija en el río Luján. Dentro de la maleta había un cuerpo descuartizado. La supuesta víctima -Miguel Pereyra, de 42 años, que trabajaba como jardinero- habría sido asesinada a balazos cuando el notario detenido, identificado por fuentes judiciales y policiales como Ricardo Baladía, la descubrió en su oficina, robando. Eso es lo que intentó explicar el sospechoso cuando fue atrapado. Sin embargo, los investigadores dudan de la versión entregada por Baladía en el momento de su arresto.
"Lo encontré robando. Le disparé y descuarticé el cuerpo", habría dicho Baladía en el momento de ser detenido, anteanoche, a la altura del exbalneario municipal de Luján, detrás del restaurante Recreo Colonial. Esa confesión, por haber sido hecha solo ante el personal policial, no tiene validez judicial.
Según explicaron fuentes judiciales a LA NACION, cuando los uniformados llegaron a la escena de los hechos encontraron un BMW plateado y un poco más lejos observaron a un hombre con las manos manchadas con sangre que estaba punto de tirar una valija al río.
En el interior de la maleta la policía descubrió partes de un cadáver. A orillas del río había manchas de sangre y rastros de lo que podría ser masa encefálica. La patrulla policial había llegado al lugar luego de la llamada de un vecino a la Secretaría de Seguridad de Luján, en la que se informó sobre la presencia de un vehículo en ese lugar, una situación que llamaba la atención en este período de aislamiento social obligatorio por la pandemia del coronavirus Covid-19.
Entre las pertenencias del escribano, de 56 años, los policías secuestraron US$20.700. Y en el interior del automóvil del imputado fue hallado el DNI de Pereyra, de 42 años, domiciliado en Castelar.
Un jefe policial afirmó a la agencia de noticias Télam que se investiga si Pereyra era el jardinero de Baladía en la escribanía. La causa quedó a cargo de la fiscal de Luján Virginia Suárez y el escribano Baladía fue trasladado a la comisaría 1» de Luján y será hoy indagado.
"Científicamente todavía no se pudo identificar a la víctima. La suposición es que se trata de Pereyra porque en el auto del escribano estaba su documento", dijo a LA NACION una fuente judicial. Solo se habrían recuperado el torso y algunas partes del cuerpo, por lo que se demandaría un estudio de análisis genético para comprobar la identidad de la víctima.
Rastrillajes en el río
Tras el rastrillaje ordenado por la fiscal Suárez, los buzos encontraron en el río una sierra, un hacha, restos de cuero cabelludo, un antebrazo y ambas pantorrillas, seccionadas a la altura de la rodilla.
Pereyra tendría antecedentes penales y los investigadores lograron tomar contacto ayer con su pareja en una vivienda ubicada en la localidad de Villa Tesei, partido de Hurlingham, por lo que esperan poder definir el vínculo que unía a la presunta víctima con el escribano arrestado.
Trascendió que el detenido había realizado una denuncia por el hurto de dinero que estaba guardado en su escribanía -una suma cercana a los US$50.000-, pero en esa presentación no había apuntado a Pereyra como sospechoso del robo, sino que había señalado a una mujer como posible responsable de ese delito.
Esa denuncia previa derrumbaría la explicación del detenido sobre un crimen originado por la violenta emoción de descubrir a un ladrón dentro de su oficina.
El escribano -que tendría antecedentes de internaciones para atención psiquíatrica- relató a los policías que lo arrestaron que el crimen había sido cometido en su local, ubicado en el partido de Morón. Esa parte de la versión sí pudo ser confirmada por los investigadores, que establecieron como escena primaria del homicidio la escribanía situada en Almirante Brown al 1000.
En la mañana de ayer, los detectives bonaerenses allanaron el domicilio comercial de Baladía, donde descubrieron manchas de sangre y recolectaron vainas. También fue secuestrado un cuchillo que habría sido utilizado el arma homicida, ya que el informe preliminar de la autopsia determinó que la víctima recibió una puñalada en el tórax.
Según consignó la agencia Télam, choferes de una remisería situada frente a la escribanía declararon ante los policías que anteayer les había llamado la atención ver a Baladía con una hidrolavadora, y que cuando, a modo de broma, le dijeron si lavaría también sus autos, el escribano se puso a limpiar esos vehículos. Ese aparato también fue incautado en el local comercial.
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