Un crimen puso al descubierto la trama oculta detrás del túnel hecho en San Isidro para robar un banco
Diego Nicolás Cardozo Merladet fue asesinado a balazos en Uruguay; se sospecha que estuvo en la Argentina en la preparación del plan criminal; su relación con dos integrantes de la banda
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A Nicolás Cardozo Merladet lo mataron a sangre fría. Fue asesinado a balazos en Canelones, Uruguay, por un grupo comando que se hizo pasar por personal policial y simuló un allanamiento en su casa. El crimen no pasó desapercibido en la Argentina. El homicidio de La Cocona, como se conocía a la víctima, puede tener relación con el túnel de, por lo menos, 150 metros, que una banda delictiva hizo en el casco histórico de San Isidro para robar un banco con la intención de apoderarse de un botín millonario. El golpe se frustró.
Así lo pudo reconstruir LA NACION de calificadas fuentes judiciales. Cardozo Merladet tenía antecedentes penales. En 2016 fue capturado en la Argentina cuando estaba prófugo de la Justicia de Uruguay acusado de integrar una banda dedicada al robo de casas en Sauce y Toledo, en el departamento de Canelones. Un alcalde estuvo entre las víctimas de la organización criminal. Fue extraditado a su país natal.
Fuentes judiciales explicaron a LA NACION que La Cocona tenía relación con sus compatriotas Alan Daniel Lorenzo Rodríguez y Nicolás Carpani Romero, detenidos en Uruguay por su presunta participación en el plan criminal para robar la sucursal San Isidro del Banco Macro.
Además, según los voceros consultados, Cardozo Merladet habría tenido un rol importante en la preparación del frustrado golpe. En 2023, según los registros migratorios, La Cocona vino a la Argentina con el resto de los delincuentes investigados. “Tenía lazos y conocimientos en el país”, sostuvo un detective que participa de la investigación.
Fuentes con acceso al expediente explicaron que Cardozo Merladet “participó en la confección de los contratos para alquilar las dos propiedades elegidas en San Isidro por la banda para preparar y planificar el túnel” que iba a llevar a los delincuentes a la entidad bancaria situada en Chacabuco 444.
Como informó LA NACION, primero, en febrero de 2023, la banda alquiló un inmueble situado en Ituzaingó 341, en la misma manzana que el banco y frente al edificio de los tribunales de San Isidro, donde durante años funcionó el bar Habeas Corpus, visitado por jueces, fiscales y abogados.
En agosto de 2023, después de dejar de pagar la locación de Ituzaingó 341, la organización criminal alquiló un depósito situado en Chacabuco 535/547, donde los ladrones comenzaron a hacer el túnel que los iba a conectar con la sucursal bancaria.
¿Pero por qué mataron a La Cocona? Las hipótesis de los investigadores son por lo menos tres. Una de ellas es que Cardozo Merladet haya sido el “hombre de la varilla” que hizo que el plan criminal, después de una elaboración minuciosa y profesional, se desvaneciera en segundos.
Como se informó en su momento, el túnel fue descubierto de forma fortuita. El martes 7 de este mes, poco antes de las 8.30, un proveedor de Berni, un local gastronómico situado en Chacabuco al 400, a pocos metros del Banco Macro, sintió un ruido extraño debajo de su camioneta.
Algo que no sabía qué era le daba golpes al chasis. El extraño sonido no se detenía. Entonces corrió el vehículo unos pocos metros y, después de descender, descubrió algo que le llamó la atención: una varilla de hierro sobresalía de entre los adoquines. Pronto se acercaron el personal de la confitería y otros comerciantes. Nadie entendía qué era lo que veían.
Tras el hallazgo y como no pudieron sacar la varilla de entre los adoquines, los comerciantes de la zona decidieron doblarla para que ningún conductor se la llevara por delante. Después le pidieron al personal de seguridad del banco que colocara un cono naranja fluorescente para que quedara señalizado el lugar.
En ese momento, integrantes de la banda que estaban a pocos metros haciendo las veces de campana, observaron todo y dieron aviso a sus cómplices, que decidieron abortar el plan, abandonar el depósito y escapar a Uruguay. Ese mismo día, Alejandro Rosendo López, el tercer sospechoso detenido, cambió el chip de su teléfono celular. Incluso ayer le denegaron la excarcelación.
El túnel, finalmente, fue descubierto al día siguiente tras muchas horas de excavaciones.
“Si La Cocona fue quien manipulaba la varilla de hierro debajo de los adoquines, como es una de la hipótesis, puede ser que lo hayan asesinado para cobrarse su error, que terminó siendo clave para que pocas horas después se descubriera el túnel”, sostuvo un investigador.
Otra hipótesis que barajan los detectives judiciales y policiales argentinos es que el resto de la banda sospechara que Cardozo Merladet haya sido el delator que llevó a prisión a Rodríguez y Carpani Romero, con antecedentes por narcotráfico y barras de Nacional de Montevideo.
En ese sentido, en las últimas horas, la jueza de Garantías de San Isidro Andrea Rodríguez Mentasty requirió a las autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores que formalicen el proceso para pedir la extradición de los dos sospechosos uruguayos detenidos en Montevideo.
La tercera hipótesis que analizan los investigadores es que el homicidio de La Cocona haya sido motivado por “desacuerdos económicos” por el dinero que se perdió al haberse frustrado el plan criminal.
Documentación apócrifa
La investigación del intento de robo quedó a cargo de la fiscal Carolina Asprella y del fiscal general adjunto Patricio Ferrari, equipo coordinado por el fiscal general de San Isidro, John Broyad, con la colaboración de detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) local, conducida por el comisario mayor Javier Specia, y personal de la División Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones del Departamento Interpol de la Policía Federal Argentina (PFA).
Ahora los investigadores están abocados al análisis de la documentación apócrifa que utilizó la banda para alquilar las dos propiedades de San Isidro, donde usaron identidades falsas y documentos truchos.
“Es más, hasta el contacto telefónico del supuesto garante no era el verdadero. Utilizaron el DNI y una dirección en Florida, Vicente López, del exfutbolista y actual director técnico Hernán Crespo”, afirmó un detective judicial.
La falsificación de documentación más el delito de robo agravado por su comisión en lugar poblado y en banda en grado de tentativa, como fue la imputación que utilizó la jueza Rodríguez Mentasty para ordenar la detención de Carpani Romero, hacen pensar a los investigadores que se podría acusar a los sospechosos de integrar una asociación ilícita.
Por último, detectives judiciales y policiales, analizan la “extraña desaparición” de un linyera que solía dormir en la puerta de un supermercado chino situado al lado del depósito donde la banda comenzó a hacer el túnel.
“No sabemos si el linyera era parte de la banda y dormía en la calle para hacer las veces de campana o si tomó confianza con los delincuentes y a cambio de dinero les ‘prestó’ su identidad o les hizo otro favor. Lo cierto es que la última vez que lo vieron estaba bien vestido, aseado y con la barba prolija”, dijo una fuente de la investigación, que quiere atar todos los cabos que continúan sueltos.
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