Un cráneo momificado de un niño en una encomienda para un ex Gran Hermano, indicio de un tráfico macabro
La Aduana detectó, dentro de una pieza enviada por correo desde San Telmo con destino a Nueva York, la cabeza de un chico de entre 10 y 12 años; en la caja figuraba, como destinatario, el californiano Paul Abrahamian
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LA NACION
Dos de los secuestros más insólitos de la Aduana en el último tercio de 2022 permiten vislumbrar la existencia, a nivel global, de un mercado macabro: el del tráfico de restos humanos, fundamentalmente, para coleccionismo. El más reciente de los procedimientos es especialmente llamativo: involucra el cráneo momificado de un chico, oculto bajo la burda fachada de una “artesanía de Spiderman”, hallado en una encomienda enviada desde San Telmo a Nueva York que tenía como presunto destinatario a un exparticipante de la versión norteamericana de Gran Hermano.
Fuentes de la Dirección General de Aduana explicaron que a mediados de diciembre pasado, en un control rutinario de la sección Encomiendas Postales Internacionales de la Aduana de Monte Grande, Buenos Aires, el escáner arrojó una imagen sugestiva: dentro de una pieza de exportación había lo que parecían restos humanos, concretamente, un cráneo.
Los agentes aduaneros abrieron la encomienda. La pieza sospechosa estaba envuelta en dos máscaras del Hombre Araña sujetas con film; el bulto tenía ceñido, además, un gorro de lana que completaba el burdo enmascaramiento. El bulto era, en definitiva, una cabeza humana momificada, envuelta delicadamente en gasa.
Las primeras observaciones daban cuenta de que habría pertenecido a un chico de entre 10 y 12 años, pelirrojo o de cabello de una tonalidad anaranjada; había sido prolijamente seccionada de un cuerpo y la data de muerte no sería reciente, lo que hace presumir que se trataría del producto de una profanación de una tumba.
La encomienda, de 916 gramos y envuelta en papel madera, había sido depositada en la sucursal San Telmo del Correo Argentino. Escrito a mano, el paquete delataba un remitente que, aparentemente, es falso –Gustavo Damamio– y una dirección en la calle Defensa, donde hay locales de anticuarios.
Más sorpresa hubo cuando se averiguó, de manera sumaria, quién era el destinatario de la mercadería declarada como “Adorno Spiderman artesanal”: Paul Abrahamian, y un domicilio en Brooklyn.
Informó la Aduana que “de información de bases públicas surge que el supuesto destinatario del paquete, Paul Abrahamian, es el titular de una empresa llamada, paradójicamente, Deadskull LLC, que traducida al español significa, literalmente, ‘cráneo muerto’”. Deadskull es, en rigor, una marca de ropa, de la cual él mapses diseñador.
Nacido hace 28 años en Tarzana (Los Ángeles, California), Abrahamian participó en seis temporadas consecutivas del reality show Big Brother y llegó a la final en dos ocasiones. En su presentación para el casting de CBS se definió así: “Soy un buscador de emociones, así que, esencialmente, cualquier cosa que pueda alimentar eso”.
Por orden del Juzgado Nacional en lo Penal Económico N°2, a cargo de Pablo Yadarola, el cráneo momificado fue entregado al personal del Departamento de Delitos Fiscales de la PFA para su guarda y custodia hasta ser entregado al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) para efectuar el peritaje correspondiente.
El antecedente de octubre
Los investigadores del caso tomaron rápidamente nota de un caso reciente también detectado por la Aduana, pero en Clorinda, Formosa. El 5 de octubre pasado, en agentes abocados al control de ómnibus del servicio internacional de larga distancia en el Puente San Ignacio de Loyola detectaron, a través del escáner de equipaje, la presencia de cuatro cráneos humanos en un bolso.
El equipaje era de una pasajera que viajaba desde Asunción, Paraguay, hacia la terminal de Retiro, en Buenos Aires. ”Disimulados entre sus objetos personales se hallaron cuatro cráneos humanos completos –algunos, incluso, con maxilares y dentadura–”, informó oportunamente la Aduana.
“Al ser interrogada por agentes especializados de la Dirección General de Aduanas-AFIP, la propietaria manifestó, insólitamente, que las calaveras estaban siendo ingresadas a la Argentina para posteriormente ser enviadas a los Estados Unidos, donde serían sometidas a estudios científicos. Argumentó que los profesionales tendían a elegir este tipo de cráneos por estar completos y tener antepasados europeos, lo cual resulta atractivo por su morfología, anatomía y aspectos de interés médico y antropológico –y en algunos casos, también, relacionados con rituales religiosos y de coleccionistas–”, se informó.
Los especialistas señalaron que este tipo de objetos son comercializados en subastas online y en el mercado negro se paga por ellos miles de dólares.
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