Un comisario y un jefe narco compartían un caballo de carrera
Acusaron ayer a cuatro policías de alto rango por formar parte de una organización criminal
ROSARIO.- Cascarudo es el nombre del caballo de carrera, que corre en los principales hipódromos del país, entre ellos el Palermo, que tenían en sociedad el comisario Luis Quevertoque y el narco Esteban Alvarado. El zaino, que nació el 20 de agosto de 2010, cuyo padrillo es el caballo Sunray Spirit, de Estados Unidos, no era lo único que unía al jefe de un clan y a este comisario, que fue quien encabezó en un primer momento las investigaciones contra la banda de Los Monos, sino que sus caminos también se cruzaban en una asociación ilícita, según desgranaron ayer en una audiencia los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery.
Junto a Quevertoque, un comisario que durante los últimos años se movía con chaleco antibala porque temía ser blanco de un ataque de Los Monos, estuvieron sentados en el tribunal otros tres policías que están acusados por vínculos con Alvarado, uno de los nuevos alfiles del universo narco de Rosario.
Participaron de la audiencia imputativa el comisario Gustavo Spoletti, exjefe de la Dirección de Drogas Peligrosas de Rosario y actual jefe de Informaciones de la Unidad Regional XVII (San Lorenzo); Cristian Franco, otro comisario que pertenecía a la camada de efectivos que actuaron en la brigada antidrogas, y Javier Makhat, exjefe de Drogas de la Policía de Investigaciones. Makhat protagonizó un hecho sorprendente en noviembre de 2018, cuando efectivos de la Tropa de Operaciones Especiales allanaron viviendas luego de encontrar pistas en un operativo antidrogas. En una de esas propiedades, en un edificio lujoso a pocos metros de las barrancas del río Paraná, vivía Makhat.
Uno de los policías que trabajó codo a codo con los fiscales que acusaron a Esteban Alvarado fue Pablo Bancora, quien fue condenado en un juicio abreviado a un año de prisión por haber pasado información al clan Alvarado. Ese policía era quien procesaba las escuchas telefónicas sobre esa banda. Otro de los detenidos fue el abogado Claudio Tavella, defensor de Alvarado, quien participó de las audiencias a lo largo de este año contra este hombre imputado de asociación ilícita y homicidio.
En medio de la polémica que desató la detención de los altos jefes policiales, el ministro de Seguridad de Santa Fe Maximiliano Pullaro opinó: "Esta causa estaba dormida desde hace unos siete años. Tenemos que saber qué pasó, me molesta el rol de la Justicia en estos casos".
Desde hace tiempo el ministro carga la responsabilidad en la Justicia, en este caso en la federal. Los dichos del ministro provocaron fuerte malestar en esos tribunales, donde interpretaron que las críticas forman parte de una estrategia de Pullaro de sacarse de encima la responsabilidad por la connivencia entre policías y narcotraficantes.