Un capo de la mafia calabresa se escapó de la Cárcel Central de Montevideo
MONTEVIDEO.- El escurridizo capo italiano Rocco Morabito, que llegó a ser uno de los 10 delincuentes más buscados del mundo y fue detenido en Uruguay en 2017, vuelve a estar prófugo: ahora escapó por la azotea de una cárcel uruguaya junto a otros tres extranjeros, entre ellos, un argentino.
"Cuatro personas con arresto administrativo" alojadas en un centro de reclusión de Montevideo se "fugaron por las azoteas del edificio mediante boquete y copamiento [invasión] de una finca lindera", donde robaron dinero a los propietarios, informó el Ministerio del Interior uruguayo en un comunicado.
"Entre los fugados se encuentra el italiano Rocco Morabito, quien estaba a la espera de su extradición por parte de la Justicia italiana, siendo investigado por tráfico internacional de drogas", señaló el texto oficial.
La reacción del gobierno italiano no se hizo esperar. "Es desconcertante y grave que un criminal como Rocco Morabito, jefe de la 'Ndrangheta [mafia calabresa], haya logrado escaparse de una prisión en Uruguay, en donde esperaba la extradición", dijo el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini.
El fiscal uruguayo Luis Pacheco dijo que había salido la sentencia de extradición de Morabito en primera instancia y en segunda instancia, pero "la defensa interpuso ante la Suprema Corte de Justicia el último recurso de casación y era lo último que faltaba".
Morabito, de 52 años, fue detenido en 2017 en un hotel de Montevideo tras residir por años con otra identidad en el balneario uruguayo de Punta del Este. Era buscado desde 1995 por asociación ilícita y tráfico de drogas.
Según versiones de prensa, Morabito residió por 13 años en Punta del Este y fue detenido en la capital uruguaya tras conseguir la residencia en Uruguay, adonde había ingresado en 2004 con documentos falsos. Fue arrestado tras alojarse en un céntrico hotel capitalino luego de discutir con su esposa y dejar su domicilio esteño.
En Uruguay fue acusado de falsificar documentos de identidad para vivir bajo el nombre de Francisco Antonio Capeletto Souza. Sobre Morabito recae en Italia una condena en ausencia a 28 años de cárcel, que más tarde se amplió a 30 años. La Justicia uruguaya aprobó el pedido italiano de extradición el año pasado.
Morabito se esfumó por primera vez en 1994 de Milán, donde llegó a ser conocido como el "rey de la cocaína". Allí había arribado con 25 años proveniente de su pueblo natal de Africo, en Calabria.
Apodado "u Tamunga", en alusión a un vehículo militar todoterreno alemán, el Dkw Munga, en Milán el joven Morabito se convirtió en una carismática figura que frecuentaba bares y fiestas, según reportes de la prensa italiana.
Una foto en la que aparece con un abrigo gris, realizando una de sus últimas millonarias entregas de dinero, da cuenta de sus actividades, poco antes de que la policía tratara de arrestarlo el día de su cumpleaños, el 13 de octubre de 1994. El escurridizo capo, sin embargo, logró escapar.
Ahora vuelve a estar en fuga. Las autoridades uruguayas informaron que mantienen la "requisitoria internacional de color rojo emitida por Interpol", al igual que sus tres compañeros de fuga.
Morabito se fugó junto a Leonardo Abel Sinopoli Azcoaga, detenido por falsificación de documento y hurto y pedido en extradición por Brasil; Matías Sebastián Acosta González, también requerido por la Justicia brasileña, y Bruno Ezequiel Díaz, detenido por un homicidio a solicitud de la Argentina, indicó el Ministerio del Interior.
Azcoaga es argentino y ya había escapado de una cárcel brasileña en 2001, cuando iba a ser extraditado a su país.
Vecina de la cárcel, Élida Ituarte, de 80 años, relató cómo los cuatro prófugos pasaron por su casa tras huir del penal. "Estaba acostada y siento que prenden las luces de toda mi casa y veo personas".
La vecina relató que los fugados no la lastimaron ni la amenazaron. "Por suerte nada, al contrario, me decían: 'Abrime la puerta, dame la llave que tengo a mi hija enferma'. Y yo les dije: '¿Por dónde entraron?'". Élida dijo que le robaron el dinero que tenía en la cartera. "Me llevaron dinero de la cartera. Poco. Pero el dinero no importa. Lo que importa es que yo salvé mi vida. No me amenazaron", relató. Los fugados bajaron por la escalera y ella tomó el ascensor para abrirles la puerta de la calle y luego avisar al personal en la garita de la cárcel sobre la presencia de los fugados, "pero se fueron rápido", agregó.
En Uruguay, viviendo con su familia bajo otra identidad, Morabito cultivó el bajo perfil. Alquilaba su casa en Punta del Este tras vivir durante unos tres años en una propiedad rural de 600 hectáreas con una casa estilo toscano de 2000 m2, a 40 km del centro del balneario. Allí, le gustaba cocinar. Los datos oficiales señalaron que Morabito se dedicaba en Uruguay a la producción agropecuaria y que poco antes de ser arrestado había vendido una propiedad, que le había dejado un buen monto en dólares.
Al momento de su arresto en 2017 llevaba 13 teléfonos celulares, varias fotos carné, una pistola automática 9 milímetros, más de 20 chips y una importante cantidad de dinero.
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