Un botín de US$2.600.000: “Monstruos” y criptomonedas, piezas de una singular estafa piramidal en formato online
El ardid afectó a 3000 inversores que esperaban obtener ganancias con el desarrollo de personajes virtuales
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ROSARIO.- Cuatro jóvenes de esta ciudad habrían tramado una estafa con criptomonedas que no tiene antecedentes en el país: el ardid virtual afectó a 3000 personas –algunas de ellas del exterior-, por un monto superior a los US$2.600.000. En este caso se trató de un engaño delictivo. Al menos así lo entiende la fiscalía que promovió la investigación. Es mucho más sofisticado que los llamados “cuentos del tío” digitales que crecen a un ritmo imparable, según los especialistas en ciberdelitos. Esto es lo más parecido a una versión digital de las estafas piramidales.
Lo más increíble del caso, que comenzó a investigarse en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el 30 de diciembre de 2021 y luego pasó a la fiscalía de Mariano Ríos Artacho, en Rosario, es que la trampa se desarrolló a través de un juego similar a Pokémon. Se realizaron durante los últimos días diez allanamientos en distintos puntos de Rosario, entre ellos, un country y departamentos en la zona ribereña de Puerto Norte.
Además de los cuatro amigos, algunos de ellos expertos en sistemas, cuyas casas fueron allanadas por orden del fiscal de Delitos Económicos, hay otras 15 personas allegadas a los jóvenes que están involucradas en la estafa debido a que les transfirieron el botín a sus respectivas cuentas digitales, una vez que se apropiaron del dinero de terceros que habían confiado de buena fe en la propuesta inversión en criptomonedas.
El despliegue de la Tropa de Operaciones Especiales y de la Agencia de Investigación Criminal de Santa Fe llamó la atención en el barrio Puerto Norte, donde se encuentran los edificios más cotizados de Rosario, lugar que en los últimos días fue blanco de asaltos y robos en la calle. En medio de la tensión por la inseguridad y la violencia narco, los vecinos se mostraban confundidos porque pensaban que el operativo se debía al aumento del delito en la zona. Pero en este caso, los policías no buscaban armas, sino computadoras.
El 30 de diciembre de 2021, uno de los jugadores e inversores, Gonzalo M., radicó una denuncia penal por la desaparición del dinero que había aportado en este juego. Su testimonio fue clave para que la Justicia empezara a desentrañar la dimensión del desfalco.
Se utilizó para atraer a los inversores el desarrollo de un juego parecido a Pokémon. Los supuestos estafadores crearon una página web (que hoy está fuera de línea) en la que colocaron fotografías del juego que decían que estaban desarrollando, que mostraba unos monstruos como protagonistas. Generaron un aviso digital para la preventa de las “bestias” que se utilizaban para jugar.
Para entrenar a los monstruos vendían en la página Tokens No Fungibles (NFT, por sus siglas en inglés), que son activos digitales que se encuentran encriptados. Esos tokens no son intercambiables, algo que los diferencia de las criptomonedas, aunque son dos caras de la misma tecnología.
El juego funcionaba con “gimnasios” NFT donde se entrenaban a las bestias. Cada jugador tenía un gimnasio y, por lo tanto, podrían mejorar, es decir, sumar valor, y comprar y vender sus “monstruitos”. De esta manera, según observaron los investigadores, los jugadores generaban una inversión: podían comprar una bestia digital e ingresando dinero podían mejorarla, para después venderla y generar una ganancia. La apuesta de los creadores del sitio tenía una doble atracción para los interesados: por un lado, se jugaba a un juego “retro” similar al Pokémon, y por otro, se daba la posibilidad de obtener ganancias con el choque de las bestias, que luego se podían vender.
El otro punto, es que los jóvenes financistas habían creado una criptomoneda para alimentar el juego, que llamaron $Master, un criptoactivo del mundo Beast Masters basado en la cadena inteligente de Binance, proveedor de servicios de infraestructura de blockchains y el mayor exchange de activos digitales.
El 7 de diciembre de 2021, Gianluca P., Ramiro S., Manuel B,. y Gianfranco S, ingresaron a la billetera virtual Beast Masters y vaciaron los fondos. Enviaron el dinero a sus billeteras virtuales personales, por un monto de 2.610.312 dólares. Los jugadores que habían ingresado su dinero para jugar e invertir perdieron todo. La estafa se conoce en el mundo de las finanzas y los criptoactivos virtuales como rug pull, o “tirón de alfombra”, un mecanismo de fraude en el que se busca atraer inversores por medio de ofertas de ganancias demasiado atractivas para luego alzarse con los fondos.
La información provista por Binance fue clave como material probatorio de la causa, pues allí figura el detalle de cada una de las operaciones: tanto las inversiones iniciales de los usuarios como el retiro masivo de fondos realizado a finales de 2021.
Según entendidos en el ámbito de los criptoactivos, la modalidad de fraude conocida como rug pull es cada vez más frecuente. “Las estafas de este tipo solían quedar impunes por ser muy difíciles de rastrear. Sin embargo, en este caso, utilizaron un exchange centralizado. En los exchanges centralizados los usuarios no tienen control de sus llaves privadas. Al funcionar como intermediarias, estas empresas mantienen la custodia de los fondos, por lo que también tienen información sobre los usuarios, como sus DNI, dirección de IP, etcétera”, se explicó.
Cuando los acusados quedaron al descubierto, ofrecieron devolver el dinero invertido. Y en parte lo hicieron. Sin embargo, quedaron unos 400.000 dólares que no aparecieron y que ahora sustentan la causa penal.
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