Investigación. Un homicidio, un arsenal enterrado y un cantante de Cumbia 420 que acusa a L-Gante y pide “garantías” para entregarse
La policía allanó una casaquinta de General Rodríguez porque tenía el dato de que allí se ocultaba Federico Bellavigna, conocido como “El más ladrón”, que es el único prófugo por el asesinato de un hombre cuyo cadáver fue arrojado a un corral para que se lo comieran los chanchos
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Después de matar a Andrés Costa de tres balazos y con una perdigonada de escopeta, los asesinos arrojaron el cuerpo a un corral para que los chanchos lo comieran y así borrar las pruebas del homicidio. El cadáver de Costa, de 38 años, fue hallado antes de que lo pudieran hacer desaparecer.
En los últimos días, la policía allanó una propiedad de General Rodríguez donde se refugiaba uno de los cuatro sospechosos por el homicidio ocurrido en el contexto de un ajuste de cuentas por drogas. Allí se secuestró un importante arsenal que estaba enterrado, en una cisterna instalada en el fondo de la vivienda. La mujer que estaba en la casaquinta quedó detenida, acusada de tenencia ilegal de armas de fuego.
La policía llegó hasta la finca situada en Puerto Aragón y Barriles porque tenía el dato de que allí se ocultaba un prófugo por el homicidio de Costa. Se trata de Federico Martín Bellavigna, también es conocido como “El más ladrón”, un músico de la llamada “Cumbia 420″ que tiene 450.000 seguidores en redes sociales, es amigo de L-Gante. Ya hay un pedido de captura en su contra y él pidió “garantías” para entregarse, según pudo saber LA NACION.
“No me entrego porque quiero tener las garantías necesarias para poder entregarme. No comerme un garrón como el que me están queriendo hacer comer”, dijo “El más ladrón” en una entrevista a través de un podcast. Pidió que “se investigue a fondo todo lo que está pasando atrás” y acusó a L-Gante y a la policía de querer involucrarlo en el hecho.
En el lugar no encontraron a Bellavigna, pero eso no significa que el operativo en la casaquinta de Puerto Aragón y Barriles haya sido un fracaso.
Dentro de una bolsa envuelta con mantas y sábanas, y cubierta por una capa de tierra al costado de un quincho, los policías encontraron cinco escopetas, un rifle, una pistola calibre 22, un revólver calibre 32, otro calibre 45 y un arma de fabricación casera calibre 12/70.
Durante el allanamiento, los efectivos también secuestraron cinco teléfonos celulares y dos tablets. Según fuentes de la investigación, la pistola .22 será sometida a una serie de peritajes balísticos para tratar de establecer si fue el arma utilizada para matar a Costa.
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