Túnel en San Isidro: “Soy empresario” y otros detalles de la indagatoria de un sospechoso extraditado desde Uruguay
Nicolás Carpani Romero fue indagado por el fiscal general adjunto de San Isidro; trasladaron a la Argentina al sindicado jefe de la barra brava de Nacional de Montevideo, Alan Lorenzo Rodríguez
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Fue el primer extraditado desde Uruguay y ya fue indagado. Pero Nicolás Carpani Romero sostuvo ser un empresario y afirmó que se enteró de que una banda de ladrones había hecho un túnel de155 metros de largo y 4,35 de profundidad en pleno casco histórico de San Isidro por “televisión” por la difusión que tuvo el caso en su país. Negó las acusacions en su contra.
Así lo pudo reconstruir LA NACION de calificadas fuentes con acceso al expediente. Carpani Romero, que llegó a la Argentina anteanoche en un vuelo de Aerolíneas Argentinas custodiado por personal de la División Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones del Departamento Interpol de la Policía Federal Argentina, fue indagado por el fiscal general adjunto de San Isidro, Patricio Ferrari. Está imputado del delito de robo calificado por su comisión en poblado y en banda en grado de tentativa en concurso real con daño calificado.
Carpani Romero, defendido por los abogados Diego Storto y Matías Redondo, sí admitió haber hecho varios viajes a la Argentina entre 2023 y este año. También reconoció ser amigo de Alan Lorenzo Rodríguez, sindicado jefe de la barra brava de Nacional de Montevideo y sospechoso que fue extraditado anoche y que en las próximas horas será indagado por el fiscal Ferrari.
En su indagatoria, Carpani Romero recordó haber sido condenado en Uruguay por haber robado un camión con patente paraguaya que trasladaba cocaína y haber formado parte de la barra brava de Nacional de Montevideo. Pero aseguró que desde que recuperó la libertad es empresario y se dedica a alquilar maquinaria.
Dijo no conocer a Alejandro Israel Rosendo López, el sospechoso detenido con prisión preventiva acusado de ser el “lanchero” que trasladaba a la Argentina desde Uruguay a la banda que hizo el túnel. “Él tampoco me conoce a mí”, afirmó, según pudo reconstruir LA NACION de fuentes al tanto de la declaración indagatoria.
Carpani Romero negó haber estado en San Isidro mientras visitó la Argentina, afirmaron fuentes judiciales.
Ayer, el túnel que hizo la banda de boqueteros fue visitado por la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, su par bonaerense, Javier Alonso, y el intendente de San Isidro, Ramón Lanús.
“Visité el túnel que hizo la peligrosa banda criminal de uruguayos para intentar robar el Banco Macro, en San Isidro. No solo no pudieron concretarlo, sino que ahora los deportaron de Uruguay para cumplir con su condena en nuestro país”, sostuvo Bullrich en X.
Fuentes que presenciaron el encuentro entre Bullrich, Alonso y Lanús explicaron que los funcionarios ratificaron su compromiso de reforzar la articulación en materia de seguridad y en la lucha contra delitos complejos como el narcotráfico.
“En la Argentina debería ser normal que gobiernos de diferentes colores políticos se pongan de acuerdo para resolver un problema tan grave como es la inseguridad. Nosotros desde el día uno asumimos el compromiso de hacernos cargo y estamos trabajando con todos los actores que están implicados en la seguridad y la justicia. Es un camino largo, pero estamos avanzando para mejorar la prevención y ya tenemos resultados concretos de baja del delito en el distrito”, afirmó Lanús.
López, el único ciudadano argentino detenido, está preso con prisión preventiva. Se sospecha que habría sido el “lanchero” que cruzó a integrantes de la banda desde y hacia Uruguay.
“Destaco como características del hecho investigado la gran pluralidad de intervinientes que habrían participado en el suceso aquí investigado, la sofisticada logística empleada, la evidente disponibilidad de información, medios, recursos económicos y humanos conjugados para su perpetración”, sostuvo el juez de Garantías de San Isidro Ricardo Costa al dictar la prisión preventiva de López por el delito de robo en concurso real con daño en grado de tentativa.
La investigación que derivó en el descubrimiento del túnel comenzó de forma fortuita el martes 6 de agosto pasado, cerca de las 8.45, cuando Damián Otero llegó al local gastronómico situado en Chacabuco al 400, a pocos metros del banco que los ladrones pretendían robar. Al estacionar, sintió un ruido extraño debajo de su camioneta.
Otero no lograba identificar qué era eso que daba golpes en el chasis y no se detenía. Entonces, corrió el vehículo unos pocos metros y, después de descender, descubrió una varilla de hierro que sobresalía entre los adoquines. Pronto se acercaron el personal de la confitería y vecinos. Nadie entendía qué era lo que veían.
Tras el hallazgo, y como no pudieron sacar la varilla, los comerciantes de la zona decidieron doblarla para que ningún conductor se la llevara por delante. Después, le pidieron al personal de seguridad del banco que colocara un cono naranja fluorescente para que el lugar quedara señalizado.
Un analista técnico revisó todas las alarmas y los sensores del banco sin encontrar ninguna anomalía. Igualmente, se comunicaron con personal de la comisaría 1a. de San Isidro para “dar aviso de lo sucedido”. A las 20, un patrullero de la policía bonaerense estacionó en Chacabuco al 400 para vigilar en forma preventiva las proximidades del banco: un día después descubrieron el oscuro túnel.
Otero, el exempleado gastronómico que frustró el que hubiese sido, quizás, el golpe de la década, tuvo su premio: lo contrató el banco Macro.
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