Tucumán: celos, un falso funcionario y misterio detrás del crimen de un expanadero
El pasado 27 de febrero, la noticia conmocionaba a la tranquila ciudad de Concepción, a 76 kilómetros al sur de la capital tucumana. Pasado el mediodía, a la hora en que comenzaba la siesta, era asesinado a golpes en la cabeza cuando ingresaba a su casa en el barrio Pablo Haimes Carlos Chequer, un empresario panadero que había vendido su emporio para dedicarse a la política.
Los peritajes determinarían que fueron cuatro palazos en la cabeza los que le provocaron la muerte inmediata. El hecho ocurrió en el garaje de su casa, justo cuando se bajaba del auto tras almorzar en el centro de la ciudad.
Lo primero que pudieron confirmar los investigadores fue que en la casa no faltaba nada. El agresor se había llevado solo uno de los tres teléfonos que solía usar Chequer, que se había transformado en referente de Unidad Ciudadana en la "perla del sur", como se conoce a Concepción.
Las primeras pistas que le llegaron al fiscal Edgardo Sánchez fueron aportadas por vecinos que identificaron a una persona merodeando la vivienda en las horas previas al crimen y un vehículo Palio Weekend Adventure, color verde, que había circulado en varias oportunidades por el lugar.
"Una mujer nos contó que este hombre se acercó a ofrecerle cortar el pasto y estaba nervioso. Miraba para todos lados y se mostraba insistente", detalló a LA NACION, el fiscal de la causa, Edgardo Sánchez.
El testimonio de esos vecinos permitió a la justicia identificar y detener, dos semanas después del crimen, a Juan Jesús "Toco" Soria. "Se trata de un delincuente que había sido condenado por abuso sexual y liberado tiempo atrás. Además, tenía más de seis procesamientos, a la espera de juicio, en causas como robo y robo agravado. También tenía antecedentes de ser un 'vecino violento'", detalló el fiscal.
"Se le allanó la casa, ubicada en un barrio periférico de Concepción, y entre sus pertenencias se encontraron ropas ensangrentadas que coincidían con el grupo sanguíneo de Chequer. Aún no está el resultado del ADN para determinar si son de la víctima o no. Esa es una de las tres líneas de investigaciones que seguimos", detalló el funcionario judicial.
El falso abogado que se autoincriminó
Miguel Vega, que se recibió de procurador, había protagonizado un escándalo el año pasado en la Ciudad cuando fue desplazado del municipio, luego de que se descubriera que había presentado un título falso de abogado para trabajar en la oficina de Recursos Humanos. Fue en ese momento que comenzó a colaborar con Héctor Monayer, a cargo del equipo de la Cámara Gesell Federal en Tucumán. Utilizaba un auto que estaba a nombre del funcionario del Ministerio de Seguridad. Sin embargo, Monayer negó que Vega tuviera un cargo formal en la cartera de Patricia Bullrich, a pesar de que subió decenas de fotos donde participa de actividades de ese organismo en el norte del país.
El desembarco de Vega en la causa llegó cuando el falso abogado se acercó a la Justicia y entregó el celular que le habían robado a la víctima tras el crimen. "El señor Vega se presentó ante la fiscalía, en forma espontánea, con el argumento de colaborar en la investigación. En ese momento lleva y entrega un teléfono celular que nos dice que había encontrado en la ruta 65 mientras corría. Esta ruta es paralela a la calle donde vivía y fue asesinado Chequer".
"Nos dijo que el lugar donde estaba tirado el teléfono era cerca de una estación de servicio grande que hay ahí. Dijo que lo tenía hacía unos diez días y que, como era un teléfono nuevo y estaba sin chip, le había colocado uno nuevo y se lo había dado a su hijo para que juegue", detalló Sánchez. Sin embargo, el análisis de las cámaras de seguridad de la estación de servicio y de casas particulares de la zona derribaron la historia del procurador: No se lo veía corriendo sino arriba de un vehículo Palio Weekend Adventure, color verde, que estaba a nombre de Monayer, del cual se bajaba en la estación minutos después del crimen.
Tras los peritajes tecnológicos se determinó que el celular que entregó Vega a la Justicia era uno de los que pertenecía a la víctima y que se le había sustraído tras el asesinato.
Sánchez dispuso la semana pasada que se allanara la casa del falso abogado y que se secuestrara el auto visto cerca de la escena del crimen. También se allanó la casa de la novia de Vega y se secuestraron celulares y computadoras. El auto fue trasladado al depósito judicial de la Ciudad y está previsto que se perite el interior en las próximas horas.
Fue en el depósito judicial donde se terminó de complicar la situación judicial del procurador. Allí, Vega fue captado por cámaras de seguridad cuando violentaba la faja de seguridad del vehículo y retiraba objetos del interior del auto. Luego fue registrado por otra cámara cuando descartaba dentro de un contenedor de basura un cuchillo de 30 centímetros.
"Ahora estamos analizando si hubo algún móvil para que Vega agrediera a Chequer. Por lo pronto, sabemos que ya habían tenido conflictos personales previos, eso forma parte de la investigación", dijo Sánchez. Según los vecinos, los enfrentamientos habrían comenzado porque el empresario asesinado le habría enviado mensajes amorosos a la pareja de Vega.
Por el allanamiento del vehículo, Vega fue detenido el viernes y se lo acusó de intentar ocultar o alterar pruebas de la investigación. En tanto, las hipótesis que quedaron bajo la lupa son tres: que Soria actuó solo, que Vega actuó solo o que Soria fue el autor material y Vega el intelectual.
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