Triple investigación. Acusan a dos policías de intentar robar miles de dólares de la casa donde un funcionario apareció muerto
El hecho, calificado como hurto calamitoso, ocurrió en el departamento de Carlos Pedrini, que era titular del Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC), quien pocas horas antes de que fuera encontrado sin vida en la bañera, había sido denunciado por abuso sexual; investigan el origen del dinero
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Los dólares sobresalían del chaleco reglamentario del oficial de la Policía de la Ciudad que se retiraba de la casa. La situación no pasó desapercibida para los familiares de Carlos María Pedrini, el funcionario porteño que pocos minutos antes había sido encontrado muerto en la bañera de su domicilio de Parque Chacabuco. Le preguntaron, obviamente, de dónde había sacado el dinero. En respuesta, el uniformado regresó al living de la propiedad y tiró los billetes al piso. Eran la 11.20 del 23 de enero pasado. Todavía no se había hecho público el fallecimiento del titular del Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC), tampoco las denuncias que había recibido, por presunto abuso sexual.
Así surge de uno de los expedientes judiciales que se abrieron después de la muerte de Pedrini, de 48 años, según informaron a LA NACION fuentes judiciales.
“Se le atribuye Germán Z. y a Román P. haber intentado apoderarse ilegítimamente, aprovechando las facilidades provenientes de la muerte de Pedrini, de la suma de US$30.000 que se encontraban en el interior del domicilio [del funcionario] el 23 de enero pasado, aproximadamente, a las 11.20. Más precisamente cuando se retiraba de la propiedad, Germán Z., quien había arribado con Román P., llevaba en su poder billetes de moneda extranjera (dólares) que sobresalían de la parte superior del chaleco reglamentario, siendo interrogado por familiares de Pedrini por tales circunstancias, momento en el cual el uniformado reingresó y arrojó el dinero en el piso del living, para luego salir de la propiedad. Una vez en el exterior, Germán Z. fue requisado y apartado de la investigación junto a Román P.”, según se desprende de la causa que instruye el fiscal en lo criminal y correccional porteño Leonel Gómez Barbella por hurto calamitoso.
Según informaron fuentes judiciales, en principio, la imputación es contra los dos oficiales que llegaron y se fueron juntos de la casa de Pedrini, pero quizá con el avance de la investigación la acusación puede variar.
“Evidentemente, no se intentó sustraer la totalidad de los 30.000 dólares que habían sido encontrados en la casa, pero por lo que dijeron los familiares de Pedrini eran bastantes los billetes porque sobresalían del chaleco”, sostuvo a LA NACION una calificada fuente judicial.
Fuentes de la Policía de la Ciudad sostuvieron que “hay una causa de averiguación de ilícito contra un oficial. Lo vieron meter dinero en su chaqueta, pero cuando lo revisaron no encontraron nada y luego el dinero apareció tirado cerca. No hay pruebas concretas del delito, pero se le imputa basándose en el testimonio de una mujer”.
Desde la fiscalía interpretaron la situación como un hecho aislado y que nada cambia el trabajo que a diario se tiene con las distintas dependencias de la Policía de la Ciudad.
Gómez Barbella también instruye la investigación que se inició tras la muerte de Pedrini, donde todo indica que se trató de un suicidio, y el expediente en el que el funcionario porteño estaba denunciado por abuso sexual.
Gómez Barbella también inició una investigación para determinar el origen del dinero secuestrado en la casa de Pedrini.
El día en que fue hallado el cuerpo fueron encontrados 30.000 dólares y 68.000 pesos, pero 24 horas después, en un allanamiento que hizo personal del Departamento de Inteligencia de Crimen Organizado de la Policía Federal Argentina (PFA) fue descubierta una caja fuerte donde había guardados 500.000 pesos, 7000 dólares y un teléfono celular.
“Se ordenó hacer un peritaje sobre el teléfono celular y se decidió investigar el origen de la totalidad del dinero hallado en el domicilio. Puede ser que se trate de ahorros que tenía Pedrini, pero hace ruido el mensaje que había dejado con indicaciones sobre lo que se debía hacer con el dinero”, sostuvo un investigador.
La fuente se refería a la nota que fue dejada pegada en una puerta de vidrio que comunica el garaje con el resto de la casa. Se trataba de un texto que decía: “Estoy en la bañera muerto. Antes de entrar saca toda la plata y después recién llama a la poli. Perdón por lo que te toca en esto, te quiero y gracias por todo”.
Personal de la Policía de la Ciudad halló la nota que habría dejado Pedrini. No estaba dirigida a nadie en particular, pero los investigadores suponen que era para su chofer, que sería una persona de su máxima confianza.
Según pudo saber LA NACION de fuentes de la investigación, la denuncia por abuso sexual fue presentada en una comisaría de la Policía de la Ciudad. La denunciante fue una sobrina de Pedrini, de 19 años.
La víctima relató que su tío las había invitado a ella y a una amiga de 18 años a un cumpleaños en un boliche del barrio de Monserrat.
“Mi tío nos pasó a buscar con su auto el viernes pasado a la 1 por la casa de mi amiga, en Palermo. Fuimos al boliche”, recordó la joven. Contó que después del primer trago, whisky con energizante, se empezó a sentir mal. Sostuvo que, en su opinión, Pedrini le había puesto alguna sustancia en la bebida. También afirmó que el funcionario les había ofrecido pastillas de droga sintética y que se las había dado contra su voluntad.
A las 5 fueron los tres, según la denuncia, a la casa de Pedrini, en Parque Chacabuco, donde su tío le pidió que lo abrazara y les propuso jugar a “verdad o reto”. La joven, según sus palabras, comenzó a sentirse incómoda, porque todo lo que debía responder eran cuestiones de índole sexual.
Luego de unos minutos, Pedrini le pidió a su sobrina que lo abrazara y le exigió que lo hiciera fuerte. Después, con el cierre de su pantalón bajo, intentó abusar de ella, según la denuncia.
La joven, en ese momento, según declaró, se sintió angustiada y le dijo a su tío que se quería ir. Cuando terminó de hacer su relato de los hechos, respondió que quería instar la acción penal y que quería solicitar una medida restrictiva.
Según pudo saber LA NACION de fuentes judiciales, la amiga de la sobrina de Pedrini se presentó en la fiscalía de Gómez Barbella. La joven, que estudia Medicina, afirmó que en el boliche, cuando bailaban, el funcionario le tocó las piernas. “Me bajaba el vestido”, sostuvo. Ratificó que le dio pastillas de éxtasis.
“Comenzó a drogarnos en la boca, nos metía cosas todo el tiempo. Pedía tragos en la barra y después nos ponía cosas, yo creo que pastillas de éxtasis, pero la verdad que no lo sé. Yo quería pedir ayuda, pero no me salían las palabras, no me acuerdo del todo, pero si sé que en todo momento me ponía cosas en la boca y yo le decía que no”, dijo la joven.
Sobre lo que pasó en la casa de Pedrini, afirmó que el funcionario le gritaba “¡cagona, cagona!”, porque no quería jugar a “verdad o reto”.
En el caso interviene el Juzgado en lo Criminal y Correccional porteño N°30. Fuentes judiciales explicaron que la causa por abuso sexual se cerrará “por extinción de la acción penal por prescripción por muerte del imputado”, pero que continúa abierta “por el derecho a la verdad que tienen las víctimas”.
Ante la pregunta sobre si se había confirmado que la muerte de Pedrini fue consecuencia de una decisión propia, los investigadores consultados afirmaron: “Todo indica que se trató de un suicidio, pero todavía no está cerrado”.
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