Triple crimen de Rosario: la extraña explicación del invitado al “casamiento narco” que quemó el Audi de las víctimas
Se trata de un joven de 19 años que declaró como testigo ante el fiscal Gastón Ávila, que investiga los homicidios de una pareja y su beba de un año
- 6 minutos de lectura'
Un joven de 19 años que fue como invitado al denominado “casamiento narco”, fiesta que en las afueras de Rosario terminó con los asesinatos de una pareja y su beba de un año, admitió ante el fiscal que investiga el triple crimen que él fue quien quemó el auto de las víctimas cuando intentó llevar a un hospital a Erica Romero, cuyo cuerpo finalmente fue hallado calcinado. El muchacho, que declaró como testigo, sostuvo que se “asustó” ante la posibilidad de ser interceptado por la policía.
Según informó la agencia de noticias Télam, el testimonio del joven fue revelado por el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos de Rosario, Gastón Ávila, funcionario a cargo de la investigación, en una conferencia de prensa que se hizo en el Centro de Justicia Penal de Rosario.
El cuerpo de Romero, de 39 años, fue encontrado calcinado en el interior de un auto Audi TT blanco incendiado tras el ataque a tiros en el que fue asesinada su beba, Elena, y su pareja, Maximiliano Giménez, de 30 años.
”Un joven de 19 años se presentó ayer en Fiscalía y declaró que él se subió al auto cuando pudieron sacarlo de un zanjón al que había caído en la huida de las víctimas”, dijo el fiscal.
Como había anticipado ayer LA NACION, el fiscal Ávila convocó a varios de los invitados a la particular fiesta de casamiento para lograr desentrañar detalles que aún están oscuros en esta trama ligada a la violencia narco. Los testimonios aparecían contradictorios y poco claros.
Según el representante del Ministerio Público, el testigo que dijo haber quemado el auto era un joven invitado que salió de la fiesta al escuchar las detonaciones de las armas utilizadas por los sicarios. A él, le habría pedido que trasladara a Romero al Hospital Escuela Eva Perón para que fuera asistida
”El joven declaró que estaba ebrio, desesperado porque vio un patrullero y tenía miedo de que lo siguieran, que no sabía qué hacer hasta que paró y decidió prender fuego el vehículo”, dijo Ávila.
El fiscal explicó que el testigo no fue imputado “todavía” y que no puede usar como elemento de cargo solo su propia declaración, por lo que evalúa el resto de las pruebas obtenidas en la causa.
Sobre la mecánica del triple crimen, el funcionario judicial dijo que el Audi TT blanco con la pareja y la beba salió del salón de fiestas de Iberlucea por la autopista Rosario-Santa Fe sentido a Rosario, momento en que fue emboscado por una camioneta Volkswagen Amarok
.El conductor realizó una maniobra de escape y retomó la ruta rumbo al predio donde se realizaba la fiesta, pero cayó en un zanjón de la ruta, situado frente a la entrada del salón.
Fue allí donde los ocupantes de la camioneta hicieron una veintena de disparos que impactaron en los tres integrantes de la familia, tras lo cual escaparon.
“Los invitados a la fiesta que estaban en la puerta del salón comenzaron a tratar de auxiliar a las víctimas. El auto había quedado con el motor en marcha y con las puertas trabadas, hasta que pudieron sacar a Giménez, ya muerto, y a la beba, a los que llevaron hasta el Hospital Eva Perón, que está cerca”, explicó Ávila.
El funcionario judicial agregó: ”A la mujer no la lograron sacarla del asiento. Por la premura de las circunstancias, a Romero trataron de llevarla en su propio vehículo, pero las ruedas giraban en falso. Mientras algunos sacaban el auto empujando desde atrás, un joven se sentó en el asiento del lado del conductor e intentó ir al hospital, ya estaba muerta. Desorientado el joven, agarró para el lado de Ibarlucea. Los testigos vieron que se bajó, se agarró la cabeza y empezó a gritar. Ahí decide prender fuego el auto. Dijo que quería ayudar, que estaba ebrio, que se asustó. Que iba en un auto baleado, al lado de un cadáver y en el camino le pareció ver un móvil policial. Que por eso decidió prenderlo fuego. Vino acongojado y comentó la situación llorando”.
Fastuosa fiesta
La fastuosa fiesta que se realizó en Campo Ibarlucea reunió a una especie de “selección” de la mafia rosarina, ligada al líder de Los Monos, Ariel Cantero, alias Guille, preso en el penal de Marcos Paz. El sábado se casaron Esteban Rocha, conocido en el ambiente mafioso como Pinky, y Brisa Leguizamón, quien no debería haber estado en la celebración de su casamiento porque está con prisión domiciliaria, fijada en Rueda al 200 bis, por una causa de narcotráfico en la Justicia federal de San Nicolás.
Rocha fue excarcelado por la Cámara de Casación Penal el año pasado, luego de que sus abogados apelaran la confirmación de prisión por el tribunal de alzada de Rosario. La pareja tiene causas abiertas por narcotráfico. Ambos estaban ligados a Olga Medina, alias Tata, una narco de 54 años que dominaba el norte de Rosario y fue condenada en 2020 a cuatro años de cárcel. Una investigación contra Medina en 2014 desembocó en la caída de Delfín Zacarías, uno de los mayores proveedores de cocaína de Rosario, que fue condenado en 2018 a una pena de 16 años. Tenía un laboratorio clandestino en Funes, en las afueras de Rosario, donde tenía capacidad para producir 500 kilos por mes de cocaína.
Rocha, el novio de Brisa, se acercó luego al líder de Los Monos. Los investigadores creen que logró ganarse la confianza de Guille Cantero al desplazar a un sector de la competencia. Pinky vivía actualmente en una de las residencias del líder de Los Monos en Pérez, una cercanía que no es usual para los que provienen de afuera del clan.
La relación entre Rocha y Cantero es muy cercana. Las dos hijas del líder narco estaban en la fiesta, junto a su cuñada Cielo Barrios. Su pareja, Vanesa Barrios, está con prisión domiciliaria, al igual que su madre, Celestina Contreras. Brisa, la novia, es la hermana de Brenda Leguizamón, conocida como La Diabla, una joven que en la fiesta lució un vestido amarillo que destacaba sus tatuajes, y que también tiene causas abiertas en la Justicia federal de San Nicolás, según apuntaron las fuentes consultadas por LA NACION.
Otras noticias de Sicarios
Más leídas de Seguridad
Siete de cada diez robos de autos en Buenos Aires son cometidos con armas de fuego
“Me quiso matar como a un animal”. El estremecedor relato de la mujer apuñalada 28 veces por su expareja en Núñez
Todos chilenos. Fueron expulsados cinco delincuentes que hacían entraderas en la Ciudad
ADN del crimen. La búsqueda de Loan termina en silencio y sin pistas sobre el destino del chico desaparecido en Corrientes