Triple crimen: la esposa de Forza dijo que su marido le tenía "terror" a Pérez Corradi
Solange Bellone declaró hoy en el juicio; también contó que a ella le dijeron que "lo mataron policías"
En una nueva audiencia del juicio por el triple crimen de General Rodríguez, declaró ayer Solange Bellone, viuda de Sebastián Forza, una de las víctimas.
Bellone dijo que su marido le tenía "terror" a Ibar Esteban Pérez Corradi, acusado de ser el autor intelectual de los homicidios, prófugo de la justicia. Además, sostuvo que a ella le dijeron que a Forza "lo mataron policías", según consigna la agencia Télam.
La viuda también afirmó que días antes de su muerte, su marido pagó 200.000 dólares o pesos para que la policía no investigara sus negocios y que la tarde de su desaparición, en el último contacto telefónico que tuvo con él, le dijo que estaba siendo seguido por un testigo clave de la causa, Julio César Posse.
Bellone brindó ayer por la tarde una extensa declaración de tres horas ante el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de Mercedes que desde principios de mes juzga a los hermanos Martín y Christian Lanatta y Marcelo y Víctor Schillaci, como presuntos autores materiales de los asesinatos ocurridos en 2008.
"Terror" y deudas
Según fuentes judiciales que presenciaron la audiencia, citadas por Télam, la viuda explicó que su marido "no tenía amigos", estaba "lleno de deudas" y que los tres principales acreedores a los que les temía eran Pérez Corradi -prófugo en esta causa y acusado de ser el autor intelectual de la masacre-, el empresario farmacéutico Marcelo Abasto y al abogado Guillermo Martinero.
Sin embargo, Solange aclaró que "al que más miedo le tenía Sebastián, a quien le tenía terror, era a Pérez Corradi".
En relación a los imputados de este juicio, Bellone sólo dijo saber que su marido conocía a Martín Lanatta, que era una persona de Quilmes que le había conseguido la portación de sus armas y que en el último mes se había intensificado esa relación.
Durante su testimonio frente a los jueces Fernando Bustos Berrondo, Graciela Larroque y Marco Barski, Solange comprometió a este imputado en dos oportunidades.
Policías
Según las fuentes, Bellone declaró que su marido le contó que estaba siendo extorsionado por policías que lo investigaban por sus negocios y le hacían seguimientos, y que Lanatta había sido el intermediario para que Forza pagara "200.000 dólares o pesos" -no lo pudo precisar-, "por protección".
La viuda dijo que por lo que sabe, su marido pagó ese dinero a una persona apodada "la morsa", a quien ella no puede identificar pero se sospecha que podría ser un policía retirado.
Efedrina
En otro tramo de su declaración, involucró por primera vez en la causa a Lanatta con el negocio de la efedrina.
Solange afirmó que en una oportunidad escuchó que un tal Martín -que luego admitió podía ser Lanatta-, le tenía que entregar algo a Marcelo Tarzia, uno de los detenidos en la quinta de Ingeniero Maschwitz donde se descubrió el laboratorio clandestino de metanfetaminas de una banda mexicana.
La viuda explicó que luego del triple crimen, ella conjeturó que lo que le entregó Lanatta a Tarzia de parte de su marido podía ser un cargamento de "efedrina adulterada", algo que en su momento se manejó como hipótesis del móvil del triple crimen.
Señalan a un testigo clave
Al referirse al último diálogo que tuvo con su marido aquel 7 de agosto de 2008, día de la desaparición, Solange reveló un dato clave para la defensa de los acusados, ya que contó que el propio Sebastián la llamó por teléfono al mediodía o a primera hora de la tarde para decirle: "El enano me está siguiendo"."El enano" es el apodo de Posse, un ex agente de inteligencia que hacía negocios con Forza, era su intermediario ante sus acreedores y que es un testigo que aún no fue a testificar al debate.
Posse es considerado clave para la fiscalía porque a lo largo de sus declaraciones en la causa, siempre apuntó a Pérez Corradi como presunto ideólogo de crimen, según contaron voceros judiciales.
Si bien para los defensores de los Lanatta y los Schillaci, esta afirmación de Solange coloca a Posse como sospechoso y desvincula a sus clientes, otras fuentes que participan del juicio contaron que, sin embargo, la viuda relativizó lo que le dijo su marido.
Bellone explicó que no notó nervioso a su esposo y que sabía que hacía unos días él y Posse había recompuesto su relación.
También reconoció Solange en el debate que su marido solía consultar a "una bruja" o guías espirituales y que una de ellas, llamada "Ana", se le acercó luego de cometidos los crímenes para decirles que a Forza, Ferrón y Bina "no los habían matado los mexicanos, sino que fueron policías".
En la jornada, también declaró la viuda de Bina, Verónica Colombo, quien reconoció que su marido estaba en el negocio de la efedrina junto a Forza y mencionó que por ese tema solían ir en forma frecuente a cerrar tratos y comer asados a una suntuosa quinta en General Rodríguez, que la Justicia aún intenta ubicar.
El crimen
Forza (34), Ferrón (37) y Bina (35) desaparecieron el 7 de agosto de 2008 luego de ir a una reunión en un supermercado de Sarandí.
Según la acusación, debían cerrar un negocio vinculado a la efedrina pero fueron privados de su libertad, asesinados a balazos y luego sus cuerpos guardados en algún freezer hasta que finalmente los arrojaron en el zanjón del partido de General Rodríguez donde fueron hallados seis días más tarde.
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