Triple crimen en Rosario: Las víctimas fueron asesinadas al salir de una lujosa fiesta de casamiento
Una pareja y su beba de un año fueron ejecutados por sicarios; temen una venganza de Los Monos
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ROSARIO.-Los sicarios no dudaron a la hora de apretar el gatillo, como ocurre a menudo en esta ciudad. Ejecutaron a un hombre, a su pareja y a una beba de un año, que iban dentro de un Audi TT que fue interceptado y atacado a balazos en la ruta 34 S, a pocos metros de donde se realizaba una fastuosa fiesta de casamiento de gente cercana a la banda de Los Monos.
Este triple crimen que se produjo esta madrugada tiene el sello del narcotráfico. Como ya sucede desde hace tiempo en Rosario, a los sicarios no les importó que entre las víctimas hubiera una beba, que falleció de un disparo en la cabeza.
El asesinado conductor del Audi, Maximiliano Giménez, aparece como una persona ligada al líder de Los Monos Ariel Cantero, alias Guille, preso en el penal de Marcos Paz. En el gobierno santafesino temen que este episodio tense aún más la llamada guerra narco que golpea esta zona. En lo que va de enero se cometieron 24 homicidios, luego de un año con cifras también alarmantes: 241 crímenes, lo que sitúa a Rosario, con una tasa de 18,5 homicidios cada 100.000 habitantes, como la ciudad más violenta del país, con cifras que casi cuadriplican el promedio nacional.
En Marcos Paz, Guille Cantero estaba furioso, reveló un miembro cercano al clan criminal. “Lo ve como la declaración de guerra”, agregó la fuente. Durante la tarde se reunieron miembros del clan Los Monos para evaluar la situación, capitaneados por Celestina, la madre de Guille, quien se encuentra en prisión domiciliaria, condenada a 10 años de prisión. La escena parece similar a la que ocurrió horas después del crimen de Claudio Cantero, el líder de Los Monos, en mayo de 2013. Tras ese homicidio se concretaron cinco asesinatos.
Las tres víctimas sufrieron una emboscada en la ruta 34S, que conecta con la autopista Rosario-Santa Fe, luego de participar de una fiesta de casamiento con todos los lujos, en el country Campos de Ibarlucea, una localidad que se encuentra en las afueras de Rosario.
En el parque de Campos de Ibarlucea había un domo transparente, donde estaba la mesa de los novios y un arco con luces de colores, por donde habían ingresado. Había tocado el músico Sergio Torres y todo estaba tranquilo en el predio, donde se casaban Esteban Rocha y Brisa Ferreira Leguizamón. El parking daba muestras del poder adquisitivo de los invitados. Estaba repleto de autos importados.
Rocha, conocido como Pinky, el novio, es un joven cercano al líder de Los Monos. No es un hombre nacido y criado en la organización criminal, sino que se acercó a Cantero hace un tiempo, cuando Guille ya estaba preso. Ganó su confianza y Cantero lo retribuyó con varios negocios. Le dio una de sus casas más importantes en la localidad de Pérez para que viviera allí. Los que conocen desde dentro la banda saben que ese nivel de confianza no es para cualquier improvisado. La lealtad se construye, señalan. Rocha había sido condenado por narcotráfico, pero fue excarcelado el año pasado por la Cámara de Casación Penal, en oposición al tribunal de alzada de Rosario.
La cercanía era tal, que los hijos de Guille Cantero y Vanesa Barrios estaban en la fiesta, que tenía otra particularidad, Brisa Leguizamon, la novia que se casaba, hermana de La Diabla, una temible narco de San Nicolás, estaba con prisión domiciliaria. Es aún una incógnita si fue autorizada por la Justicia para casarse en ese predio.
La fiesta tuvo su punto más alto cuando empezó a tocar, cerca de las 1.30 el músico Sergio Torres, un cantante de cumbia, que hace más de 15 años que actúa en eventos sociales del clan Cantero.
“Yo no pregunto el prontuario de los que me contratan”, afirmó a LA NACION, tras actuar en el cumpleaños de Luciano Cantero en enero del año pasado, en plena cuarentena. El hijo del asesinado Pájaro Cantero cumplía 18 años, y la fiesta la organizó su madre Lorena Verdún. Ambos fueron detenidos el martes de la semana pasada con un arsenal de 25 pistolas. Verdún fue trasladada al penal de Ezeiza para cumplir una condena por narcotráfico de cinco años de cárcel.
La emboscada
En la fiesta también estaba, entre los que bailaban al ritmo de la banda musical de Torres, Maximiliano Giménez, de 33 años, a quien los investigadores apuntan que era uno de los nuevos jugadores que se encargan de lavar el dinero de Los Monos. Giménez había llegado a la fiesta en un Audi TT blanco, con su pareja Erica Romero, de 30, y su pequeña hija de un año.
Cuando la fiesta comenzaba a decaer en su intensidad por el avance de la madrugada, Giménez decidió irse en su auto con su familia cerca de las 5. Salió del country y tomó la ruta 34 S, rumbo a la autopista hacia Rosario. Cinco kilómetros antes de llegar a la autopista, una camioneta VW Amarok se puso al costado del auto. Y comenzaron a dispararle al Audi, por lo menos unos 20 tiros. Giménez recibió 13 balazos y su hija de un año, que iba sentada en una sillita atrás, un tiro en la cabeza.
Los sicarios que iban en la camioneta huyeron. Un invitado al casamiento vio lo que sucedió y paró a ayudar a los acribillados. Cargó en otra camioneta Amarok gris a Giménez y a la niña y los llevó hasta el hospital Eva Perón, que es el más cercano de esa zona. Los heridos fallecieron a los pocos minutos. La beba de un año había sufrido heridas muy serias en la cabeza.
Lo que ocurrió después aún no tiene una explicación certera. Porque la pareja de Giménez, quien fue hasta el hospital en el Audi TT blanco, se habría ido del lugar poco después. El auto apareció totalmente quemado a unos treskilómetros del salón donde se realizó el casamiento. Dentro del Audi se encontró un cadáver calcinado que habría recibido varios disparos. Aunque aún no fue identificado por el estado del cuerpo, se sospecha que se trataría de Erica Romero, la madre de la beba de un año.
El llamado al 911 que entró después de que murieran su pareja y su hija advirtió que dispararon desde una VW Amarok color blanca. Los sicarios decidieron incinerar totalmente el auto con la mujer dentro. Todo esto ocurrió en un camino rural a dos cuadras del centro del pueblo, que se encuentra sobre la ruta 34.
Las hipótesis que se empezaron a tejer en torno a este triple crimen apuntan a que es un fuerte golpe contra la banda de Los Monos. Cuando ocurren este tipo de asesinatos las primeras conjeturas apuntan a los enemigos históricos de la organización criminal, entre ellos, Esteban Alvarado, un narco que está preso actualmente en el penal de Ezeiza.
Esa hipótesis tomó más fuerza durante las últimas horas porque Giménez, la persona a la que fueron a matar los sicarios es un hombre cercano al líder de Los Monos. En el gobierno y en la policía especulan que estos crímenes siempre incluyen otro capítulo, el de la venganza. Como ocurrió tras la ejecución del líder de Los Monos en 2013, los narcos no esperan que avance una investigación judicial, sino que buscan su propia información y actúan. Esa dinámica demarcada por una violencia extrema llevó a que Rosario tenga en la última década una altísima tasa de homicidios.
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