Celos, desesperado por el dinero y otros detalles del acusado del triple crimen de Chascomús
Tras el pedido del fiscal Jonatan Robert, el juez de Garantías Cristian Gasquet dictó la prisión preventiva del policía Francisco Reddy, detenido por el múltiple homicidio ocurrido en una estancia a fines del año pasado
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Lo primero que hizo Facundo Urruspil cuando llegó al velatorio de su madre, María Eugenia Suárez, una de las víctimas del triple crimen de Chascomús, fue preguntarle a Francisco Reddy qué había pasado en la estancia Los Pinos, escenario de la masacre. El joven policía, de 20 años, le respondió: “Para mí fue el administrador”. En ese momento él estaba fuera del radar de la investigación. Pero, pronto, las pruebas en su contra se acumularon. Horas después, fue detenido, acusado de ser el autor de los asesinatos de la mujer de 46 años, de su propio padre, Diego Reddy, y de su medio hermano Ignacio, de 12. Habría actuado por un móvil económico: evitar que descubrieran que había vendido al menos 20 vacas que su progenitor criaba en un campo familiar situado en el denominado “Triángulo de las Bermudas”, en el límite entre Pila, Ayacucho y General Guido.
“Siempre resultó ser muy celoso y siempre lo veía desesperado por el dinero”, sostuvo Urruspil cuando declaró como testigo y los investigadores lo consultaron sobre la personalidad de Francisco Reddy, según se desprende del expediente judicial al que tuvo acceso LA NACION. Suárez era la pareja de Diego Reddy y madre del niño asesinado.
El drama se desencadenó entre las 18 y las 19.30 del 29 de diciembre pasado. En las últimas horas, tras un pedido del fiscal Jonatan Robert, el juez de Garantías de Chascomús Cristian Gasquet dictó la prisión preventiva del sospechoso. Está acusado de homicidio calificado por alevosía en concurso real con homicidio calificado, y en concurso real con homicidio calificado por el vínculo.
Fátima, hermana de Urruspil, también hizo referencia a los celos del sospechoso “tornando la mirada en aspectos económicos”, explicaron fuentes que tuvieron acceso a las declaraciones de los hijos de unas de las víctimas del triple crimen.
“Es de destacar que el imputado, horas antes del hecho, llevó adelante operaciones comerciales diversas que implicaban un menoscabo patrimonial de quien en vida fuera su padre”, sostuvo el fiscal Robert en el pedido de prisión preventiva, al que tuvo acceso LA NACION.
El representante del Ministerio Público se refería a la venta de 20 vacas, dos Aberdeen Angus coloradas y 18 Aberdeen Angus negras. La operación se hizo “en negro” un día antes del triple crimen.
Las vacas eran parte de la hacienda que Diego Reddy tenía en un campo familiar situado en el Triángulo de las Bermudas.
La operación, según declaró el comprador, se pactó entre el 10 y 12 de diciembre pasado, pero recién se concretó un día antes del triple crimen.
“La sospecha es que Francisco Reddy concretó el plan criminal antes de que su padre fuera a controlar la hacienda”, sostuvo a LA NACION una fuente de la investigación.
Después del triple crimen se hizo un “rodeo de recuento” de animales, a cargo de personal del Comando de Prevención Rural. Se descubrió una diferencia considerable en el stock ganadero, de unos 80 animales, aunque las fuentes judiciales consultadas por LA NACION explicaron que no se puede adjudicar que ese faltante responda a una operación de venta realizada por el sospechoso.
Según la reconstrucción que pudieron hacer el fiscal Robert y detectives de la policía bonaerense, el triple homicida primero mató de un balazo en la nuca –efectuado a una distancia no mayor de 25 centímetros– a Suárez, quien en ese momento cocinaba en la casa destinada a los caseros de la Estancia Los Pinos. La mujer murió casi en el acto.
Después, caminó 60 metros y se dirigió hasta el galpón del establecimiento rural, donde baleó y golpeó a su hermano Ignacio, de 12, quien también falleció en el lugar.
El padre del sospechoso intentó escapar y corrió a campo traviesa. Pero no pudo salvarse. Instintivamente, ante el primer disparo, quiso protegerse con el brazo izquierdo. Ya herido, también fue ejecutado en la nuca.
Como la policía inicialmente solo encontró los cadáveres de la mujer y de su hijo, los investigadores interpretaron que podían estar frente a una escena de femicidio y filicidio; la ausencia de Diego Reddy los llevó a suponer que él podría haberlo matado y huido. Pero cuando su cuerpo fue hallado, dos días después, la hipótesis del caso cambió rotundamente y Francisco Reddy se convirtió en el principal sospechoso del triple crimen.
“Las víctimas resultaban ser integrantes del grupo familiar, lo cual marca, aún más, el desprecio evidenciado hacia la vida de las mismas. En ese orden de ideas, no puede pasarse por alto la violencia desplegada respecto de Ignacio Reddy, a quien además de efectuarle un disparo con un arma de fuego le propinó diversos golpes en su rostro”, sostuvo el fiscal al fundamentar el pedido de prisión preventiva.
Además, el día del crimen, en horas del mediodía, el sospechoso compró una camioneta Chevrolet S-10 doble cabina blanca modelo 2008. Al vendedor le dio un Suzuki Fun y, por la diferencia, le prometió entregarle cinco vacas.
La operación de compra de la camioneta fue una prueba clave contra el sospechoso. Según las declaraciones de los testigos, la tarde del triple crimen una persona llegó a la estancia Los Pinos en una camioneta Chevrolet S-10 doble cabina blanca.
“De la declaración testimonial prestada por el efectivo policial Saúl Barroso se desprende que de la observación de las imágenes de la cámara de seguridad situada en el camino que conduce a la estancia Los Pinos se aprecia en tres momentos el paso de una camioneta marca Chevrolet modelo S-10 doble cabina blanca. Dicha camioneta resulta ser en la cual se movilizaba el imputado”, afirmó el fiscal.
En esa camioneta, la policía bonaerense encontró una carabina calibre 22. Un familiar del sospechoso que declaró como testigo afirmó que el día del triple crimen le había prestado a Francisco Reddy un arma de esas características.
“De las constancias antes incorporadas se desprende que el calibre del arma de fuego incautada de la camioneta del imputado se corresponde con las vainas servidas secuestradas en la escena del triple homicidio y con las heridas que quedaron plasmadas en las respectivas operaciones de autopsia”, sostuvo el representante del Ministerio Público.
Además, “el peritaje de dermotest llevado adelante en torno a las muestras recabadas en Francisco Reddy, arrojó como resultado la presencia positiva para residuos de disparo de arma de fuego tanto en su mano derecha como izquierda”, se consignó en el expediente judicial.
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