Tres noches en un desagüe junto a su madre muerta
A la mujer y la hija, de 2 años, las buscaban desde el miércoles; las hallaron dentro de una alcantarilla; quedó detenida la ex pareja de la víctima
CÓRDOBA.- La sociedad cordobesa se vio sacudida ayer por el hallazgo del cadáver de una mujer que estaba desaparecida desde el miércoles a la noche, al igual que su hija de sólo 2 años, que fue encontrada en malas condiciones de salud junto al cuerpo de su madre dentro de una alcantarilla en Villa Siburu. Ante los claros indicios de criminalidad, fue detenida e imputada de homicidio la ex pareja de la víctima, padre de la menor.
Paola Acosta, de 36 años, había sido vista por última vez a las 22.30 del miércoles, cuando bajó de su departamento con su hija, Martina, para atender a su ex pareja, Gonzalo Lizarralde, de 33 años, quien había concurrido a conocer a la niña y a pagar la cuota alimentaria de $ 1400 que se le había fijado por orden judicial, ya que él había negado su paternidad, lo que derivó en una causa que terminó con un análisis de ADN que dio positivo, el 20 de agosto pasado.
Luego de más de tres días de misterio e intensa búsqueda, el cadáver de Acosta fue encontrado ayer, a las 8, dentro de un desagüe pluvial, en la esquina de Zípoli e Igualdad.
La policía llegó hasta el lugar al ser alertada por el empleado de una panadería, que llamó a la central de la fuerza de seguridad. Los agentes que acudieron se encontraron con un cuadro estremecedor: la mujer muerta y, a su lado, la niña, que presentaba un cuadro delicado de salud. De inmediato fue llevada al Hospital de Niños, donde las autoridades prefirieron la cautela al hablar sobre el estado de salud de la menor, que, manifestaron, "es grave y delicado".
"Tiene politraumatismos y heridas cortantes en varias partes del cuerpo. Además, hay alto riesgo de infección debido al contacto que tuvo con las aguas servidas durante tantas horas. Está delicada, debemos ser pacientes y esperar su evolución", manifestó el director del centro de salud, Néstor Perotti.
Las marcas de la violencia
Desde la fiscalía a cargo de Eve Flores, transitoriamente al frente del caso, se informó que la nena no había sido apuñalada, como se especuló en un primer momento, sino que presentaba heridas cortantes por haber sido arrojada con fuerza hacia el interior de la alcantarilla. Eso le produjo los golpes y los cortes, según se indicó.
En cuanto a la madre, se informó que presentaba heridas punzocortantes en el cuello y el abdomen que le habrían ocasionado la muerte en forma instantánea.
Las primeras sospechas sobre el crimen recayeron sobre su ex pareja, que fue la última persona que tuvo contacto con ella la noche del miércoles. Ocasionales testigos aseguraron ante la policía y la Justicia haber visto a la mujer cuando ascendía al vehículo de Lizarralde en la calle Martín García 263, barrio San Martín, donde Acosta vivía con sus otros dos hijos varones, de 14 y 16 años, fruto de otra relación.
Desde entonces no se tuvieron más noticias de ellas y recién al día siguiente se descubrió su desaparición, cuando los otros dos hijos advirtieron que la madre y la beba no habían regresado.
A partir de entonces se multiplicaron los contactos entre los familiares, quienes junto a vecinos se movilizaron en su búsqueda y dieron parte a la policía. Las horas transcurrieron sin novedades y los familiares denunciaron pasividad policial para investigar el caso. Incluso, el viernes realizaron una manifestación en la sede de los tribunales para reclamar la aparición de la mujer y su beba.
Mientras tanto, la fiscalía secuestró el vehículo de Lizarralde, que había sido lavado, para realizarle peritajes. Al respecto, trascendió que se habrían encontrado manchas de sangre en el rodado, lo que aumentó las sospechas sobre el hombre.
Tras el hallazgo del cadáver y de la beba, las evidencias llevaron a la fiscal Flores a ordenar la detención de Lizarralde e imputarlo por los delitos de homicidio calificado en perjuicio de su ex pareja y por abandono de persona calificado por el vínculo de su hija biológica.
La fiscal aclaró que estuvo transitoriamente a cargo del caso durante el fin de semana y que ahora intervendrá su par Miguel Oyhanarte.
Murió tras larga agonía
Cuatro meses después de haber sido atacada a ladrillazos en Lisandro Olmos, Silvia Batista, de 49 años, murió ayer en el hospital San Martín, de La Plata. Por el hecho está detenida su ex pareja, Oscar Argüello Giménez, de nacionalidad paraguaya. Fuentes policiales informaron a la agencia de noticias Télam que Batista, que era peluquera, estuvo en coma desde el 18 de mayo, cuando fue encontrada en una zanja con su cabeza destrozada.
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