Tras la muerte de un policía, sus familiares ponen en duda la teoría del suicidio y exigen una nueva autopsia

Familiares y vecinos del policía Luis Gavilán, quien el 30 de abril fue hallado ahorcado, en su domicilio en la ciudad de Formosa, cortaron el lunes y martes pasado la ruta nacional N°86 para exigir respuestas en un caso que para ellos está lleno de interrogantes. Según el relato de la policía, la muerte del joven agente se trató de un suicidio, pero los familiares sospechan sobre un posible asesinato y reclaman que se realicen nuevos peritajes.

”Exigimos al juez Sergio Felipe Cañete que de lugar a nuestro pedido para realizar una nueva autopsia con un nuevo perito aportado por la familia, para poder determinar que fue lo que pasó con el supuesto suicidio de Luis. Pedimos que firme el petitorio presentado por los abogados representantes. Los pueblos de Tacaagle y Portón Negro nos acompañan” explicó a LA NACION Paula Cardozo, tía del joven fallecido.

“Luis no tenía un perfil suicida ni había dado señales de alguna razón por la que se fuera a quitar la vida. Era padre de un niño y de una recién nacida; tenía, además, aspiraciones de ascender como policía, algo por lo que prácticamente dedicaba su vida entera” explicó María Cardozo, madre del joven fallecido.

Aquel fin de semana, Gavilán y sus familiares había acordado que pasarían juntos el Día del Trabajador, pero lo último que se supo de él fue que había ido a la Fiesta de la Corvina. Camino a encontrarse con Gavilán, sus padres recibieron la noticia, por parte de terceros y por redes sociales, que su hijo había muerto.

”Los policías nos dijeron que Luis había tenido un accidente con su moto. Fue asistido por personal de SIPEC, que aseguraron que estaba bien, pero aun así fue demorado en una comisaría del barrio Colluccio en Formosa hasta las 10:30 de la mañana del 31 de abril. Luego de eso, la policía dice que lo dejó ir y fue ahí donde supuestamente se suicidó” explica Cardozo.

Según sus familiares, el cuerpo de Gavilán presentaba golpes en el rostro, en la espalda en los brazos, en las piernas y en las manos. Consideran que esas lesiones no fueron suficientemente explicadas en la autopsia, por lo que reclaman que los forenses evalúen nuevamente el cadáver.

Para la diputada provincial Gabriela Neme este caso está plagado de irregularidades. En primer lugar por cómo fue el trato a la familia y por la forma en que la Policía de Formosa comunicó el deceso de un oficial de la fuerza provincial. También le llamó la atención a la legisladora que no se hubiese convocado a la Gendarmería para realizar la investigación de la muerte de un policía, ya que desde el inicio no podía descartarse algún grado de encubrimiento del hecho.

En ese sentido, la diputada Neme detalló que en el expediente aparece una testigo de la supuesta acta de verificación de la muerte registrada el 30 de abril. “Allí una mujer aparentemente aseguró haber visto el cuerpo. Pero al declarar en sede judicial, negó haberlo visto y dijo que la hicieron firmar un acta en blanco” explicó a LA NACION.

Por otra parte, Neme señaló que el juez asignado a la causa, no solo debería haberse declarado incompetente debido a que hace solo dos meses ejercía un cargo policial como oficial inspector , sino que también provoca desconfianza, ya que pasó por un proceso de designación polémico, en el cual medios locales señalaron sus presuntos vínculos con narcotraficantes, algo que quedó descartado en el momento de concretarse el nombramiento.

“La familia Gavilán salieron a cortar la ruta porque nadie los escucha, porque el juez Cañete hace un mes que tiene el expediente y no ordena la segunda autopsia pedida por la familia que pone en duda el suicidio. El juez es cómplice y no toma las medidas. Lo que reclama esta madre es que haya justicia”, concluyó la legisladora.

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