Tras 11 días apareció Layla, sana y acompañada por tres adultos
Estaba en una plaza, en Avellaneda y Donato Álvarez; su familia cree que fue víctima de un presunto caso de pedofilia
Poco antes de las 12 se conoció la mejor noticia: Layla Sainz, la chica de 13 años que llevaba 11 días desaparecida había sido encontrada por la Policía Metropolitana en la plaza Aramburu, en Avellaneda y Donato Álvarez, Flores. Sus padres fueron notificados y de inmediato se dirigieron a la fiscalía descentralizada de Nueva Pompeya y Parque Patricios, en Maza 2255.
Casi a la misma hora, en Acoyte y Rivadavia, la movilización convocada para pedir la aparición de Layla se convirtió en un nuevo reclamo de #NiUnaMenos. Es que, para su familia, Layla es una víctima más de la violencia contra las mujeres. En su caso, supuesta víctima de la pedofilia.
Según la información brindada por el abogado de la querella, Damián Angrisani, Layla "estaba un poco desorientada y su diálogo con la madre fue algo inconsistente". La chica apareció con tres adultos, dos hombres y una mujer, que fueron citados a declarar. Si bien desde la fiscalía se sostuvo que estaba en buen estado de salud, el legislador porteño Gustavo Vera, que aportó el asesoramiento legal a la familia Sainz, dijo a LA NACION que "tiene sus dudas" y denunció que no se hubiera elevado oportunamente la causa a un juzgado federal.
"Layla estaba rara, hablaba muy pausado, como con dudas. Dijo que estaba bien, pero yo intuía que estaba con alguien más. No pude verla porque fue llevada al Consejo del Menor", contó a LA NACION Neyva, su madre.
En la conversación telefónica Layla le dijo que "la había pasado un poco bien y un poco mal" y que debía "resolver asuntos pendientes" antes de volver a su casa, en la villa 1-11-14.
El padre de Layla, Sergio Sainz, contó que el día previo a la desaparición había descubierto que su hija chateaba por Facebook con un desconocido y que al ser cuestionada se puso "muy nerviosa" e incluso "se enojó". La investigación policial determinó que ese hombre, de unos 35 años, tenía en su perfil más de 200 contactos de chicas adolescentes y preadolescentes. Vera vinculó esta causa con otras tres desapariciones de chicas que son investigadas por la Fiscalía de Instrucción N°3. Una de esas víctimas sufrió abuso sexual y las otras dos estuvieron fuera de su casa varios días, al igual que Layla.
lanacionar