Tragedia en el arroyo Dientudo: la historia detrás del caso del niño que tomó una escopeta y mató a su hermana

Un reencuentro familiar sorpresa entre una sobrina y su tío, que no se veían desde hacía una década, terminó en tragedia. En una humilde casa del Delta bonaerense, a la altura de Tigre, un niño de diez años manipuló una escopeta e, involuntariamente, mató de un balazo a su hermanita, de cinco.

Así lo informaron a LA NACION fuentes judiciales y policiales. El trágico hecho ocurrió ayer a las 17 en una vivienda situada en una isla sobre el arroyo Dientudo, en el Delta.

El dueño de casa, un hombre mayor de 70 años cuya identidad no trascendió, recibió la visita sorpresa de una sobrina, quien llegó acompañada de su pareja y de sus hijos, un niño de diez años y una nena de cinco.

“El hombre y su sobrina no se veían desde hacía por lo menos diez años. Es más, él no conocía a sus sobrinos nietos”, dijo una calificada fuente con acceso al expediente.

Los adultos salieron a la parte externa de la casa para conversar y los niños se quedaron en el interior, jugando.

“De pronto, las personas mayores oyeron un estruendo y, cuando ingresaron en la casa se encontraron con el cuerpo inerte de la niña y con su hermano en estado de shock”, explicaron las fuentes consultadas.

La escopeta calibre 16, propiedad del dueño de la casa, estaba detrás de un armario. “Fue un hecho trágico”, dijeron las fuentes consultadas. Todo parece indicar que, en su curiosidad innata, los niños recorrieron la casa y el mayor de los hermanos encontró el arma, que estaba cargada. Fue el prólogo de la tragedia irremediable.

Personal del destacamento Río Capitán de la policía bonaerense llegó al lugar de los hechos después de recibir una llamada al número de emergencias 911. Poco después se hizo presente la fiscal del fuero penal juvenil de San Isidro María Angélica Sayago, quien quedó a cargo de la investigación.

Por su edad, el niño es inimputable. La fiscal Sayago, según informaron fuentes judiciales, pidió la colaboración del Cuerpo Técnico Auxiliar (CTA) de la Asesoría Pericial de la Suprema Corte de Justicia bonaerense para que el niño sea examinado por un médico clínico, un psicólogo y un psiquiatra.

“La intención es tener un diagnóstico médico, psicológico y psiquiátrico del niño para después poder determinar la necesidad de un tratamiento o si, en el momento de los hechos, sufría algún tipo de trastorno. Pero por las pruebas reunidas y el testimonio de la madre, todo indica que fue una fatalidad, un hecho trágico”, afirmaron fuentes del caso.

Si bien la fiscal esperaba aún el resultado de la autopsia, una primera revisión del cuerpo indicaba que la pequeña víctima recibió un disparo mortal en la zona del tórax.

El dueño de la casa fue imputado por la tenencia irregular de la escopeta. “Presentó una vieja factura de compra, pero no había hecho los trámites correspondientes para acceder a la condición de legítimo usuario de armas y para, en consecuencia, disponer de la tenencia de la escopeta”, explicaron fuentes de la causa.

Además, la Dirección General de Infancia de la Municipalidad de Tigre tomó intervención en el hecho para brindar apoyo a la familia del niño y se hará cargo de los gastos de sepelio de la víctima, informaron fuentes judiciales.

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