Tragedia en Flores: quien conducía el auto que mató a un nene de 5 años era el hijo del hombre que se entregó
La reconstrucción del recorrido del Volkswagen GTI que el jueves a la noche arrolló y mató a un niño de 5 años que cruzaba con su madre la avenida Directorio y San Pedrito arrojó un dato escalofriante. El hombre de 44 años que se entregó ayer en una comisaría porteña es el dueño del vehículo, pero no quien lo conducía a velocidad temeraria: al volante iba su hijo, que ahora es intensamente buscado por la policía por orden de la Justicia, que pidió al Ministerio de Seguridad de la Nación que "contemple" la posibilidad de ofrecer una recompensa para quien aporte datos que permita ubicarlo y capturarlo.
Calificadas fuentes de la investigación confiaron a LA NACION que el auto, sobre el cual no pesaba ningún impedimento de circulación, está registrado a nombre de Rubén Ariel Papadopulos, que es quien se presentó, acompañado por un abogado, en la Comisaría Vecinal 7A, en el barrio porteño de Flores. El auto fue encontrado en un garaje de Ciudadela. Y las imágenes de ese lugar develaron que quien se bajó de la puerta del conductor es un joven que fue identificado como Ricardo Emanuel Papadopulos, de 21 años, hijo del dueño del Golf GTI.
Hace poco menos de un mes, dos adolescentes que llevan el mismo apellido casi provocaron una tragedia en la General Paz. Corrían picadas y, a la altura de avenida del Libertador, embistieron desde atrás a dos vehículos, entre ellos, una camioneta en la que viajaba una familia y que volcó por la violencia del impacto.
La jueza Patricia Gichandut ordenó la búsqueda y captura del hijo de quien se entregó ayer a la tarde en la comisaría porteña. En tanto, sigue la pesquisa, en la que interviene el fiscal César Troncoso. Anoche, la magistrada pidió al director del "Buscar", el Programa Nacional de Coordinación para la Búsqueda de Personas Ordenada por la Justicia, que se aboque al rastreo de Ricardo Emanuel Papadopulos y que "contemple la posibilidad de ofrecer una recompensa" para quien aporte datos que concluyan en la aprehensión del sospechoso.
"La decisión fue tomada luego de que se observara en las cámaras de seguridad del garaje donde estaba estacionado el Volkswagen Golf GTI blanco involucrado en el hecho que quienes bajaron del rodado fueron dos personas jóvenes, una de ellas identificada como el hijo del hombre que se entregó voluntariamente ayer, a cuyo nombre está registrado el vehículo", confiaron fuentes del caso a LA NACION.
El relevamiento de las imágenes de distintas cámaras de videovigilancia permitió a los investigadores hacer reconstrucciones parciales del derrotero del VW Golf. Así, captaron su ingreso a la autopista 25 de Mayo, de allí a la Perito Moreno y luego su paso por la Autopista del Oeste hasta la bajada de Ciudadela. Una vez encontrado el vehículo, a través del dominio se identificó a su titular y comenzó su búsqueda.
Aún no se determinó si el propietario del Golf iba en el auto. A juzgar por las imágenes captadas en el momento en que el VW es estacionado en el garaje, sus dos ocupantes son jóvenes: uno, el más bajo, que se toma la cabeza al advertir la abolladura sobre la óptica delantera derecha, sería Ricardo Papadopulos; el otro, de mayor envergadura física, sería un amigo, aún no identificado.
Los pesquisas no descartan que la decisión de Rubén Papadopulos de entregarse, cuando la policía había comenzado a realizar procedimientos en domicilios vinculados con él, haya tenido el objetivo de "ganar tiempo" para que su hijo pudiera irse de su casa y pasar a la clandestinidad.
El jueves, a las 23.02, Débora Inés Agosti cruzaba la avenida Directorio por San Pedrito, en dirección sur. Aferrado a su mano derecha iba Isaac, de 4 años. Ya habían atravesado la mitad de los seis carriles cuando ella advirtió que un bólido blanco se les venía encima. Intentó apurar el paso, pero no logró evitar el impacto brutal. Salieron despedidos por el aire y quedaron sobre la calzada. El auto que los embistió no se detuvo y siguió por Directorio, muy por encima de la máxima permitida para la avenida, por la que, según varios testigos, venía desde muchas cuadras antes "cortando" semáforos al filo del rojo.
Según varios testigos, el semáforo de San Pedrito habilitaba el cruce peatonal y el VW Golf GTI pasó a altísima velocidad cuando el rojo lo obligaba a detenerse antes de la bocacalle.
Vecinos y conductores perdieron de vista al auto blanco que había provocado la tragedia y se enfocaron en socorrer a las víctimas. Lo que presenciaron fue una escena espantosa: Isaac ya no se movía y Débora respiraba, pero sus lesiones saltaban a la vista. La ambulancia del SAME llegó cuatro minutos después. Ya no había nada por hacer para salvar al niño. A su madre la trasladaron al hospital Parmenio Piñero, en el bajo Flores, donde quedó internada con múltiples fracturas y politraumatismos.
Antecedente de conducción temeraria
Hace casi un mes, dos adolescentes que llevan el mismo apellido que los acusados por la tragedia de Flores causaron un espectacular incidente vial en la avenida General Paz y Libertador, cuando, a gran velocidad, provocaron un choque múltiple en el que una camioneta en la que viajaba una familia volcó. El menor de edad que conducía el Volkswagen Vento que embistió desde atrás a los vehículos que circulaban desde la autopista Intendente Cantilo, en dirección al Riachuelo, fue retenido por la Policía de la Ciudad en el lugar, y lejos de mostrar arrepentimiento o empatía con las víctimas, se mofaba de la situación.
"¡Te choqué, gato!", gritaba en dirección al vehículo con el que corría picadas, y con evidentes síntomas de estar bajo los efectos de sustancias alcohólicas o estupefacientes. El joven, que mientras lo filmaban con un celular se ufanaba de lo que había hecho "teniendo 16 años", se hacía cargo de haber sido quien iba al volante. Sin embargo, y como ocurrió en este último caso mortal en el barrio de Flores, otra persona se hizo cargo de ser quien estaba al volante: esa vez, una joven identificada como Esmeralda Demetrio.
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