Tragedia en Tigre: no autorizaron a ir a la universidad al joven que, alcoholizado, chocó y mató a dos amigos
Joaquín Duhalde Bisi goza del beneficio de la prisión domiciliaria y había solicitado poder ir a clases presenciales de la carrera de Medicina en el Instituto Universitario del Hospital Italiano, pero la Justicia rechazó su solicitud
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Hace casi dos meses, Joaquín Duhalde Bisi, el joven que cuando conducía alcoholizado y sin registro por el Camino de los Remeros, en Tigre, protagonizó un choque donde murieron dos amigos que viajaban con él, recibió el beneficio de la prisión domiciliaria. Tres semanas atrás, su defensa pidió autorización para que concurra a clases presenciales de la carrera de Medicina en el Instituto Universitario del Hospital Italiano. Pero, en las últimas horas, esa solicitud le fue rechazada. La Justicia interpretó que durante las salidas de su hogar estaría “sin un control real como el brindado por el sistema de monitoreo electrónico”.
“El poco tiempo transcurrido desde el otorgamiento de la medida morigeradora [la prisión domiciliaria se otorgó el 23 de julio pasado, pero se hizo efectiva el 12 de agosto último] a la fecha, el hecho de haberse recepcionado un único informe por parte del Patronato de Liberados, la cantidad de salidas requeridas, la duración de las mismas (que resultan ser extensas), sumado a la distancia desde el domicilio donde el causante viene usufructuando el beneficio, (reiterando que nada se ha aportado respecto del traslado), me llevan a concluir que tales situaciones no permiten realizar un efectivo control respecto de Duhalde Bisi, por lo que no encuentro oportuno, por el momento, hacer lugar a la solicitud bajo análisis”, sostuvo el juez de Garantías Diego Martínez al rechazar el pedido de la defensa del joven imputado.
Antes de resolver, el juez le corrió vista al fiscal Sebastián Fitipaldi y a los padres de Franco Rossi y de Joaquín Alimonda, las víctimas mortales.
El representante del Ministerio Público se opuso a que se le diera el permiso al imputado. “El otorgamiento de la medida solicitada no resiste el tamiz de los principios aplicables en materia de encarcelamiento preventivo, porque toda medida limitativa de derechos fundamentales, por parcial que sea, debe ser idónea, necesaria y proporcionada para la consecución de la finalidad perseguida, constituyéndose a la vez en un criterio de carácter empírico cuyas injerencias faciliten la obtención del éxito perseguido en virtud de su adecuación cualitativa, cuantitativa y de su ámbito subjetivo de aplicación”, explicó el fiscal.
Rodolfo Alimonda, el padre de Joaquín, “no opuso reparos a que el imputado Duhalde Bisi asistiera de forma presencial a las materias de la carrera de Medicina solicitadas”, según consta en el expediente judicial, al que tuvo acceso LA NACION. La misma posición había asumido cuando le corrieron vista para opinar sobre la prisión domiciliaria del amigo de su hijo.
El abogado Natalio Nicodemo, que representa a Bettina Pinto y Guillermo Rossi, padres de Franco, “no realizó presentación alguna, haciendo silencio a la vista conferida”, según se desprende de la resolución.
Duhalde Bisi, de 19 años, está imputado por doble homicidio con dolo eventual y cumple la prisión domiciliaria en su casa del barrio cerrado El Atardecer, de Tigre. Es monitoreado con una tobillera electrónica.
“La concesión de la medida solicitada desvirtuaría hoy la medida del arresto domiciliario y su efectivo control, máxime teniendo en cuenta que el mismo ha sido recientemente concedido. Con esto quiero decir que el mismo aún no se encuentra consolidado, estimando que no ha transcurrido un tiempo prudencial que dé certezas del compromiso y cumplimiento por parte del imputado, así como de la persona designada, es decir, su desarrollo”, sostuvo el juez Martínez al argumentar su resolución.
El choque fatal
La tragedia ocurrió a comienzos de mayo pasado cuando Duhalde Bisi, después de una reunión en su casa en El Atardecer, decidió llevar a sus amigos a sus casas en el Audi A4 de la familia. Cuando circulaba por el Camino de los Remeros, el joven perdió el control del auto y chocó contra un guardrail.
Como consecuencia del impacto, Rossi y Alimonda, ambos de 18 años, murieron en el acto. El conductor y un cuarto pasajero, Mateo Lezama, se salvaron de milagro.
El test de alcoholemia determinó que el imputado conducía con 1,39 miligramos de alcohol en sangre; el máximo permitido era de 0,50 (casi un mes después de esta tragedia, Tigre asumió la tolerancia cero en la materia). Todavía no se pudo determinar a qué velocidad manejaba.
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