Tragedia en el parque. Comenzó el juicio por el caso de la ciclista arrollada un domingo a la mañana en Figueroa Alcorta
En la primera audiencia, los cuatro imputados por el homicidio de Marcela Bimonte, ocurrido en enero de 2022, se negaron a declarar; la querella pide de 8 a 25 años de prisión para el principal acusado, José Carlos Olaya González
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LA NACION
En la sala de audiencias del Tribunal Oral en lo Criminal N°25 comenzó esta mañana el juicio oral por el asesinato de Marcela Bimonte, la ciclista que en enero de 2022 fue arrollada por un auto conducido por José Carlos Olaya González, de 34 años, que acababa de salir de un boliche y perdió el control a alta velocidad en una curva de la avenida Figueroa Alcorta, en los bosques de Palermo. En el suceso otros cuatro ciclistas sufrieron heridas, entre ellos, Luis Bruno Ceccato, pareja de Bimonte. Olaya González es el principal acusado, pero en el debate hay otros tres imputados por encubrimiento agravado. La querella ya adelantó que pedirá una condena por homicidio con dolo eventual para el responsable del letal incidente vial.
“Los cuatro imputados se negaron a declarar y entonces se leyeron sus declaraciones previas. Luego se pasó a un cuarto intermedio hasta la semana que viene, cuando habrá testimonios y se exhibirán videos clave”, dijo el abogado Natalio Nicodemo, que representa a la Asociación Civil Madres del Dolor, que actúa en esta causa como amicus curiae. El letrado dijo estar confiado en el material probatorio.
Tanto la fiscalía como la querella consideran que el caso debe ser tipificado como homicidio simple por dolo eventual en concurso ideal con encubrimiento agravado. La pena prevista es de 8 a 25 años. Subsidiariamente, se formuló una imputación alternativa por homicidio culposo agravado (por haberse dado a la fuga, por la ingesta previa de estupefacientes, por no asistir a la víctima y por conducta temeraria, entre otras agravantes) en concurso real con encubrimiento para Olaya (conductor de auto que embistió a las cinco víctimas); Fernando Escobar, de 31 (conductor de la camioneta utilizada para darse a la fuga) y los hermanos Patricio Valiente, de 32 años, Lucio Valiente, de 22.
El abogado representante de Alejandro Héctor y Catalina Reparaz (exmarido e hija de Bimonte), Gabriel Becker, dijo a LA NACION que Olaya es reincidente y tiene antecedentes penales por robo en Lomas de Zamora y en La Matanza, y había salido en libertad pocos meses antes del suceso. Actualmente está detenido en el Complejo Penitenciario Federal I, de Ezeiza. Los hermanos Valiente están excarcelados y Escobar cursa prisión domiciliaria.
El martes 20 declararán las dos mujeres que iban en el auto de Olaya, además de otros testigos y peritos. “El martes 27 voy a pedir la reproducción de filmaciones y van a declarar dos ciclistas que presenciaron las escenas posteriores de indiferencia y desprecio por la vida del homicida”, precisó Becker.
Cómo fue el hecho
A las 9 del domingo 2 de enero de 2022, Marcela Bimonte, profesora de reiki de 62 años y creadora del grupo Bicicleteadas Zen, circulaba por la bicisenda de la avenida Figueroa Alcorta y a metros de la avenida Dorrego fue atropellada por un Ford Focus rojo conducido por Olaya González, que circulaba a 70km/h. Su cuerpo golpeó contra el parabrisas del vehículo, salió despedido y terminó sobre el pasto. Otros cuatro ciclistas también fueron embestidos.
A pesar de que sus víctimas estaban tiradas en la senda aeróbica, Olaya González (hoy, de 34 años) tomó una mochila de dentro del habitáculo del auto que manejaba y se alejó con parsimonia y total indiferencia con respecto a la salud de las personas que había herido de gravedad. Abandonó la escena y también a dos mujeres jóvenes, de 20 y 22 años, que lo acompañaban. Luego corrió por Figueroa Alcorta hasta subirse a una camioneta Jeep Grand Cherokee en la que viajaban tres amigos; con ellos escapó del lugar.
En tanto, una ambulancia del SAME llegó a lugar y una médica le practicó a Bimonte maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). La mujer fue trasladada en gravísimo estado al Hospital Fernández, donde falleció a poco de su ingreso.
El trabajo de la Policía de la Ciudad y de la policía bonaerense permitió capturar a los acusados. Se los detectó gracias al Anillo Digital y se les hizo un seguimiento; se advirtió que bajaron en el Puente Pueyrredón y los detuvieron en Sarandí, partido de Avellaneda.
Olaya González tiene antecedentes penales. El 31 de agosto de 2010, cuando apenas tenía 20 años, fue condenado a seis años y nueve meses de cárcel por haber sido encontrado culpable de los delitos de robo agravado por el empleo de arma de fuego en concurso real con portación de arma de guerra sin la debida autorización legal.
Pocas horas después se supo que el test de alcoholemia ordenado por la Justicia había dado negativo, pero el análisis para saber si Olaya González había consumido estupefacientes antes del hecho dio positivo.
Pedaleada y Homenaje
El 9 de enero de 2022, familiares, amigos y personas que se solidarizaron con ellos se reunieron en el lugar del hecho donde colocaron una bicicleta blanca en su memoria con la leyenda “ciclista asesinada por un automovilista cuando transitaba por la bicisenda” y exigieron justicia.
Su pareja, Luis Ceccato, expresó duras declaraciones contra Olaya: “Es un hijo de p...; se bajó, se puso su gorrita, agarró su mochila y se fue caminando tranquilamente”.
Ceccato, con su brazo izquierdo lesionado porque también había sido embestido por el auto que conducía Olaya González, pidió “justicia” para que “la muerte de Marcela no sea en vano”. “Que se modifiquen las leyes que hay que modificar. Si te mata andando en bicicleta es un asesino, no hay mucha vuelta”, aseguró entonces.
Y agregó: “No somos boludos ni comemos vidrios. Si alguien mata a una persona que está por la bicisenda caminando o en bicicleta, es un asesino y eso es un homicidio. Que este sea un homenaje y símbolo de concientización. Esto fue una masacre, cuando yo me levanté la bicicleta vi gente gritando, sangre, bicicletas retorcidas”.
“Esa bicicleta representa la muerte de Marcela injustamente porque venía por su senda feliz y paseando. Si tenemos la bicisenda es para que nos protejan, no para que nos pisen”, expresó a TN un concurrente a la marcha.
LA NACION
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