Tragedia de la Circunvalación. Pedirán agravar la imputación del conductor que, borracho y drogado, mató a dos personas
El acusado, Alan Amoedo, dijo que antes de atropellar a las víctimas en la banquina de la avenida perimetral de la ciudad de Córdoba, había tomado alcohol en reuniones sociales y, cuatro días antes, había consumido cocaína
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CÓRDOBA. “Tomé alcohol, pero en reuniones sociales, y cuatro días antes consumí cocaína”, admitió Alan Amoedo ante el tribunal que lo juzga por las muertes de dos jóvenes y por haber dejado en silla de ruedas a otra chica, tras atropellarlos mientras esperaban un auxilio en la avenida de Circunvalación, de esta ciudad. También pidió perdón a las familias de las víctimas y afirmó que “haría cualquier cosa” para reparar el dolor que les causó.
La sentencia se conocería la próxima semana y la expectativa es que, por primera vez en esta provincia, se trate el caso como un homicidio y no como un simple “accidente” de tránsito.
Amoedo iba a más de 140 kilómetros por hora, con una alcoholemia de 2,07 y rastros de cocaína, según los peritajes realizadas.
Claudio Orosz, representante de las víctimas, sostuvo este jueves que esperan que “el fiscal plantee”, tras los testimonios, el ‘hecho diverso’ (agravamiento de la imputación), “porque si no lo vamos a hacer nosotros”. “Hoy van a deponer testigos que estuvieron presentes en el momento de hecho o que fueron superados por este demente en forma zigzagueante” antes del hecho.
El letrado subrayó que Amoedo incurrió en una conducta que “está totalmente prohibida por la ley de Tránsito tanto nacional como provincial”, lo que es “central” para agravar la imputación que tiene.
Las audiencias comenzaron el mismo día en que se cumplió un año de la tragedia, el 17 de este mes. Esa jornada, en el 2021, Amoedo había publicado, en su cuenta de Facebook, stories un video en donde se lo ve en la butaca del conductor de su Volkswagen Vento con una botella de cerveza en la mano, mientras escucha música a todo volumen.
Dos horas y media después, a Sol Viñolo y su novia Fernanda Guardia, les falló su Suzuki Fun. Llamaron a su amigo Agustín Burgos, quien fue a ayudarlas. Estacionó en la banquina detrás de ellas y, cuando esperaban la grúa, el auto de Amoedo los atropelló. Viñolo y Burgos murieron y Guardia quedó en silla de ruedas.
Amoedo sostuvo ante los jueces que no es “un asesino” y que todo se trató de “un accidente”. “Desde ese momento no tengo ganas de vivir. No tengo ganas de nada”, afirmó y agregó: “Les pido disculpas por el dolor a las familias, hice mucho daño. Haría cualquier cosa que me pidan para reparar, daría todo lo que tengo. Si tengo que ponerme de rodillas, me pongo”.
El proceso judicial deberá determinar si se cambia la imputación de Amoedo. El fiscal de instrucción, Tomás Casas, lo imputó por “homicidio culposo”. Los familiares de las víctimas y Fernanda Guardia reclaman que la figura sea de homicidio doloso y lesiones gravísimas. En ese caso, una sentencia sería de cumplimiento efectivo.
Amoedo llegó al juicio en libertad. “Llega un momento en que no hay nada en manos nuestras, o en manos mías, sino esperar estos días, a ver cuál es la resolución y apostar a que los jueces puedan ver lo que no solamente nosotros vemos, sino que también ve toda la sociedad”, sostuvo Fernanda Guardia en el inicio del proceso.
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